DISCLAIMER:
Naruto pertenece a Kishimoto y Avatar, la leyenda de Aang, pertenece a Konietzko y DiMartino.
ACLARACIONES:
(bla) *bla = notas de autora.
bla, bla= flashback, onomatopeyas o pensamientos.
🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 = cambios de escena/escenario
Sasuke y los demás seguían en la taberna viendo cómo ahora Mei se dedicababa a tomar su trago después de haber ganado.
—Creo que ya la recuerdo mejor. Te ayudó a capturarnos —dijo Sai.
—Sí. De vuelta a los viejos tiempos —dijo el príncipe.
—Oh, pero miren quién es. Es el príncipe llorón. Aunque eso no te quita lo guapo. ¿Dónde está tu tío el pervertido?
—No está aquí por ahora.
—Mmm. Veo que arreglaste las cosas con tu novia la rosadita.
—¿Rosadita? —dijo indignada, Sakura.
—De hecho sí, ahora es mi prometida —decía galante mientras la sostenía de la cintura.
—¡Sasuke! —dijo avergonzada, Sakura ante tal acción.
—¡Qué bien! Felicidades. Yo odio las bodas. En fin, qué quieren.
—Ayúdanos a encontrar al Jinchūriki.
—Mmm... no suena muy divertido.
—Tsk. ¿Acaso el fin del mundo te suena más divertido?
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Kurama se encontraba socializando con la bestia de cinco colas cuando en eso Mei salió junto a los demás.
—Kokuō. ¿Quién es mi pequeña peluda? —decía la castaña mientras acariciaba a su mascota —. Bien, ¿quién tiene algo relacionado con su amigo perdido?
—Yo tengo el planeador de Naruto —dijo Sakura quien obtenía el objeto de la silla que portaba Kurama.
Mei le dio el artefacto a su bestia para que lo oliera. Al hacerlo, Kokuō empezó a olfatear. Después de unos minutos, se echó al suelo haciendo sonidos de tristeza.
—¿Y qué significa eso, Mei?
—Significa que su amigo desapareció, principito.
—Ya sabemos que no está, por eso queremos encontrarlo —dijo Hinata.
—No, me refiero a que desapareció de verdad. Él no existe —dijo Mei con tal firmeza haciendo que los demás realmente se empezaran a preocupar.
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Naruto seguía recorriendo el inexplorado lugar.
—¿Dónde estoy, dattebayo? ¿Quizá en el mundo espiritual? Mmm... pero de ser así creo que ya me habría encontrado con Gamakichi. Pero quizá... —y diciendo eso, el rubio lanzó un jutsu de viento —. No, no estoy ahí, mis poderes funcionan. Mejor escalaré lo alto de esa colina para ver dónde estoy, de veras.
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—¿Qué quieres decir con que no existe? —preguntaba Sai.
—¿Te refieres a que Naruto-kun está m-muerto? —preguntó horrorizada, Hinata.
—No, lo encontraríamos si estuviera muerto. Lástima, es un buen acertijo. Adiós —decía Mei.
—Espera, tengo otra idea. Solo existe una persona más que nos ayudaría a enfrentar al Daimyō del Fuego. Volveré con algo que tenga su aroma —decía Sasuke.
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—¿Quién te viera? Icha-Icha Paradise. Eres todo un pervertido —decía de forma burlona, Sai.
—No es mío. Es de mi tío. Se la pasaba leyendo esto por horas.
—Te dije que era un pervertido. Bueno linda, haz lo tuyo.
Al decir eso, la bestia de cinco colas empezó a oler el libro e inmediatamente empezó a detectar el olor. Así que todos empezaron a seguir a la bestia.
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Habían recorrido por horas hasta que al fin llegaron as un punto en específico.
—¿Vamos a Iwagakure?
—Tu tío está detrás de estos muros. Mi Kokuō está muy nerviosa, no puede estar lejos. Buena suerte, guapo. Lástima que ya estés atado. ¡Hyaaa! — y diciendo eso, Mei partió de ahí.
—Tsk. Ha sido un largo día. Acampemos y comenzaremos a buscar al amanecer —indicaba Sasuke a los demás.
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Más al rato, los demás dormían en sus respectivas tiendas. Sakura estaba acostada sobre el pecho de Sasuke, ambos estaban preocupados por la situación.
—No puedes dormir tampoco.
