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El golpe en la puerta me sacó de mi sueño tranquilo en el sofá. Miré a mi alrededor, con la esperanza de ver a mi madre en casa, pero no estaba. Me había quedado dormida mientras veía una película. A pesar de que solo eran las doce de la tarde ya tenía sueño. Tal vez si los ignoraba, la persona en la puerta se iría.
Otro golpe resonó en la casa, haciéndome gemir. Me levanto y me bajo el suéter. Me estiro un poco antes de dirigirme a abrir la puerta. Mi mente todavía estaba un poco confusa por mi sueño, así que pensé que Luke era una alucinación cuando abrí la puerta. Rara vez venía a nuestra casa a menos que fuera importante.
—Luke, hola—. Me froto los ojos con sueño. —¿Trabajo hoy?
Se quedó allí de pie torpemente con las manos cruzadas frente a él. Su sombrero de béisbol habitual estaba en su cabeza y vestía una chaqueta verde oscuro.
Sacudió la cabeza mientras me respondía. —Um, no, solo quería preguntarte algo.
—Está bien, ¿por qué no entras?— Lo invito a pasar recordando mi hospitalidad.
Ambos nos quedamos en la sala de estar. Luke miró a su alrededor con nerviosismo como si estuviera esperando a que apareciera un payaso. —Mi madre no está en casa, fue a la tienda.
—Sí, la vi antes. De hecho, quería hablar contigo— explica mientras asiente.
—¿Qué necesitas?
Luke movió los pies. —Se trata de Jess.
Inclino la cabeza ante la mención de él. —¿El está bien?
Agitó la mano para decir que no había nada de qué preocuparse. —Él está bien. Pero no en la escuela. Solo necesito que alguien lo enseñe.
—¿Y viniste a mí por qué?
—Bueno, ya que te está yendo bien en la escuela y tú y Jess son amigos, pensé que podrías ser su tutora.— Luke me dice esperando que esté de acuerdo.
—Ayudaría, pero no creo que escuche—le dije.
Lucas suspira. —Entre tú, yo y un maestro real, creo que ambos sabemos a quién es más probable que escuche.
Pienso en mis opciones en mi cabeza. Luke tenía razón, con mi ayuda Jess tal vez podría aprender algo. Pero no creo que sea tan buena maestra. De acuerdo, le enseñé a mi madre algo de buena música, pero no creo que sea lo mismo que enseñarle a alguien a hacer trigonometría.
Pero, ¿Qué podría salir mal? En el peor de los casos, no aprendería mucho y aun así pasamos algún tiempo juntos. En el mejor de los casos, en realidad le va bien en la escuela.
—Está bien— comienzo cuando Luke sonríe ante mi acuerdo.—¿Cuándo comenzamos?
—¿Qué tal esta noche?
Eso fue rápido. Estuve de acuerdo de todos modos. —Está bien, te veré allí.
Luke se dirige hacia la puerta abierta. —Gracias, Cassie. Te debo una.
—No hay problema—, lo despido mientras regresa al restaurante.
Cierro la puerta detrás de mí mientras me dirijo a mi habitación. Mejor prepárate para esta noche.
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—¿Quieres más café?—Mi madre se detiene mientras echa un vistazo a mi taza vacía.
El restaurante de Luke todavía estaba lleno de algunos clientes de la madrugada afuera. Algunos comían y otros solo hablaban. No entendía por qué no se iban a casa.
Niego con la cabeza hacia ella. —Estoy bien.
—¿Qué tal un poco de pastel?— Pregunta de nuevo, no ansiosa por dejarme.
—Mamá—, me quejo. —Estaremos bien.
Ella me mira con una mueca en su rostro. —Lo sé, solo recuerda lo que te dije.
Puse mis ojos en ella. —Ten cuidado, lo sé. Honestamente, ¿Qué crees que va a pasar?
Antes de que pudiera responder, Jess se acercó a nosotros desde detrás de la cortina. —¿Estás lista?— me pregunta
—Danos un minuto—le dice mi mamá.
