Me encontraba cursando mi ultimo año de universidad en mi ciudad natal, Lyon. Varios de mis profesores me insistían en que empezara a aplicar para oportunidades de trabajo pues era lo mejor que podías hacer para asegurar un trabajo después de que uno se graduase.
-Tengo nervios, Lizzy- le decía a una de mis amigas cercanas que tuve desde la infancia.
-Puedes con esto, Maude. Verás que en cualquier lado te van a aceptar gracias a tu inmensa capacidad que portas- apoya Lizbeth.
Rebeca se acerca a nosotras -Vamos, linda. No hay nada de que preocuparse. Por algo aplicaste para infinitas empresas. Si una no te llama, lo mas seguro es que otra lo haga. No pierdas la esperanza.
-Gracias, chicas. Sus palabras me hacen sentir mejor- las abrazo a las dos.
-Maude!! Rebe!! Papá y mamá dijeron que me podían llevar al parque- llega nuestro hermanito Matteo a invadirnos.
-Creo que todas necesitamos un pequeño respiro, no?- invita Reb
-Yo creo que si. Vamos Maude!- insiste Liz y los cuatro salimos a dar la vuelta al parque cercano que hay.
La tarde se nos pasa muy rápida hasta que una vez de regreso a casa, mi celular vibra, atiendo la llamada y era un número que desconocía -Si, bueno?- la persona me respondió diciendo que era uno de los empleados de una de las compañías que apliqué diciéndome que había sido aceptada -De verdad?! Muchas gracias!! No sabe la alegría que usted me puso!- finalizamos la llamada con unas miradas confusas a mi alrededor.
-Asumo que obtuviste el trabajo- incita Liz.
-Si!!- chillo y todos me abrazan.
-Ya vez! Te dije que lo lograrías, hermana- recuerda Rebeca.
Matteo me lanza una mirada de tristeza -Me vas a abandonar?- pregunta con un puchero.
Me agacho para estar a su altura -No, Matty. El trabajo es en la ciudad. Seguiré por aquí, no te preocupes- le revuelvo su cabello y este me sonríe.
Nos metemos a la casa de nuestros padres y tenemos una cena de celebración de mis logros. Tiempo después Reb tuvo que partir a Paris pues solo estaba de visita en Lyon al igual que Liz debía regresar también a su casa, así que nos despedimos para poder descansar.
Desperté de un buen humor dispuesta a tomar mis clases y terminar los trabajos que me habían mandado, no había nada en estos momentos que podía hacerme cambiar de humor...
-Srta. Arreola?- de nuevo me hablaron de mi nuevo empleo. -Ha habido un cambio de planes. La demanda para trabajar en la cede de Lyon esta muy saturada, así que decidimos mover algunos empleados a otra nueva locación en Nice, y usted fue uno de los empleados elegidos para comenzar en la otra ciudad.
No puede ser...
Por qué mierdas tuve que ser transferida fuera de mi ciudad?!
Ahora qué hago? Esta empresa fue la única que aceptó mu currículum y rechazarlos solo ocasionaría que dejara pasar una oportunidad para comenzar a trabajar. Lo malo era que donde diablos me quedaría? Conseguir apartamentos en Francia era complicado.
-Está todo bien, hija?- pregunta mi mamá cuando bajo a desayunar -Oí que te hablaron por teléfono- decido contarle mi situación a mamá y en eso papá también estaba por ahí.
-Espera un segundo! Acaso ya les cancelaste?- me pregunta y yo niego -Tengo a unos amigos que su hijo está viviendo en Nice!! Puedo decirles de tu situación!!
Oh no... sabía de quién se refería...
-Descuida, papá. No te molestes, yo busco la manera de conseguirme un lugar donde vivir.
-Maude, sabes que las listas de espera para un apartamento son de mínimo un año?- casi me atraganto al escucharlo decir aquello -A menos que encuentres a alguien mas de roomie que sea de confianza, podrás irte. Pero yo tampoco me fío de otros. Hija, confío en el hijo de los Gouiri...
-Mira! Deja pensarlo, ok? Es mucho que tengo que procesar- pido calma.
-No te cae bien Amine?- mamá se atreve a preguntar calmada.
La respuesta? Mi pasado con Amine Gouiri es complicado.
Amine Gouiri
Me encontraba platicando con mis amigos en el apartamento de Kasper y Danny. Estábamos teniendo una tarde cómoda cuando mis papás me hablaron avisando que Maude Arreola buscaba lugar donde vivir en la ciudad de Nice.
-No sabrás si hay apartamentos disponibles por donde vives o...?- preguntaba mi mamá.
-Puede quedarse a vivir conmigo- un extraño impulso hace que conteste sin tan siquiera pensarlo.
-Perfecto! Sabia que podía contar contigo! Le pasaré tu contacto a Maude para que se pongan de acuerdo!- finalizamos la llamada.
Oigo como se acercan por detrás mio -Está todo bien?- pregunta mi hermana Valentina.
-Creo que acabo de conseguir un roomate?!- apenas estaba asimilando lo que pasó.
Val abre los ojos -Quién?
-Maude...
-AHH!!! Qué genial!! Así los dos pueden retomar lo que dejaron en Lyon y...- exclama emocionada pero la interrumpo.
-Val, yo no creo que Maude quiera siquiera mirarme a los ojos. No después de lo que le hice- confieso recordando aquel día.
Mi hermana me abraza por los hombros -Velo de este modo, Maude esta tan desesperada en buscar donde dormir que tuvo que recurrir a ti! No quieras echar a perder esta oportunidad porque después te vas a arrepentir. Te lo digo por experiencia- advierte.
Acaso esto era buena idea? Que Maude y yo viviéramos bajo el mismo techo? No niego que me emociona volver a verla después de dos años que nos separamos. Aún así, siento nervios de lo que se aproxima en el futuro.