DESASTRE
ENTRE A LA HABITACIÓN CON LA CAJA DEL VESTIDO QUE ALICE ME HABÍA DADO. No me gustaba usar vestido, en todo caso usaría una falda, pero no me quedó otra opción. Estaba en la casa Cullen, preparando todo para que en unos quince minutis llegase Izzie, cuando estaba ayudando a Esme, Alice me arrastró hasta el cuarto para que me ponga el vestido.
Primero me maquille un poco, no muy cargado. Me puse el vestido, admirando el color azul marino que tenía, no era demasiado ajustado pero a partir de la cintura era más suelto. Mire el cierre detrás sin poder alcanzar.
- ¿Te ayudo? - Me giré para ver a Carlisle que estaba de brazos cruzados apoyado contra el marco de la puerta
- ¿Hace cuanto está ahí, doctor Cullen? - Pregunté coqueta mientras veía como se acercaba
- Desde que te oí decir "maldito cierre, ¿No había ropa asgardiana? Esas no tienen cierre" - Me reí tapando mi boca al saber que había dicho eso
- Lo siento - Me disculpe y él sólo negó riendo un poco
Vi como dudaba un poco en acercar sus manos hasta que las colocó en la parte baja de mi espalda haciéndome estremecer un poco, subió con suavidad su mano hasta el cierre, para subirlo con cuidado. Mire por el espejo como seguía la mirada del cierre hasta subirlo por completo y bajar nuevamente la mano hasta mi cadera. Me miró al espejo con una pequeña sonrisa antes de besar mi mejilla.
- Tú hermana ya llegó - Avisó antes de ofrecerme su brazo para que entrelaze el mío y bajaramos
Fuimos juntos a la sala donde estaban ya todos, a excepción de Alice que fue en busca de mi hermana, aún así había podido ver como ella y Rosalie tenían vestidos de color negro que resaltaban a ambas, los hombres estaban vestidos más elegantes, Esme tenía un vestido morado. Me coloqué a un lado de Jasper y él colocó su mano en mi cintura.
- Te ves hermosa - Alagó besando mi coronilla
- Yo siempre estoy hermosa, soy Leona - Me encogi de hombros escuchando como se reían
Vi como Alice venía dando saltitos, y mi mirada nos e despegaba del escote de su vestido, maldecia mis hormonas adolescentes en ese momento. Bella venía detrás de ella con Edward bajando las escaleras, casi tropezando al final.
- Lamento todo esto, tratamos de controlar a Alice - Carlisle fue el primero en recibirla con Esme. Emmett caminó hasta quedar a un lado de Edward pero yo me mantuve con Jasper
- Como si eso fuera posible - Bromeó Esme abrazando a mi hermana - Feliz cumpleaños Bella - Ella agradeció torpemente y Alice les sacó una fotografía
- Me ofende que traten a mi Alice de incontrolable cuando claramente lo es - Bromee señalando como acababa de tocar las cosas de mi hermana sin permiso haciéndolos reír
- La encontré en tú bolsa ¿Te molesta? - Preguntó tímidamente pero mi hermana negó
- Y ahí vemos un claro ejemplo de que nadie puede negarle algo a Alice Cullen - Volví a bromear oyendo sus risas
- Tú menos - Se burló Jasper viéndome divertido
- Nosotros menos - Corregí señalandonos, ambos asentimos riendo
- Saliendo con mujeres mayores, excelente - Felicitó Emmett pero Edward negó viéndolo incrédulo - ¿Qué?
- Déjalo - Golpee el hombro de Edward y él rodó los ojos
- Tú primero Rosalie - Alice le dió el regalo para que se lo diese a mi hermana, ella suspiró rendida antes de tenderselo sin muchas ganas
- Es un collar, Alice lo escogió - Eso fue raro e incómodo, resoplé una risa viendo como Emmett hacía una mueca incómoda algo cómica
- Gracias - Murmuró antes de que Alice arrastrará bastante a la fuerza a Edward para que se colocara a un lado de mi hermana así sacarles una fotografía
- Este es de Emmett - Le entregó otro paquete, Bella lo agitó un poco tratando de oir un sonido pero no escuchó nada, miró a Emmett curiosa
- Ya lo instale en tú camioneta, al fin un equipo de sonido decente en ese montón de cha...