—Voy a estar allí— señala detrás del mostrador. —No puedo esperar para aprender. Oye, ¿vamos a hacer algunas canciones de rock escolar?
Le lanzo una mirada mordaz. —Estaré allí en un segundo.
—Será mejor que te des prisa. Las mentes son algo terrible para desperdiciar—, dice sarcásticamente antes de irse.
—Estaré en casa más tarde después de dejar el auto de Rory, así que deja la puerta abierta". Miro a mi madre que había recogido sus cosas. Había tomado prestado el auto de Rory para pasar la noche ya que ella y yo vivimos relativamente cerca y no tenía ganas de caminar tan tarde en la noche.
Se paró frente a mí con una sonrisa. —De acuerdo, adiós.— Besa mi frente antes de salir de la de Luke.
Una vez que escuché el timbre, me levanté de mi asiento y me dirigí hacia Jess. —Entonces, ¿estás lista para empezar?— Pregunto mientras me apoyo en el mostrador a su lado.
—Sí, lo estoy.
Miro a mi alrededor con la esperanza de encontrar algún tipo de libro de texto con él. —¿Dónde están tus libros?
—Eh, no lo sé—. Dice con un ceño falso en su rostro.
—¿Cómo vamos a estudiar sin tus libros?— Pregunto incrédula.
—Supongo que no podemos, muy mal— Hizo una mueca. "¿Y ahora qué? ¿Película?"
—Jess, toma tus libros.
Él niega con la cabeza hacia mí.—El gato se los comió.
—Coge tus libros o me voy a casa. —le digo con severidad. —Me estoy perdiendo un episodio de Full House por esto.
—Siempre podemos verlo arriba— dice con descaro.
Lo ignoro y empiezo a moverme hacia la mesa para tomar mi chaqueta. Cuando Jess se dio cuenta de que hablaba en serio, al instante habló.
—Espera allí— señala.
Esperé en la mesa mientras él parecía estar pensando en algo. Después de unos segundos, se acercó con un paño en la mano. Levanto mi ceja hacia él. Dobla la tela por ambos lados mostrando que no tiene nada que esconder. Luego extiende su mano y retira la tela, revelando una manzana.
Golpea la fruta indicándome que la tome. Lo agarro de su mano. —Eso fue patético— comento.
—Te gustó—, argumenta con una sonrisa. Cuando notó el fantasma de una sonrisa en mi rostro, su sonrisa creció.—Sí, te gustó.
—Coge tus libros— le digo. Me sonríe antes de subir las escaleras.
Estaba hojeando mis notas de historia mientras Jess se sentaba frente a mí en la mesa. Estaba haciendo algo con una baraja de cartas.
—Explícame las ramificaciones políticas del Plan Marshall— leí del libro de texto en voz alta.
Me ignoró y me tendió la baraja de cartas.—Toma una carta.
Con el ceño fruncido, tomo el mazo de sus manos y lo arrojo al suelo.
Mira sus cartas con el ceño fruncido. —Eso solo hizo que el truco fuera un poco más difícil.
—Jess, concéntrate—, le digo. —Fácilmente podría haber salido con Rory esta noche o ver mis programas.
Hace girar la forma de manzana sobre la mesa. —¿Dónde está la pequeña señorita Gilmore esta noche?— Pregunta sin apartar los ojos de la manzana.
Ignoro el repugnante monstruo verde dentro de mí al pensar en Jess preguntando por Rory. —Acabamos de repasar esto— ignoro su comentario.
—¿Consiguió un trabajo?
—Haré que lo escribas en la pizarra de especiales cien veces si es necesario, —le digo mientras ignoro la mención de Rory.
—¿No vas a salir con ella esta noche?
Dejé escapar un suspiro enojado. —Estoy aquí contigo, ¿no?
—Wow—se arrastra mientras me mira. —Me elegiste a mí sobre ella, me siento honrado.
—No lo hice, me refiero a Luke, él me lo pidió— comencé a tropezar con mis propias palabras. —Jess, estamos tratando de estudiar.
—Estás tratando de estudiar, estoy entrometiendo en tu vida— Él sonríe.