—No, Sasuke-kun. Realmente me preocupa Naruto. Espero que no haya cometido una tontería por lo que pasó porque me sentiría culpable.
—Oye, no fue tu culpa de esto. Sé que no fue la mejor manera de enterarse, aunque sigo sin saber cómo lo supo, pero no es tu culpa, Sakura. Él está bien. Es un dobe, pero es muy fuerte. Ya verás que estará con nosotros pronto.
—De acuerdo, cariño. ¿Y tú por qué no puedes dormri? ¿Es por tu tío?
—Hmp. Me conoces bien. Temo que no quiera... que no quiera perdonarme.
—Eso no pasará. Él te ama. Y se sentirá muy orgulloso en el hombre que te has convertido. Así como yo lo estoy de ti.
—A veces siento que no te merezco. Eres tan buena —y diciendo eso, la empezó a besar en esos labios que lo tenían cautivo.
—Te amo, Sasuke-kun —dijo Sakura con un brillo en sus ojos, que el corazón de Sasuke palpitó a mil por hora.
—Sakura...yo... yo también te...
—¿Eh? ¿Qué es ese sonido? —preguntó Sakura al escuchar unos gemidos.
—Oh, no me digas que es el tonto de tu primo con la Yamanaka.
—No, no se escucha así —dijo algo sonrojada la pelirrosa —. Más bien se escucha como si alguien estuviera llorando. Iré a ver, creo que es Hinata.
—No, no me dejes, justo cuando iba a comenzar nuestra diversión.
—¡Sasuke!
—Ja, ja, ja. Solo bromeo, cerezo.
—Más te vale. Ahorita regreso.
—No te tardes, ya que no puedo dormir si no estás conmigo.
—Aww, eso es muy tierno, cariño. No tardo —dijo Sakura al momento de salir de la tienda en busca de su amiga.
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Naruto seguía caminando tratando de descubrir en dónde estaba. Pero en eso llegó a un parte donde estaban varios círculos, con forma de espirales.
—No sé qué significan esas cosas. Cómo desearía que estuviera Asura. Un momento. Sí tengo a Asura. Bien, tiempo de mditar, dattebayo.
Naruto empezó a meditar y unos minutos después, se desprendía un aura azul de él: era Asura.
—Tienes razón, Naruto. Todos los Jinchūrikis del pasado, su experiencia y sabiduría, están a tu disposición. Si miras dentro de ti, los encontrarás.
—¿En dónde estoy, Asura? ¿Qué es este lugar?
—Yo no lo sé, Naruto. Pero veo que estás perdido en más de una forma en estos momentos, y no me refiero al lugar.
—Lo estoy. Necesito saber qué hacer cuando enfrente a Madara Uchiha.
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—Hola Hinata.
—Sakura, yo...yo... sólo estaba recordando algo, es todo.
—Tal vez no tengo el poder como tú para detectar fácilmente una mentira, pero sé que tú me estás mintiendo.
—Yo...
—Sé que hemos tenido nuestra diferencias, pero somos amigas, Hinata. Estoy aquí para apoyarte.
—G-Gracias, Sakura. La verdad ya no aguanto.
—Tranquila, desahógate.
—Es que tengo miedo por Naruto. Tengo miedo de que no regrese y no pueda aclararle mis sentimientos. Esta vez quiero decirle que lo amo y que él esté en sus cinco sentidos, no como anoche. Y que cuando despierte recuerde con quién pasó la noche.
—Hinata, espera... acaso Naruto y tú...
—Sí. Anoche hicimos el amor —dijo la peliazulada al momento de empezar a llorar siendo abrazada por Sakura, que aún seguía procesando la información —. Aunque creo que más bien sólo fue de mi parte. Él sólo lo tomó como sexo.
—Vaya, quién diría que la tímida e inocente Hinata no tiene nada de eso —decía la Inner de Sakura —. Ya ves, tú esperando hasta la boda y nuestra amiga se tiró a Naruto en una noche. Ya estuvieras con nuestro Adonis de Sasuke
—Cállate.
—¿Qué?
—Ah, je, je... que te calles, Hinata... es obvio que Naruto va a a volver, je, je. Y no te preocupes por lo otro. Estoy segura que aclararán todo y él se dará cuenta de lo hermosa que eres y de que tú eres para él.
—¿De verdad lo piensas?
—Por supuesto. Ahora... humm... cielos, esto será incómodo de preguntar, pero... ¿te gustó? ¿Fue lindo contigo?