- Oye - Frenamos con Izzie al unísono - No le digas así - Pidió mi hermana
- No seas irrespetuoso con la Pickup Swan - Pedí escuchando sus risas mientras Izzie se giraba a por el otro regalo
Vi como Alice daba saltitos hasta le mesa donde estaba el último regalo para mi hermana. Sentí un pequeño malestar en mi pecho así que lleve mi mano allí.
- Abre el de Esme y Carlisle - Pidió Alice
- Algo para iluminar tú día - Comentó el patriarca sonriendo, vi como Edward me veía curioso
- Es que te he visto algo pálida - Siguió Esme. Edward se iba a acercar a mi al ver como sostenía mi pecho, pero antes de hacerlo...
El caos se desató.
Pareció que todo fue en cámara lenta.
Izzie giró un poco el regalo tratando de buscar la envoltura, hasta que fue a una esquina para intentar abrirlo y accidentalmente se cortó un poco el dedo. Sentí mi respiración fallar, como todos veían la gota de sangre asustados, Edward cambiando su mirada de mi a Jasper quien se había tensado como la cuerda de un arco.
- Me corté
La gota de sangre cayó a la alfombra. Mire a Jasper asustada pero él no reaccionó, se soltó abruptamente de mi por lo que retrocedi un poco tropezando y cayendo al suelo, alce la mirada justamente cuando Edward empujaba a mi hermana lejos de él y Jasper que corrió hasta ellos. Mire a Izzie que se había golpeado con los demás cristales, cortándose más en el proceso. Edward empujó a Jasper haciéndolo caer sobre el piano, rompiendolo.
Sentí mi garganta congelada, retrocedi asustada hasta chocar mi espalda contra la pared mientras miraba a mi hermana en el suelo sosteniendose la herida, a los chicos sosteniendo a Jasper y me vino un deja vu de cuando sostenían de misma manera a James. Mi respiración se aceleró y entrecortó, sólo podía ver borroso con los recuerdos del estudio de ballet mezclados con los de ahora.
Izzie estaba sangrando en el suelo por la herida de su brazo.
Izzie estaba convulsionando por la mordida en su brazo.
Emmett sostenía a Jasper mientras Alice tomaba su rostro.
Emmett sostenía a James mientras Alice le arrancaba la cabeza.
Edward miraba con culpa a Izzie.
Edward miraba con dolor a Izzie.
- Leo
- Leo
Alce la mirada borrosa, no podía ver nada debido a mis ojos cristalizados, pero pude distinguir a Edward que me miraba justamente como en el estudia de ballet. Me tomó al estilo nupcial con cuidado antes de caminar conmigo encima.
- Respira Leo
- Respira Leo
Lo abrace por el cuello, llorando cual niña asustada, siendo el cobrizo mi soporte como en ese día, siendo él único que estaba y me entendía. Lo abrace con fuerza, aferrandome a su cuerpo frío mientras escuchaba sus palabras bajas para que me calmase.
No supe cuanto tiempo estuve de esa manera. Llorando en el hombro del cobrizo.
Pero cuando levanté la mirada, me di cuenta de que él me tenía abrazada sobre mi cama, su cabello estaba desarreglado, sus ojos con lagrimas estancadas y acariciaba mi cabello.
- Lo siento tanto, Leo - Susurró con una mirada vacía
- No fue tú culpa - Susurre con la garganta seca debido al llanto mientras me aferraba a él
- Te prometí cuidar de Bella - Murmuró con voz ronca y culposa
Lo mire unos segundos, viendo como sólo faltaba ver su rostro para notar la batalla mental que estaba teniendo, el dolor que sentía, la culpa.
- Te quiero, depresivo con pelos de mango chupado - Sonreí con amargura recordando el primer apodo que le puse, él rió secamente con el mismo sentimiento - Eres mi amigo ¿Lo sabes?
