Lo siguiente que les voy a contar me impresiona que no haya sido ya recopilado por alguien antes. Fue un evento que no sólo tiene muchos testigos, sino que también involucra a una figura que sin dudas tiene un gran peso en nuestro reino, o al menos lo tuvo un buen tiempo, hasta los sucesos que vamos a describir.
Como han de saber, el reino de Techtra está completamente hecho de acero mágico: esta aleación de metal color azulado que es completamente moldeable con la magia. No existe un sólo lugar de nuestro reino que no esté cubierto del mismo, y la ciudad se extiende tanto que llega hasta el océano, por lo que se dice que no existe otra cosa que no sea Techtra.
Supongo que lo saben, pero lo mencionaré por si alguien lo ignora. Los magos sobrevivimos gracias a que, en este reino, todo puede ser creado con magia. Hasta los elementos. Tenemos huertos artificiales construidos con tierra mágica, regados con agua del mismo origen y producidos por semillas que sí son originarias de otros lados.
Aquí cualquier cosa que necesites se puede fabricar por medio de un hechizo llamada crear, mismo que únicamente la familia D'Arc puede usar fuera de Techtra, pues ocupa poder divino para funcionar y se nos dio ese regalo al construirse nuestro reino por el mismísimo padre de las bestias sagradas.
Ahora, hay algo que definitivamente no puede ser creado en nuestro reino. Algo que las bestias sagradas ciertamente no hicieron, y eso es «luz».
Esto es obvio, la luz fue una invención del gran amo Pridhreghdi y pertenece a la familia de los dragones únicamente. No existe ser en nuestro mundo, además de los Pridh, que pueda crear luz. El problema real es que los magos que vivimos en Techtra, en realidad, sí podemos atentar en crear luz. El hechizo regalado por sí lo permite. Desgraciadamente, las consecuencias son horribles.
Este hecho sí está bien documentado, pueden buscarlo en los libros de historia que relatan los primeros años de la ciudad. Fue entonces cuando Ashraf, el campeón de la leyenda, usó el hechizo para crear luz, lo que terminó resultando en uno de los eventos catastróficos más aparatosos de Techtra: un horror luminoso.
Los horrores luminosos son criaturas de pesadilla, como lo son todos los horrores, pero hecho de un elemento que se supone es lo opuesto a dichas monstruosidades nauseabundas, lo que los hace muchísimo más peligrosos que uno común.
Estas cosas son esencialmente amalgamas de luz, encerrada en la piel siniestra de lo que parece ser un dragón deforme, con la habilidad de erradicar a cientos de seres vivos con su simple aliento. Eso fue lo que se creó, y eso mismo fue lo que mató a Ashraf y a otros magos que vivían en Techtra en esos entonces.
El rey Tarek, al enterarse de esto, hizo frente al horror, mismo que lo dañó considerablemente y estaba a punto de asesinarle sin más, pero nuestro primer soberano tomó la decisión de sacrificarse en nombre de nuestro reino y se creó a sí mismo una armadura hecha de oscuridad pura, lo que tuvo el mismo efecto de crear luz, volviéndolo un ser de tinieblas que pudo hacer frente a su contrario.
Al confrontarse, ambas figuras se mezclaron hasta volverse una misma y estallar, desaparecidas ambas al final y generando un enorme pozo en el lugar de la explosión. Ese lugar no sólo se recubrió con acero, sino que se volvió un parque en conmemoración a nuestro rey Tarek y su valiente hazaña, en donde se puede ver una estatua del mismo, por encima de una hermosa fuente que brilla con agua cristalina que siempre fluye de ella.
Es aquí donde la historia que quiero relatarles comienza.
El parque es un sitio donde comúnmente se puede encontrar a los magos descansando. También es usado para hablar a los pequeños sobre Tarek y nuestra historia como uno de los siete reinos, así como la importancia de no tratar nunca de crear luz u oscuridad con el hechizo.
Esto quiero decir que, por altas horas de la noche, nadie se encuentra rondando el lugar, y mucho menos sentado por ahí leyendo, pues sería una verdadera tontería hacerlo con tanta oscuridad por más que uno quisiera estar solo.