—Sakura... quiere decir que Sasuke y tú no lo han...
—Noooo, cielos. ¿Por qué todo el mundo piensa eso? ¿Soy la única anticuada aquí o qué?
—No, Sakura. Es lindo que te respete. Y respondiendo a tu pregunta, fue al inicio doloroso, pero después. Guau, fue muy apasionado y hermoso. Me hizo sentir amada en ese momento. Pero al parecer fue un error. Sólo lo hizo porque estaba dolido por tu rechazo. Creo que solo me usó.
—No, Hinata, no digas eso... ¡Aaaaaah! —gritó Sakura al ver que un círculo de fuego crecía fuera del campamento.
—¿Qué está pasando? —preguntaba Sai alarmado que salía junto a los otros.
—Pero miren quién está aquí.
—Maestro —dijo el pelinegro al ver a su tutor.
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—Todos esperan que elimine a Madara, pero no sé si podré hacer algo así.
—En mi vida, intenté ser disciplinado y mostrar control. Pero todo fracasó cuando Indra se aprovechó de mi control y mi piedad. Si hubiera sido más decidido y hubiera actuado antes, habría detenido a Indra y hubiera detenido la guerra antes de que comenzara. Te ofrezco este saber, Naruto. Debes ser decidido.
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—¿Qué está pasando? Siento que estamos rodeados por gente importante.
—Tú lo has dicho, Hinata. Son gente importante. Son grandes Shinobi, amigos nuestros, ¿verdad, Tsunade shishou?
—Así es, mi joven aprendiz. He escuchado por ahí que incluso ya me superaste. No podía esperar menos de mi alumna favorita. Ven acá —dijo al momento de abrazar a Sakura.
—Mira, Sasuke, te presento al primer maestro Katon que tuvo Naruto, se llama Obi..
—¿Tío Obito?
—¿Tío? —preguntaron los demás al mismo tiempo.
—Pero c-cómo... se supone que estabas muerto.
—Es una larga historia, sobrino, que después te platicaré con calma.
—Me da gusto saber que vives —dijo el príncipe mientras abrazaba a su tío, quien en algún momento fue hermano de su madre.
—A mí también me da gusto saber de ti, muchacho.
—Maestro Iwana —dijo Sai al momento de hacer una reverencia.
—Hola, Sai.
—Esperen, ¿cómo es que todos se conocen? —preguntaba Ino.
—Todos nosotros los grandes maestro Shinobi nos conocemos, ¿no lo sabías? —dijo Tsunade.
—Todos somos parte de la misma sociedad secreta ancestral. Un grupo que trasciende la división de las cinco naciones —decía Iwana.
—La orden del Rey —dijo Sasuke.
—La orden del Rey siempre se trató de filosofía, belleza y verdad, sobrino. Pero hace un mes, nos llamaron porque nos necesitaban para algo importante. El llamado lo hizo unn gran miembro de la orden, tu tío Kakashi —dijo Obito.
—Justo a él lo buscábamos —dijo la rubia.
—Los llevaremos con él. Por cierto, dónde está ese rubio escandaloso —preguntó Tsunade.
—Bueno, maestra él... no está. Naruto desapareció.
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Sasuke y los demás iban en camino a encontrarse con Kakashi. Estaban todos en un incómodo silencio, así que Tsunade decidió hablar.
—Y díganme, ¿hicieron algo interesante el día del eclipse?
—Bueno...
—No, nada —interrumpió Sai a Sasuke.
—Ya veo. Vaya, ¿acaso es un anillo lo que veo querida?
—Ah, bueno, sí, je, je.
—¿Y quién es el afortunado? No me digas que Naruto.
—¡Noooo! —contestaron al mismo tiempo Sakura y Sasuke.
—De hecho mi amiga está comprometida con el príncipe del fuego, dos elementos opuestos, ¿acaso no es romántico? —dijo emocionada, Ino.
—¿Qué? Sakura, ¿es verdad?
—Pues... sí, Tsunade shishou.
—Más vale que no la hayas desflorecido antes Uchiha o yo misma te castraré.
—Eso mismo le dije, maestra Tsunade —dijo Sai con una sonrisa.
—¡Sai! ¡Tsunades sensei! ¿Por qué todos piensan lo mismo?
—Quién lo diría, mi sobrino enamorado. Sin duda es una buena mujer para ti —decía Obito mientras codeaba a su sobrino.