Pasé una mano por mi cabello con frustración. Realmente estaba tratando de hacer otra cosa que no fuera estudiar. —¿Por qué al menos no tratas de memorizar el Plan Marshall?
—¿Alguna vez has leído Por favor, mátame?— Él dice. Él apoya su cabeza en su mano derecha.
—No.
—Historia oral del movimiento punk, te gustaría—. Dice con una sonrisa. —Puedes tomarlo prestado si quieres.
—Luke me trajo aquí para ayudarte a estudiar—le digo. —Si realmente no vas a estudiar, me iré. Pero si me voy a quedar, dejarás de distraerme y al menos empezarás a intentar estudiar. ¿Entendido?
Él asiente con la cabeza hacia mí. —Entendido, confirma.
—Bien— digo mientras vuelvo a mis notas. —Y sí, me gustaría tomarlo prestado—. Lo miré y me di cuenta de que todavía no tenía un solo libro abierto.—Ahora, abre tus libros—. Hace lo que le ordeno y yo vuelvo a mis notas.
Después de una hora, Jess había acercado su silla a mí para que pudiéramos compartir un libro porque en realidad no lo tenía. Estaba revisando mi libro de texto de inglés mientras Jess escribía un ensayo sobre Otelo a mi lado.
—Hecho— anunció mientras me entregaba la libreta de prueba.
Sonreí por el hecho de que finalmente había logrado que hiciera algo. Pero esa sonrisa desapareció inmediatamente cuando leí el periódico. —Esto no es Shakespeare— frunzo el ceño.
Jess me miró con una mirada inconsciente. —¿No lo es?
—Estas son las palabras de una canción de Clash—dije mientras leía las palabras familiares.
Tenía una mirada pensativa en su rostro mientras se inclinaba hacia mí. —Ah, sí, pero ¿Qué canción de Clash?
Me giro hacia él con una pequeña sonrisa. —Yo no soy la que está siendo el ensayo.
Miró el reloj en su muñeca. —Diez segundos.
—Jess— protesté.
—Nueve, ocho, siete.
—Para— Cuando me di cuenta de que no iba a parar, comencé a buscar en mi mente el título de la canción. Estaba en la punta de mi lengua pero no pude encontrarlo.
—Seis, cinco, cuatro.
No pude encontrarlo en ninguna parte de mi cabeza. —Sabes que realmente estás empezando a... —Me interrumpí cuando el nombre me vino a la mente. —¡Oh, the Guns of Brixton!
—Una ventaja— dijo Jess arrastrando las palabras con una sonrisa.
—Si no vas a estudiar, ¿por qué aceptaste esto en primer lugar?
Inclinó la cabeza mientras me miraba.—Porque Luke dijo que tenía que hacerlo. Y tenia que estudiar contigo.
Empujé hacia abajo cualquier sentimiento que tenía en mis estómagos ante sus últimas palabras. —Nunca has hecho nada porque alguien te dijo que tenías que hacerlo.
Se encogió de hombros. —Me mudé aquí porque tenía que hacerlo, ¿no?
—Eso es muy diferente.
Jess jugó con el pastel a medio comer en la mesa con su tenedor. —Oye, ¿quieres salir de aquí?
—¿Qué?
Se levantó de su asiento y caminó hacia la puerta. —Estoy harto de estudiar.
—¿Cómo puedes estar harto de estudiar? Has hecho de todo menos estudiar. Incluso trataste de convencerme de que Coldplay podría considerarse una banda alternativa—. Yo le digo.
Se asoma a través de las persianas de la ventana. Volvió a mirarme con una sonrisa. —¿Ese es tu auto?— Señaló el auto afuera.
—No, es de Rory. Me lo está prestando para la noche— Yo explico.
Jess caminó hacia la mesa y se sentó en su asiento. Acercó su silla a mí antes de hablar. —Te diré algo, vamos a tomar un poco de helado, y luego, cuando regresemos, seré el estudiante perfecto.
—Estamos en un restaurante, hay helado aquí—, señalo hacia la cocina. Incluso sé dónde esconde César su alijo.