Cuando alguien está en el parque a altas horas de la noche es porque ha salido tarde del trabajo y va a su casa, por lo que tiene que pasar cerca o a través del lugar en favor de llegar a su destino un poco más pronto. Comúnmente le pasa a la gente que trabaja en la zona oeste y vive en la norte, pues el parque se encuentra entre ambos sitios.
Ya habiendo aclarado eso, se sabe que, durante una larga temporada, la gente contaba que, a las doce de la noche, si tenias la mala suerte de pasar por el parque, se podía presenciar como, por encima de la estatua de Tarek, aparecía flotando una balanza hecha de un cristal transparente. Al verla, la gente decía que aquella comenzaba a moverse a un lado, cargándose ya sea de una espera de luz o inclinándose al contrario gracias a una bola de oscuridad.
Obviamente, cada mago sabe lo que relaté hace unos momentos, de manera muy detallada, por lo que la mayoría corre al ver este fenómeno, pero una chica no lo hizo, una llamada Rosa Huggs, alguien que sin duda es de admirarse.
La joven mago, llena de la curiosidad innata de nuestra raza, se acercó con su báculo mágico en mano, y observó cómo la balanza se inclinó hacía el lado de la luz hasta tocar lo que sería el máximo. Esto provocó que un sonido extraño fuera percibido por la joven, a la par que, desde dentro de ella, se produjera un espectro oscuro que comenzó a salir de su pecho, como si de un ser parasitario fuera, y aunque esto no la lastimó físicamente, sí lo hizo de manera espiritual.
Rosa cayó al suelo, inconsciente, y fue encontrada por otros magos al día siguiente.
Un experto en maldiciones del reino, llamado Arturo Gan, encontró que efectivamente la mujer había sido maldita, mas no le era posible saber con qué objetivo o cómo lo hicieron, pues las maldiciones funcionan de muchas maneras y hay varios gatillos que las activan. Las más comunes son las que los espectros ponen a zonas donde murieron y, al traspasar una cierta área, quedas maldito. No obstante, no podía ser eso, porque muchos magos pasan por el parque y era la primera vez que esto pasaba.
El hecho llegó a oídos del actual rey, Parada, mismo que ordenó a un grupo de guardias investigar el suceso durante la noche. Fue entonces que varias personas advirtieron lo que habían visto en el lugar con anterioridad, la dichosa balanza, y lo que pasaba si te quedabas mucho tiempo.
Las anécdotas no sorprendieron al soberano, sólo inflaron su decisión en mandar a la guardia real a tratar de resolver el misterio, e incluso llamó a quien quisiera ser voluntario para atender el problema, algo que todos recibimos, pero poco acudimos al llamado.
Por mi parte no pude ir porque había sido una semana muy pesada y no quería desvelarme, y menos mal que no lo hice, porque lo ocurrido sí que marcó historia, por eso me extraña que no esté ya registrado en algún otro medio.
A las doce de la noche del día siguiente a la caída de Rosa, diez guardias de elite del rey, acompañados de quince personas, presenciaron la aparición de la balanza. Los civiles tomaron sus T-pad y se dispusieron a grabar lo que fuera a pasar, armados con sus báculos y hechizos de protección. Cuál fue su sorpresa al ver cómo la balanza apareció y comenzó a inclinarse hacia el lado oscuro, cosa que llamó la atención de todos.
En los videos captados, se puede ver perfectamente cómo de todos los presentes, al llegar la balanza a inclinarse hasta el punto más bajo del lado tenebroso, salía del pecho de los magos un ente luminoso que escapó de cada uno de ellos y fueron a dar a la otra pesa de la balanza, hasta finalmente dejarla nuevamente en perfecto equilibrio.
Justo así, todos los presentes se desmayaron y cayeron presa de la maldición, al igual que Rosa.
El video recorrió todo el reino, y Arturo, aunque vio el suceso, no supo decir exactamente qué era lo que había sucedido, por lo que el rey prohibió a todos acercarse a la plaza en la noche hasta descubrir qué era lo que estaba pasando.