—La mejor de todas, tío.
—Yo solo espero que también alguien me entregue un anillo algún día.
—Eeeeeh... maestro Iwana, le quiero enseñar una nueva técninca.
—¡No te hagas el sordo, Sai! —le regañaba Ino a su novio.
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—Bien, Asura dijo que buscara más en mi interior.
Diciendo eso, otra ente apareció frente al rubio. Un hombre con características del País del Agua.
—Yo soy el Jinchūriki Kento. Cuando era joven, era el tipo de Jinchūriki que va con la corriente. La gente parecía resolver sus propios problemas. Había paz y amor en el mundo. Pero entonces, perdí a la mujer que amaba por el Diez Colas, el roba rostros. Fue culpa mía. Si hubiera estado más atento y más activo, podría haberla salvado. Naruto, debes forjar tu destino y el del mundo activamente —dijo esto para así desaparecer, dejando a Naruto más confundido.
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—Bien, ya llegamos. Bienvenidos al campamento —dijo el maestro Iwana.
—¿Dónde? ¿Dónde está él?
—Tu tío está por ahí, sobrino —dijo Obito mientras señalaba una tienda al fondo —. Ve.
Sasuke se fue acercando poco a poco, pero justo cuando iba a entrar, se detuvo y se sentó en el pasto.
—Cariño, ¿te encuentras bien?
—No, no estoy bien, Sakura. Mi tío me odia, yo lo sé. Me amaba y me apoyaba de cualquier manera, y aún así nunca lo acepté. No podría mirarlo a la cara.
—Amor, estás arrepentido de lo que hiciste, ¿no?
—Más que cualquier otra cosa en mi vida.
—Entonces te perdonará. Lo hará. Si es el mismo hombre bondadoso que conocí, definitivamente lo hará sin duda alguna, de la misma manera que nosotros lo hicimos contigo —dijo Sakura al momento de darle un beso a su prometido —. Anda, ve.
—Bien, aquí vamos — y dando un resoplido, Sasuke entró a la tienda —. ¿Tío? —pero Sasuke al escuchar los ronquidos, se dio cuenta que Kakashi dormía profundamente, así que decidió sentarse en el tapete frente al futón para así esperarlo.
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—Todos esos Jinchūrikis del pasado, siguen diciéndome que debo destruir a Madara en pocas palabras. No lo entienden. Me pregunto si alguien perteneciente al clan Uzumaki entendería mi postura. Aquí voy —y de nuevo al meditar, surgió un nuevo ente, esta vez, era una mujer, una pelirroja por cierto.
—Hola Naruto, soy Mito Uzumaki.
—Vaya, eras pelirroja, como mi mamá.
—No por nada pertenecíamos al mismo clan. Dime, cuál es tu duda.
—Señorita Mito, los monjes de nuestro clan siempre dijeron que toda vida es sagrada, incluso la de los insectos.
—Tú lo has dicho, hijo. Toda vida es sagrada.
—Lo sé. Por eso trato de resolver mis problemas con rapidez y destreza, solo he usado la violencia para defenderme. Pero jamás podría usarla para matar a alguien.
—Naruto Uzumaki, sé que eres un espíritu amable, y que los monjes de nuestro clan te enseñaron lo correcto, pero esto no se trata de ti. Se trata del mundo.
—Pero ellos me enseñaron que debo separarme del mundo para que mi espítiru fuese libre.
—Muchos y grandes sabios del clan Uzumaki se separaron del mundo y alcanzaron la iluminación espiritual. Pero el Jinchūriki jamás podrá hacerlo porque su único deber es con el mundo. Este es mi saber para ti, Naruto. Tu deber te obliga a sacrificar tus propias necesidades espirituales y a hacer lo que sea necesario para proteger el mundo —y diciendo eso, la hermosa pelirroja desapareció.
—Tsk. Creo que no tengo opción. Debo matar a Madara Uchiha —dijo Naruto no convencido de sus propias palabras.
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Kakashi poco a poco despertaba y sintió una presencia conocida para él. Así que se detuvo ahí mismo sentado en su futón.