—Sí, pero no tenemos conos.
Lo miro interrogante. —¿Conos?
—Necesito conos—. El acepto.
—Así que me estás diciendo que si vamos por un helado—, empiezo cuando Jess me interrumpe.
—En conos—, agregó, enfatizando en los conos.
—¿Serás un estudiante perfecto por el resto de la noche?
—Síp— dice, haciendo estallar la 'p'.
Estrecho mis ojos hacia él. —No podría creerte menos— Le tiro las llaves del coche. —Conduce y te diré cómo Coldplay no es una banda alternativa— Recojo mi chaqueta de cuero y sigo a Jess hacia la puerta.
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—Admítelo, siempre es mejor en un cono—. Jess me dijo con la mano en el volante. Su otra mano sosteniendo su helado. Las calles de Stars Hollow estaban vacías a esta hora de la noche.
Me senté en el asiento del pasajero junto a él con mi propio helado en la mano. —Puede ser mejor en un cono, pero cometiste un error al elegir chocolate.
Él mira a su derecha hacia mí. —Dice la que elige vainilla. Qué sabor tan aburrido.
—Al menos no soy una de esas personas que eligen fresa—me estremezco al pensar en ese helado con sabor.
—Si lo fueras, no creo que serías mi amiga,— bromeó.
—Debería haber grabado eso—, comento con una sonrisa burlona. —Jess Mariano me llamó su amiga.
Sacude la cabeza hacia mí juguetonamente. —Si le dices a alguien, yo lo negaré—. Se volvió hacia la carretera. —Sostén el volante.
—¿Qué?—Pregunto entre bocados de helado.
—Esta goteando aquí, sujeta el volante—, repitió mientras masticaba su cono de helado.
—¡No puedo sostener el volante, la persona que conduce sostiene el volante! Eso es lo primero que te enseñan en la escuela de manejo.
Gira la cabeza para mirarme. —Tengo que tomar esas clases en estos días. responde. —Toma el volante.
—Jess—trato de que se detenga.
—Esto esta goteando...—, me dice. Y suelta sus manos del volante.
Me abalancé sobre el volante tan rápido que temía que se me cayera el helado. —Retíralo— suplico mientras me aseguro de mantener mis ojos en el camino. Conducir era bastante difícil, pero hacerlo desde el lado del pasajero, y mucho menos con un helado en una mano, era otro nivel.
—Vas a recuperar este volante y cuando lo hagas te voy a golpear con un bate de béisbol.
—Muy naranja mecánica, pero agradezco la advertencia— dice con la boca llena de helado.
Me vuelvo hacia él con una mirada. —¡Jess!
—Esta bien, lo tengo.— Dice mientras recupera el volante.—Vaya, te ves pálida. ¿Estás bien?
—Vi mi vida pasar por mis ojos, te voy a matar —Me recuesto en mi asiento. Termino el resto de mi helado.
—No me vas a matar—, desafía.—Piensa en lo plena que sería tu vida sin mí— Tenía un buen punto.
Lo miro de nuevo. —¿Te digo algo?
—Okey.
—Eres más inteligente que casi nadie en la escuela, te toma como cinco minutos terminar un libro—. Continúo mientras Jess solo asiente aquí y allá. —Recuerdas todo, podrías aprobar tus clases fácilmente. ¿Por qué no lo haces?
Cuando no me contesta, sólo mantiene el ojo en el camino que sigo. —No necesitas que te enseñe. Es una locura que estén hablando de retenerte.
—Lo que sea— es todo lo que dice.
—Podías hacer lo que quisieras o ser lo que quisieras.
—Cassie—, dice mientras ella intenta que me detenga.
Trato de pensar por qué en el mundo ni siquiera lo intentaría en la escuela. —Es como una cosa 'genial'
—Me podría importar menos ser genial.
—Bueno, entonces ¿por qué no lo haces tú?— Pregunto seriamente. —Infórmame, por favor.
—Nunca voy a ir a la universidad, ¿por qué perder el tiempo en la escuela secundaria?