El hecho dejó a todos anonadados, atemorizados y a otros, como yo, curiosos de saber de qué se trataba. Mucha gente en el reino investigó sobre ello, buscaron alguna relación o hecho antiguo relacionado con la luz y la oscuridad, o datos sobre balanzas mágicas, hasta que a una persona se le ocurrió algo, a un mago que en la antigüedad había sido reprendido por el reino gracias a su investigación profunda sobre la luz que el rey ya había prohibido antes. Su nombre es Henrick Hovell, y sin dudas se trata de no sólo un hombre fuerte y de buen ver, sino de alguien sumamente inteligente y de gran experiencia.
El hombre, decidido, fue a buscar a la única persona que también tenía interés en la magia de este tipo, mismo que era la mano derecha del rey Parada en esos momentos. Su nombre era Caesar Okxlah, y se trataba de un hombre talentoso que todo el reino conocía por ser sumamente poderoso. Él siempre se encontraba encerrado en el castillo alimentándose de mucho conocimiento y aportaba a las bibliotecas con sus tesis y desarrollos de la magia día a día. Era todo un ejemplo a seguir.
Henrick y Caesar fueron cercanos cuando eran jóvenes, por eso el primero sabía perfectamente del interés del mago hacia la magia de estos orígenes. No obstante, se llevó una gran sorpresa al escuchar de parte de su antiguo amigo que no le interesaba para nada lo que estaba sucediendo en el parque, y que, además, no quería saber ya nada de la magia relacionada con la creación de luz u oscuridad.
El hombre se impresionó de escuchar eso, pero no se dejó engañar, por lo que simplemente se disculpó y retiró de inmediato sin hacer mucho escándalo.
Al llegar a casa, Henrick decidió no dejar las cosas así e investigar a Caesar de cerca, pues tenía una corazonada, por lo que se mantuvo cerca del parque hasta que sucediera lo obvio.
Burlando la seguridad, un mago trató de destruir la balanza, pues una de las victimas era cercano a ella y deseaba que despertara de la maldición. Desgraciadamente, nada le hizo efecto al objeto cristalino y del cuerpo de la mujer salió un espectro luminoso, mismo que equilibró la balanza, para luego ambas fuerzas salir disparadas lejos del parque.
Henrick siguió dichas esferas con cautela, y su sorpresa fue enorme al ver que, efectivamente, Caesar recolectó ambas dentro de una especie de pirámide triangular de cristal, para luego dentro ambas energías tratar de mezclarse y generar lo que se le conoce como nuxon.
El nuxon es la combinación heterogénea de luz y oscuridad. Los dragones llaman así a este intento de equilibrio de fuerzas y es un tipo de elemento que únicamente ellos han podido usar, a excepción del humano Joseph, perteneciente a la maldita Elite de fuego.
Lo sabía, Henrick sabía que era imposible que Caesar se rindiera en su sueño de toda la vida, el cual era manipular el nuxon, como lo hacía Joseph. Por eso trabajaba en el castillo de manera extenuante, esa era la razón por la que aguantaba los maltratos de Parada, a quien odiaba profundamente, al igual que a Santi Momoko, la mano izquierda del rey y compañero del mismo Caesar.
Sin pensarlo, Henrick hizo lo correcto y denunció al hombre ante el rey, enfrente de sus dos manos. En un principio, Parada rechazó la acusación, pero Santi creyó en el ciudadano, y en favor de ayudar a los malditos, se dispusieron a ir hasta la casa de Caesar, el cual, en la sala del trono, en medio de la acusación, usó la magia que había aprendido del nuxon para tratar de matar a todos los presentes y así salirse con la suya.
Por suerte, los magos experimentados pudieron sobrevivir al primer ataque, aunque los guardias no contaron con la misma suerte.
Santi, Henrick y Parada estaban listos para atacar a Caesar, y aunque este logró usar poderosa magia nuxon antes, parecía estar sumamente agotado por esto, así que decidió huir, acción que puso en gran alerta a todo el reino.