—Tío. Sé que deber tener sentimientos encontrados al verme. Pero quiero que sepas que... lo siento mucho tío —decía Sasuke mientras derramaba algunas lágrimas —. Lo siento mucho de verdad y estoy avergonzado por lo que hice. No sé cómo podré compensarte, pero te juro que... —pero Sasuke no pudo terminar la frase porque Kakashi lo jaló y lo abrazó, igual derramando lágrimas de sus ojos —. ¿Cómo me personas tan fácilmente? Pensé que estarías furioso conmigo.
—Nunca estuve enojado contigo. Estaba triste porque temía que hubieras perdido tu camino.
—Sí, perdí el camino.
—Pero lo encontraste otra vez. Y lo hiciste tú solo. Estoy feliz de que hayas encontrado el camino aquí.
—No fue tan difícil, tío. Por primera vez en la vida, tu Icha- Icha sirvió de algo.
—Ja, ja, ja, ja, ja. Ven acá, hijo —y dijo eso para de nuevo darle un abrazo lleno de perdón y amor a su sobrino.
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Naruto igual despertaba de su sueño, pero en eso vio algo que le preocupó.
—Esperen, ¿soy yo o esas montañas de están agrandando?
Naruto usando su Fūton subió a lo alto de la copa de un árbol para ver lo que pasaba relamente.
—No se está agrandando, nos estamos acercando —al momento de decir eso, Naruto bajó del árbol para empezar a correr para seguir buscando por pistas —. Toda la isla se mueve.
Naruto se lanzó a mar y empezó a nadar bajo el agua, en eso vio que una especie de garra se movía, provocando que él saliera a la superficie al instante.
—No puedo creerlo. Es un aminal, de veras. Supongo que el más grande del mundo. Seguiré nadando, tengo que encontrar su rostro.
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Sasuke y los demás se encontraban desayunando con Kakshi y los otros maestros. Estaban contentos que se tío y sobrino hubieran hecho las pases.
—Por cierto, sobrino, quiero que conozcas a la futura señora Hatake. Shizune, ven aquí, mi amor.
—Aquí estoy, Kakashi-sama.
—Eh, no, Shizune, solo Kakashi, je, je.
—Oh, lo siento. Así que tú eres el famoso Sasuke, un gusto en conocerte futuro sobrino —dijo Shizune sonrojada.
—Tío, es increíble. Me da mucho gusto por ti, mereces ser feliz.
—Gracias sobrino, por cierto, tú también lo mereces.
—Sí, hablando de eso... creo que tenías razón sobre algo.
—¿Sobre qué?
—Tío, Shizune, les presento a mi prometida —y diciendo eso, tomó la mano de Sakura para sentarla en su regazo, haciendo que la pelirrosada se pusiera roja y contenta.
—¡Lo sabía! Sabía que no te era indiferente, ¿cómo pasó? ¿Cuándo se casan? ¿Me harán tío-abuelo?
—Eeeeh... b-bueno, yo...
—Tío, te prometo que después te platicaremos con detalle todo y no, no serás tío-abuelo... aún.
—Je, je, je. Me da mucho gusto por ustedes. En fin, qué necesitas saber príncipe Sasuke.
—Eres la única persona además de Naruto que pueden derrotar a Madara, y antes de que lo digas, sí, ya me contó la verdad sobre eso.
—Qué dura realidad, sobrino —dijo Obito.
—Lo sé. Debes venir con nosotros, tío Kakashi.
—No, Sasuke, no saldrá bien.
—Podrías derrotarlo, yo te ayudaré.
—Aunque derrotara a Madara, y creo que no podría hacerlo, no sería la forma correcta de terminar la guerra. La historia lo vería como más violencia sin sentido. El pariente político que mata a su cuñado para tomar el poder. La única forma de terminar esta guerra en paz es que su amigo, Naruto, derrote al Daimyō del Fuego.
—Y entonces qué pasaría después.
—Entonces, alguien de honor incuestionable deberá asumir el mando. Y ese alguien eres tú, príncipe Sasuke.
—¿Qué? ¿Honor incuestionable? Pero cometí muchos errores.
—Sí, así es. Has luchado y has sufrido. Pero siempre has seguido tu propio camino. Restauraste tu propio honor y solo tú puedes restaurar el honor del País del Fuego.
—L-Lo intentaré, tío.
—Pero... ¿qué pasará si Naruto-kun no regresa?
—El cometa Indra está por llega y nuestro destino se aproxima. Naruto enfrentará al Daimyō del Fuego. Cuando era niño, tuve una visión de que un día tomaría Iwagakure. Ahora veo que mi destino es tomarla de mi propia país para que el País de la Tierra, pueda ser libre otra vez.