- También te quiero, morocha. Y quiero que sepas que eres mi única verdadera - Se sinceró antes de besar mi frente - Debo ir a casa
Asenti separándome. Se levantó acercándose a la puerta de mi habitación, la abrió despacio antes de girarse a mi con algo que no supe diferenciar en su mirada, había tristeza pero algo más. Le di una casta sonrisa, a penas visible pero que él devolvió para luego salir y cerrar la puerta.
Me abrace a mi misma tratando de olvidar esos recuerdos, me sentía seca, como si ya no tuviese lagrimas que sacar pero quería desquitarme, quería llorar, gritar y golpear, sentía impotencia, me sentía débil. Pase las manos por mi cabello, tirando de ellos con desesperación.
Se escuchó que tocaron la puerta.
Frunci el ceño confusa. Me limpie sin muchas ganas el rostro para bajar con desgana las escaleras, no quería abrir, pero estaban insistiendo demasiado. Mi cuerpo pesaba, tenía ganas de golpear a alguien, estaba molesta. Puse mi mano sobre la perilla antes de bajarla y abrir la puerta.
- Te ves como la mierda
Fue lo primero que escuche, levanté la mirada para ver a Jared que me veía con las cejas alzadas, detrás de él estaban los chicos en el auto. Mire a mi mejor amigo sin entender hasta que encima de mi cabeza se encendió un foco. El no cumpleaños de Izzie.
- No tengo ánimos de salir Jared - Me apoye sobre la puerta tratando de no llorar - Tuve un mal día
- ¿Eso a mi que? - Se señaló mostrando irritación, lo mire incrédula, estaba admirando mi estado horrible - Te ves como la mierda pero Leona Swan nunca rechaza una fiesta, mucho menos si está su mejor amigo al cual no ve por estar saliendo con quien sabe que es y siempre fuimos así. Leona y Jared.
Lo mire abultando un poco el labio inferior para no llorar, pero se me escapó un sollozo y se alarmó por lo que se arrojó a abrazarme rápidamente.
- Tuve un día de mierda - Lloré aferrandome a él, clavando un poco mis uñas en su espalda pero necesitaba un abrazo fuerte como los que sólo él sabía dar
- Ey, no llores, esa no eres tú - Se alejó para tomarme de las mejillas y limpiar mis lagrimas - Tú sólo lloras por Tony Stark, Pietro Maximoff, Loki Laufeyson y Natasha Romanoff. Tienes prohibido llorar por cualquier cosa, nada ni nadie se merece tus lagrimas ¿De acuerdo?
Asenti a duras penas. Aveces amaba a Jared porque me hacía ver cosas que olvidaba o no sabía que estaban ahí. Nunca lloré por amor, tal vez preocupación por mis ataques pero el siempre estaba ahí para calmarme.
- Vas a subir a ese auto, Allison va a arreglar tú maquillaje, vas a olvidar tus problemas con alcohol y mañana será como si nada hubiese pasado, como en los... - Me miró con una pequeña sonrisa
-... viejos tiempos perras - termine sonriendo un poco
- Exacto, ve a buscar un abrigo que tenemos un no cumpleaños que festejar
¿Dónde estaba?
No lo recuerdo.
Caminé torpemente sosteniendome de la pared hasta ir a un rincón de la fiesta que estaba vacío, me eche en el suelo limpiando el sudor de mi frente para después tomar un largo trago de la botella de alcohol que tenía en mi mano. Así había estado las últimas horas, bebiendo hasta no dar más, como Thor en un bar con sus amigos.
Todo para tratar de borrar lo que sucedió con Izzie.
Pero sólo parecía que los recuerdos se intensificaban.
Subí mis rodillas hasta apoyarlas contra mi pecho, me apoye sobre estas con los brazos cruzados mientras leía desinteresada la etiqueta del alcohol, viendo los borrosos recuerdos de mi mente. A penas podía recordar que habíamos llegado a la fiesta, Allison se había ido a bailar, Jared se apartó con Marina a besuquearse y Paul... Él apareció justo frente a mi, levanté la mirada por inercia cuando las luces de la fiesta parecieron apagarse pero sólo fue Lahote, que se colocó delante de estas, haciéndome sombra.