Lo miro con sorpresa escrita en mi rostro. Sabía que no le gustaba la escuela, pero nunca pensé que no iría a la universidad. —¿Que?
Se burla de mis palabras. —Por favor.
—¿Por qué es tan loco pensar que podrías ir a la universidad?
—Pregúntale a mi madre. Estoy seguro de que ella puede darte un par de razones—, dice con amargura.—Y estoy seguro de que el director Burton podría intervenir con algunos buenos. De hecho, pregúntale a tu madre. Ella no me conoce muy bien, pero estoy seguro de que puede darte una razón.
—Wow, eres Kurt Kobain. La impresión de 'Soy tan incomprendido' es acertada— digo sarcásticamente. —Tienes que ir a la universidad.
—No, tu tienes que ir a la universidad—. Él me corrige.
Pongo los ojos en blanco. —¿No tienes ningún plan?
—Planeo salir de Stars Hollow.
Ya somos dos. —Pero puedes hacer mucho más.
Él suelta una carcajada ante mis palabras. —Aquí vienen los pompones.
—Sin pompones, solo digo que puedes hacer mucho más con tu vida—. Le digo honestamente. Ambos nos quedamos en silencio después de eso, no hay sonido excepto el motor y la radio sonando en el auto.
Jess interviene. —Así que Courtney, ¿Qué hay de ti?— Solté una carcajada ante sus imitaciones.
—¿Qué hay de mí?
—Te conozco desde hace un tiempo, pero ni siquiera sé lo que quieres hacer. ¿Cuáles son tus grandes ambiciones? —pregunta, luciendo genuinamente interesado.
—Yale—respondo.
—¿Y después de Yale?
—Voy a ser abogada —dije con confianza.
Me envía una sonrisa. —¿Legalmente Rubia?
—Hmm, más como Ally McBeal.
Él asiente junto con mis palabras. —¿Así que vas a ir a la corte y gritarle a la gente?
—¡Oye!— exclamo. —Los abogados hacen mucho más que gritarle a la gente. Ayudan a las personas que han sido engañadas y estafadas.
—Está bien—dice mirando inseguro.
Lo miro con desconfianza. —¿No crees que puedo hacerlo?— Realmente esperaba poder hacerlo. Esto era todo lo que quería desde que tenía diez años.
—No, no. Sé que puedes. Ya gritas bastante a Taylor y Kirk—. El me dice. —Simplemente no creo que tengas mucha acción aquí.
—Es por eso que planeo ir a Nueva York.
—¿En serio?— me mira hacia mí sorprendido. —¿Quieres salir de aquí?
—Hace años que quiero salir de aquí—. digo con sinceridad. Creo que fue la primera persona a la que le dije eso también. —Este lugar es tan sofocante a veces.
—Bueno, tal vez te vea allá en algún momento—. Dice con una sonrisa.—Puedo imaginarte en Nueva York. Te iría genial.
Miro mis manos en mi regazo. Realmente no sabía qué decir. Era tan dulce que a veces me dolía por dentro.
Cuando no dije nada, Jess habló. —Supongo que deberíamos regresar—. Comienza cuando yo asiento—. Prometí estudiar de todos modos.
—Lo hiciste— estoy de acuerdo.
—Entonces, si voy directamente aquí, estaremos de vuelta en casa de Luke—, dijo. —Pero si voy a la derecha, estaríamos dando vueltas en círculos—. Él mira hacia mí en busca de una respuesta. No tuve que pensarlo dos veces.
—Doble a la derecha.
—Como desees—, cita de La princesa prometida. Traté de no pensar en cómo eso significaba 'te amo' en el libro. Estoy seguro de que Jess sabía lo que significaba.
Miré su perfil lateral mientras él mantenía sus ojos en el camino. Su cabello oscuro casi se mezclaba con el cielo oscuro del exterior. Seguí mis ojos a lo largo de su mandíbula antes de descansar en sus labios.
'A la mierda', pensé. Si voy a besarlo, lo haré ahora. Me incliné hacia él en el mismo momento en que el auto se desvió.