—Es por eso que reunió a los miembros de la Orden del Rey —dijo Ino.
—Sí. Sasuke, debes regresar a Konoha, para que cuando Madara caiga tú asumas el trono y restaures la paz y el orden. Pero Izuna estará esperándote.
—Tsk. Me encargaré de Izuna.
—Pero no solo. Necesitarás ayuda.
—Tienes razón. Sakura, ¿me ayudarías a poner a Izuna en su lugar?
—Será un placer ayudarte, cariño.
—Hmp. Sin duda eres la mejor —y al decir eso, Sasuke besó los labios de su prometida.
—¡Aham! Seguimos aquí, ¿lo saben? —dijo Sai incómodo por ver el beso —. ¿Qué hay de nosotros? ¿Qué dice nuestro destino para hoy?
—¿Cuál crees tú que sea?
—Creo que, aunque no sepamos dónde está Naruto, debemos hacer todo para detener las naves aéreas —decía con determinación, Sai.
—Así que cuando Naruto-kun se enfrente al Daimyō del Fuego, estaremos ahí para apoyarlo —dijo entusiasmada, Hinata.
—Les recomiendo que este día lo dediquemos a hacer estrategias y mañana temprano se van. Necesitan descansar —dijo Obito y los demás estuvieron de acuerdo.
Los demás iban a hacer sus respectivas actividades, cuando en eso Sasuke se acerca a Kakashi.
—¿Sucede algo sobrino?
—De hecho sí. Tío, necesito que me hagas un favor.
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Naruto seguía nadando, pero en eso vio una extraña cara y se asustó. Al subir a la superficie, notó que la criatura lo elevó para que él se detuviera de su garra.
—Tú eres una isla tortuga. La misma que había escuchado de niño: *Genbu.
—Tal vez tú puedas ayudarme. Todos, incluso mis vidas pasadas, esperan que mate a alguien. Pero no sé si pueda hacerlo.
—"La inteligencia verdadera puede disipar las mentiras e ilusiones sin perderse. El corazón verdadero puede soportar el veneno del odio sin dañarse. Desde el principio de los tiempos, la oscuridad crece en el vacío, pero siempre cede para purificar la luz." —decía Genbu y al momento de tocar con su garra la cabeza y el corazón de Naruto, un gran destello verde brilló de él.
Había pasado unas horas, ya estaba oscureciendo y Genbu se había acercado a un acantilado cerca de la costa, justo para regresar a Naruto.
—"Espera por él, ya llegará." —y aldecir eso, la enorme tortuga se volvió a sumergir.
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El sol estaba a punto de ponerse, pero en lugar de estar durmiendo, todos habían "desaparecido" misteriosamente. Ino le había dicho a Sakura que había un festival en un pequeño pueblo de ahí y que todos habían ido, así que la rubia se había quedado a ayudar a arreglar a su amiga.
—Ino, yo puedo arreglarme sola, no era necesario que te quedaras a ayudarme.
—Ay, frente, sé que puedes hacerlo, pero como tu mejor amiga, quise ayudarte a que quedaras más hermosa. Listo. Con esto Sasuke-kun no quitará sus ojos de ti. Ahora sí, vamos.
—¿Y en qué nos iremos?
—Vaya prima, me ofende que no recuerdes que ya tengo poderes —decía Sai mientras llegaba en una enorme ave hecha de tinta.
—Cielos, también estás elegante. Pues qué tan importante es el festival.
—Ya lo verás, feíta. Ino, preciosa, sube y tú también, Sakura.
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Sai, Ino y Sakura habían llegado a la pequeña y pintoresca villa. Estaba siendo alumbrada debido a que el sol ya se había ocultado. Sin duda alguna era una aldea linda.
—Bien, hemos llegado. Misión cumplida —decía Sai al momento de bajar a las dos mujeres.
—¿Eh? ¿Y dónde están los demás?
—Justo ahí, frentona.
Y cuando Sakura volteó hacia donde Ino señalaba, vio que los demás estaban vestidos de kimonos elegantes y todos tenían linternas en sus manos. En eso, vio que Sasuke se acercaba hacia ella. Cielo Santo, si no fuera porque los demás la estaban viendo, la pelirrosa pensaba que en ese momento se podría desmayar de ver a su amado tan sensual en ese kimono.