- Morocha ¿Cierto? - Se sentó a mi lado viéndome con preocupación
- Saco de esteroides bronceado ¿Cierto? - Lo señale riendo un poco, mis palabras eran arrastradas, parecían pesar y hablaba con bastantes trabas
- Lo tomaré como cumplido - Me quitó la botella por lo que lo mire ofendida - Ya estás muy alcoholizada, vas a terminar mal si sigues así
- Gracias papá - Bufe echando mi cabeza hacía atrás - Es mi manera de ahogar penas ¿No es la tuya?
- No, la mía es el enojo - Admitió dejando la botella a un lado - ¿Te conozco de algún lado? Sin contar la vez que caí de rodillas delante de Allison y cuando me viste en su casa. Ahora que me doy cuenta siempre me viste en malos términos
Reí un poco nuevamente asintiendo a eso, era cierto. Sabía de él por como Allison y Jared lo habían descrito, chico que coquetea con todo lo que caminase, bastante egocéntrico y carismático.
- No lo sé - Admiti tratando de recordarlo
- Te me haces familiar - Frunció el ceño analizando mi rostro - Yo jamás olvido a alguien, tal vez los nombres pero no los rostros
- Yo pongo apodos para no olvidarme - Admiti riendo y él silvó riendo mientras asentia
- Creí que era el único - Se sinceró compartiendo mi risa - Allison y Jared han hablado demasiado de ti
- De ti igual - Asenti viendo a ambos que bailaban con Marina en la pista - Dijeron que eres egocéntrico, pero amable
- A mi que tenías un gran autoestima pero los hacías reír - Admitió viendo en la misma dirección
- ¿Soy yo o todo da vueltas? - Pregunté sintiendo que dejaba de estar conectada al suelo - Y mi estómago también da vueltas
- Vas a vomitar - Se apresuró a levantarse para girarme y sostener mi cabello, justamente cuando largaba el líquido asqueroso
Que asco.
- en serio que estas en la mierda - Se burló riendo
- Tengo demasiada mierda que tuve que ahogar - Me sostuve de la pared - No lo entenderias, además de que te hablo porque ellos me lo pidieron, pero esperaba que fuesen ellos los que me consolaran por mis penas
- Allison esta muy ebria para hacerlo, Jared esta muy concentrado en Marina y ella no puede contra los encantos de él - Respondió - Y si cinco vamos a una fiesta, cinco volvemos, por eso te vine a auxiliar
- Gracias Paul - Me levanté yendo a la barra para tomar unos pañuelos y limpiar mi boca
- De nada morocha, pero debemos averiguar de donde te conozco, porque sino tendré la duda y no se saldrá de mi cabeza - Pasó uno de mis brazos por sus hombros - Y debemos ir a dejarte a ti y Allison en un hotel para que duerman
- ¿Hotel? - Pregunté confusa
- Estamos en Seattle morocha, y es la tercera fiesta a la que asistimos
Abrí los ojos sorprendida pero luego me empecé a reír sabiendo que eso era algo común cuando Jared y yo salíamos.
- ¡No podemos irnos, Edward! Lastimaremos a Leo
Mientras la morocha Swan estaba delirando en la fiesta, siendo ayudada por Paul Lahote para ir a dormir. En la casa Cullen se desataba el desastre por lo que sucedió en el cumpleaños.
