25 de Julio del año 2022
¿Qué haces en una noche apacible?
Cuando no esta lloviendo,
las estrellas relucen,
y el bello azul oscuro te abraza cálidamente.
Tú,
¿qué haces?
Estoy comiendo una sopa,
sí;
de aquellas que venden en las tiendas de convivencia.
Pero su sabor no me sabe igual,
y estoy pensando en que quizá pensar me hace mal.
¿Cómo puedo dejar de pensar?
Me quiero desenchufar.
E involucro todas mis problemáticas y las del mundo,
en este extraño hábito del cuestionamiento.
Porque se hizo una costumbre.
A la hora de despertar,
a la hora de mi aseo personal,
cuando cepillo mi poco cabello,
acariciando animales en la calle,
saludando a los clientes que vienen al establecimiento.
Incluso cuando mi cuerpo esta tan explotado;
llegando al destructivo colapso.
Estoy pensando.
Y he llorado anhelando no hacerlo más.
Pero al final de mis escandalosos y revueltos pensamientos llego a una impactante y fría conclusión.
Pensar es lo que me caracteriza con un don especial.
Si no fuese capaz de preguntarme todo del todo.
¿De qué forma escribiría cosas tan extrañas como estas?
Extrañamente interesantes.
Sí,
estaría vacío.
Y aunque no sé qué me prepare el destino,
sé que esto es lo único que la da sentido a mi vivir.
Estoy alegre por mi autodestructivo,
contento de hundirme en el abismo.
Porque finalmente,
por los poemas persisto;
y por mis vivencias me motivo.
Abell