—Sakura —dijo al momento de estar frente a ella.
—Sasuke-kun, pero qué está pasando.
—Cerezo. Sé que tal vez hubieras imaginado una boda enorme, con tu kimono correspondiente color blanco, llena de invitados y con arreglos de lujo. Créeme que eso también me hubiera gustado ofrecerte, porque tú te mereces el mundo entero. Pero desgraciadamente tenemos el tiempo medido, y honestamente no podría soportar otro día sin poder cumplir uno de mis sueños: casarme contigo.
—Sasuke-kun —casi lloraba la ojijade.
—Sakura, sé que ya te lo había pedido, pero... si quieres, podemos casarnos aquí y ahora. Sé que no está toda nuestra gente, pero... nada me haría más feliz que aceptaras el convertirte en mi esposa. No sabemos que nos depara el día de mañana, pero quiero saber que pase lo que pase, esta noche, te convertiste en mi princesa, corrección, en mi reina.
—Oh, cariño. Por supuesto que me quiero casar contigo. Nada me importa más que el convertirme en tu esposa —dijo ella mientras derramaba lágrimas de felicidad.
—Gracias, mi cerezo. En ese caso... Tsunade.
—Ya oí, Uchiha. Hay una boda que llevar a cabo. Queridos familiares y amigos. Estamos aquí reunidos para llevar a cabo la unión de dos elementos muy diferentes, fuego y agua, pasión y amor, día y noche, un Uchiha y una Haruno. Y como sé que nadie se opodrá a esta boda, porque de lo contrario yo los perseguiré por el resto de sus vidas y me aseguraré que sus más temibles pesadillas se vuelvan realidad —decía con mirada fúrica la rubia, sobre todo a Sai... —, continuaremos a los votos improvisados que dirán cada quien. Uchiha, tú dilas primero.
—Sí, yo... tsk. Desde la primera vez que te vi, quedé fascinado por tus hermosos ojos jade. Eres la mujer más hermosa que he conocido. Y sé que te fallé, que te hice daño. Pero tú me hiciste mejor persona. Por ti es que intentaba cambiar. Lograste adentrarte en lo más profundo de mi corazón. No te puedo prometer que todo será felicidad, porque estamos viviendo tiempos difíciles, pero lo que sí te puedo prometer, es que te amaré de aquí hasta la eternindad y que siempre te seré fiel, porque sólo tengo ojos para ti, Sakura Haruno, mi hermosa guerrera flor de cerezo. Te amo y soy completamente tuyo.
Sakura estaba que no dejaba de llorar, incluso Ino y Hinata lloraban por esas palabras. Kakashi solo sentía orgullo al haber escuchado a su sobrino decir eso.
—Nada mal, Uhiha. Sakura, cielo, es tu turno.
—Sí, yo... ay, no, estoy llorando mucho —dijo haciendo reír a los presentes —. Sasuke-kun, cuando te conocí te tenía miedo, sin embargo sabía que debajo de esa faceta de chico malo, había alguien que necesitaba ser amado. Sé que al inicio tuvimos nuestras diferencias, pero poco a poco te fui conociendo mejor a tal grado que me enamoré de ti. Tú también ocupabas mis pensamientos y eso me asustaba. Dentro de mí sabía que tú eras ese príncipe azul que tanto necesitaba. Eres mi complemento Sasuke y amo que no me veas como una princesa indefensa, sino como tu igual en combate. Prometo ser siempre fiel a ti y cuidar de tu corazón para que sane al cien por ciento. Te amo, mi príncipe gruñón y no cambiaría nada de ti.
—Bueno, ya solo me queda decir que, por el poder investido a mí como maestra Shinobi Suiton y ministra de la Aldea Hanami, los declaro marido y mujer. Puedes besar a la... novia —dijo suspirando Tsunade puesto que Sasuke se había adelantado.
Todos estaban felices aplaudiendo por ellos. Estaban conscientes de que al día siguiente tendrían que partir y que el cometa llegaba, pero por esta noche, querían ser gente sin preocupaciones, que solo disfrutan el momento y dedicarse a ser felices.
—Ahora sí, Sakura, eres mía, mi amada y bella esposa, señora Uchiha.
—Sí, Sasuke-kun, soy completamente tuya, esposo mío.
En eso cada quien se acercaba con la respectiva pareja para darle sus felicitaciones.