- ¿Y qué hay de Bella? Si nos quedamos será ella quien sale lastimada - Suplicó con lagrimas en sus ojos, estancadas ya que no eran capaces de llorar
- Pues vete sólo, no voy a lastimar a Leo - Sentenció Alice
- No será lo mismo. Saben que si ustedes se irían por su seguridad, yo iría con ustedes, sería injusto que Leo estuviese con ustedes y Bella sufriese por mi, ¿Qué pasa si es Leo la próxima vez? ¿No se irán ahora para irse luego? - Podían ver las lagrimas de impotencia en los ojos del cobrizo
- ¿Desde cuándo te importa Leo? - Preguntó Rose o más bien bufó
- Puedo pelear con ella pero le tengo cariño - Murmuró dolido de esa acusación
- ¿Piensas lo que nos estas pidiendo hijo? Vamos a lastimarlas, a ambas - Habló Carlisle con su usual calma
- Claro que lo hago - Se quejó para mirar a Rose - Tú más que nadie debería entenderme, ¿Querías una vida humana? Estas poniéndote en medio del camino de Leo, podrías dejar que ella envejezca, tenga hijos y nietos, podría enamorarse de alguien que quisiese sin sentirse atada por el lazo de compañero que tiene con ustedes
Había tocado la fibra sensible de la rubia.
- Edward - Gruñó Emmett!
- No, tienen que entender, por mi, por Bella, por Leona - Se giró a Jasper - ¿Crees que tienes control? Esto con Bella sólo fue una demostración de que te falta práctica. ¿Qué hubiese pasado si hubiera sido Leo? Tal vez no te llama la atención su sangre, pero simplemente porque no está a flote ¿Pero si su sangre hubiera salido? Lo único que verías sería una gota que te pediría a gritos beber, hubiera sido ella
- Pero no lo fue - Respondió rápidamente Alice
- Tú no pudiste evitarlo - Señaló a su hermana con voz quebrada - Incluso tú misma estas entre la espada y la pared porque tus visiones estuvieron fallando, ni siquiera ves el futuro de Leo a menos de que este a punto de pasar. Si llegará a tener un accidente no lo sabrías hasta un minuto antes de que suceda
- ¿Es en serio Edward? - Preguntó Emmett viéndolo de mala manera
- ¿Recuerdas por qué nos mudamos a Forks? - Se giró al azabache - Porque tú rompias la dieta animal todo el tiempo y casi nos mostrabas ante el mundo más de dos veces, porque tuvimos que mudarnos ya que no pudiste controlarte con tus dos últimas tuas cantantes
La familia quedó en silencio viendo al hijo menor que solamente quería evitar un desastre. Quería evitar que su compañera sufra estar en medio del mundo sobrenatural, se culpaba de haberla metido en algo que no debía, odiaba haber sido tan tonto de enamorarse de alguien a quien podía lastimar. Pero peor fue haberle tomado cariño a su cuñada, podía pelear con Leo todo el tiempo pero no quería que algo le suceda, tan sólo pensar en como su familia se culpase por si algo le pasará a la morocha por su culpa lo rompía en mil pedazos, en como se sentiría su compañera. No podía dejar que eso pase.
- Es mejor dejarlas vivir, que tengan una vida normal sin vampiros y peligro, que conozcan a un idiota de por ahí que les de todo lo que deseen - Rió sin gracia - Que puedan hacer lo que nosotros no, tener hijos, comer, dormir, conocer a sus nietos, tal vez a sus bisnietos... Que puedan morir
Los patriarcas del clan veían los rostros decaídos de sus hijos, ellos también estaban en esa situación donde dependían de un hilo, debían elegir a su familia o a su compañera, pero ellos sabían que al menos Leo tenía la opción de vivir.
- Odio tanto a Leo que la adoro - Susurró el cobrizo - Odio que critique mi cabello todo el tiempo, que me golpee en la nuca, que se burle de lo patéticos vampiros que somos según ella - Se rió un poco sacándoles unas cortas sonrisas - Y lo odio tanto que empece a acostumbrarme, y hasta quererla. Yo tampoco quiero verla sufrir, pero por favor, pónganse en mi lugar
- ¿Y volveremos? - Preguntó Esme viendo triste a su hijo
- No - Respondió simple - En cincuenta años tal vez Jasper y Emmett mejoren autocontrol, tal vez Rosalie deje su pasado atrás y Alice recupere la fuerza de su don, tal vez encuentre a otra de mis tuas cantantes - Murmuró encogiendose de hombros - Pero no podemos seguir arruinando su vida
Nuevamente la sala quedó en silencio.
¿Se irían?