La guardia real completa se movilizó, y los tres magos, ya curados, se presentaron en la guarida de Caesar, en la zona norte, donde el mago estaba ya esperándoles con una balanza de cristal en mano.
El criminal prometió irse sin lastimar a nadie más si lo dejaban irse, sin embargo, Parada le negó aquello.
—El único lugar al que vas a ir es a los calabozos del palacio, y de ahí, probablemente a Grimhergard. Tus crímenes atentan contra la seguridad de los siete reinos, y como soberano de uno de ellos, te condeno a permanecer encerrado por el resto de tus días, Caesar Okxlah —dictó el rey, cosa que sólo provocó una siniestra sonrisa en el criminal, mismo que estaba listo para atacar.
Muchos suponen que él hubiera ganado sin dudas el confrontamiento, que los espectros luminosos u oscuros hubieran sido absorbidos sin problemas de cada uno de los magos presentes, de no ser porque hubo una intervención.
La balanza no pudo inclinarse a ningún lado, y eso era porque había alguien ahí que lo estaba impidiendo. Se trataba del mismísimo Joseph, quien había sido llamado gracias a que Henrick es muy cercano a Herald, otro miembro de la Elite de fuego.
—Me temo que ya se acabó, Caesar. Entrega la balanza y déjate arrestar por las buenas —enunció el joven de piel moreno al dar unos pasos al frente junto a Herald, mismo que tenía sus manos tras la espalda y estaba a la expectativa de lo que sucediera.
—No... ¡No voy a dejar que mi esfuerzo, el trabajo de mi vida, se detenga por unos malditos envidiosos, egoístas y cobardes como ustedes! ¡Para avanzar se necesitan sacrificios! ¡Para mejorar debe haber dolor y sangre de por medio! ¡El progreso está siempre manchado por aquellos que dan su vida para que las nuevas generaciones disfruten del buen mañana! ¡Tú lo sabes, Herald! ¡Diles! —Se escudó el hombre, respondido por el ciborg.
—Lo que haces es ilegal. Aunque tengas razón, el uso de magia relacionada con la luz y oscuridad en este reino es sumamente peligroso. Además, estás usando a personas de tu propio reino como agentes de prueba sin su autorización. Eso es patético. Yo jamás haría eso —una vez declarado eso por el humano de acero, Caesar atacó con todo su poder sobre el nuxon a los presentes.
Herald se envolvió en su capa y desapareció, mientras que Joseph, con sólo poner su mano derecha enfrente, creó una enorme barrera de nuxon que protegió a todos los presentes, a la par que se cubrió a sí mismo del elemento y estaba listo para atacar.
Para la mala suerte de Caesar, ese movimiento lo hizo caer al suelo de rodillas, completamente agotado, lo que facilitó a Herald aparecer detrás de el y esposarlo con silenciadores, finalmente arrestando al hombre, mismo que dejó sus gafas caer al suelo.
La otra balanza fue removida por Joseph, el cual prometió entregar ambas a los dragones, pues, sin dudas, eran objetos sumamente extraños y peligrosos, al igual que toda la información que Caesar había obtenido de sus investigaciones con ella.
También, el miembro de la Elite de fuego consiguió liberar las entidades que escaparon de los cuerpos de los magos para regresarlas a sus «dueños» sin problemas. Joseph explicó que se trataba del aura de cada uno de los maldecidos, manipulada por la cantidad de luz u oscuridad que tenían dentro de sus cuerpos por diferentes factores. Aparentemente él era inmune a la balanza gracias a que dichas fuerzas dentro de él están completamente equilibradas.
Al final, quedan varios misterios detrás de todo lo dicho, como lo son: ¿Cómo creó Caesar las balanzas de cristal? ¿Desde hace cuánto tiempo estuvo recolectando esas entidades sin que nos diéramos cuenta? Pues había más en su laboratorio que la cantidad necesaria para despertar a los magos, mismos que Joseph se llevó también con la ayuda de Herald. Por último, ¿dónde se encuentra Caesar Okxlah? El hombre desapareció de su cárcel una noche antes de su juicio ante los siete reinos, y nadie ha sabido de él. O al menos eso se quiere creer aquí en Techtra.