—Bien sobrino, entre todos les pagamos una hermosa habitación en la posada elegante de ahí. Disfruten de su luna de miel exprés. Los veo en la mañana en el campamento.
—Gracias, tío.
—Sí, gracias Kakashi sensei —dijo tímidamente, Sakura.
—Ay, me da mucho gusto ser tu tío ahora —dijo Kakashi mientras abarazaba a Sakura.
—Frente de marquesina, felicidades. Ahora a disfrutar de tu noche de pasión.
—Ino —le exclamaba sonrojada la pelirrosada.
—Ja, ja, ja, ja, recuerda, flojita y coperando.
—Sasuke, sólo tengo que decirte que... Sakura no pudo haber encontrado mejor esposo que tú. No soy fan tuyo aún, pero admito que ella te ama y eso me basta.
—Gracias Sai.
—Peeero, si le llegas a lastimar, te voy a cortar tu hombría —decía Sai con su típica sonrisa que daba algo de miedo.
—Sakura, me da mucho gusto que te hayas casado con el amor de tu vida.
—Gracias Hinata. Estoy segura que cuando Naruto se dé cuenta de lo especial que eres, él también se estará casando contigo.
—G-Gacias, Sakura.
Y así cada quien congratuló a los recién casados y cuando todos hubieron terminado, decidieron dejar a los dos tórtolos. Kurama se quedó cerca para que así pudieran regresar al día siguiente.
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Los nuevos señores Uhiha habían entrado al cuarto de la posada, sin duda era lujosa. Solo que ambos estaban súper nerviosos, pues sabían lo que tenía que seguir.
—He aquí estamos.
—Sí. Yo... yo iré a cambiarme —dijo Sakura quien se adentraba al baño.
La pelirrosada estaba que los nervios la carcomían por dentro. Realmente quería estar con Sasuke, pero el temor entró en ella. ¿Y qué tal si no era lo suficientemente atractiva para él? Que tal si él ya no le deseaba. Pasaron 10 minutos y Sakura salía en una yukata. Sasuke igual ya se había puesto su yukata y estaba sentado en medio del futón.
—Siento haberte hecho esperar, Sasuke-kun.
—No te preocupes, cerezo. De hecho... yo quiero estar contigo, Sakura. Te deseo desde hace tiempo, pero... si tú no estás lista, yo puedo esperarte.
—¿D-De verdad?
—Claro, te amo y no quiero que sufras. Así que ven, durmamos —pero justo cuando Sasuke se disponía a entrar a las sábanas, Sakura lo detuvo.
—No, Sasuke-kun, yo... yo sí quiero estar contigo, lo que pasa es que... tengo miedo de n-no ser lo suficientemente atractiva para ti o que no te satisfaga. De seguro tú ya has tenido experiencia en esto y yo no...
—Te equivocas, mi cerezo.
—¿Qué?
—Jamás he estado con alguien. Serás mi primera vez también.
—Oh, Sasuke-kun —dijo ella enternecida y rápidamente se echó en los brazos de su amado y así empezó a besarlo —. Cariño, quiero ser tuya hoy y por siempre. Hazme el amor, Sasuke-kun.
—Será un placer, mi futura reina.
PRÓXIMO CAPÍTULO...
En la batalla final, Sasuke enfrenta a Izuna y Naruto finamlemte confronta a Madara Uchiha. ¿Quién ganará? No se pierdan el penúltimo capítulo de esta saga. COMETA INDRA, PARTE III: "EN EL INFIERNO".
N/A: ¿Cómo les va? Espero que bien y como ven, esta vez no los dejé taaanto tiempo, jeje. Disculpen si ven por ahí un error de dedo, resulta que la barra espaciadora de mi teclado anda fallando entonces sorry si ven algo raro jejej. Cómo la ven con nuestro SasuSaku... al fin marido y mujer. Ahora la pregunta del millón..... ¿quieren lemon? De ser así para hacer un capítulo especial dedicado a ellos en su noche de bodas. Sería el primer lemon que escribiera en mi vida jajaja, pero por ustedes lo haría. Gracias a todos por sus comentarios y estoy contentan también porque ayer domingo 24 de julio de 2022, salí en otra obra donde al público le encantaron nuestras actuaciones. ¡Los quiero!
*Genbu= sí existe en el ánime de Naruto e incluso se menciona que está inspirada en el león tortuga de Avatar, por eso me emocioné con esta información, jeje.