- ¿Puedo, uh, entrar? - preguntó Lauren mirando a sus propios pies y Camila encontró esa acción extraña.
-- Claro. ¡Entra! - dijo Camila, dándole a Lauren espacio para pasar.
- ¿Me Perdónas, Camz? - preguntó Lauren suavemente, su voz llena de dolor y Camila miró a Junior, quien lo veía todo preocupado.
- Junior, ¿hablaré con ella arriba? - advirtió Camila, entrelazando sus dedos con los de Lauren antes de ver a su amigo asentir positivamente. - Ven aquí, amor ... - dijo Camila, subiendo las escaleras con Lauren persiguiéndola.
Entraron en la habitación y Camila apenas tuvo tiempo de cerrar la puerta, mientras Lauren se arrojaba a sus brazos, hundiendo la cabeza en su cuello.
- Oye, ¿qué pasa, vida? Preguntó Camila, llevando una mano al cabello de Lauren y acariciándolo.
-- Ella no es mi amiga. Tu tenías razón. - dijo Lauren, apretando aún más sus brazos alrededor de Camila.
-- ¿Por qué dices eso? - preguntó Camila.
- Ella me besó. Camz lo siento. Rompí la promesa del dedo meñique. Soy horrible - Camila sintió su pecho comprimirse y sintió una mezcla de dolor y desesperación, pero trató de mantener la calma.
- ¿Tú ... le correspondiste? Preguntó Camila, conteniendo la respiración.
No sabía que podía tener tanto miedo de una respuesta hasta ese día, pero necesitaba preguntar.
- No. La empujé. - Dijo Lauren y Camila se quedó sin pulmones. - Por favor, por favor, perdoname. Fui una tonta.
- No tienes la culpa del mal que hay en el corazón de los demás, amor. - dijo Camila, colocando un beso en la frente de Lauren. - No rompiste nuestra promesa, lo habrías roto si le hubieras devuelto el beso.
- Debería haberte escuchado cuando dijiste que me miró de otra manera. - dijo Lauren y Camila jaló a Lauren, sin dejar su abrazo, hacia la cama, poniéndola a sentarse en su regazo. - Prometo no volver a tener amigos para no correr el riesgo de romper nuestra promesa. - Camila se rió y negó con la cabeza.
- No quiero que no tengas amigos. - dijo Camila. - Me entristecería mucho si hicieras eso, de hecho. - habló Camila y Lauren la abrazó con fuerza, sintiendo que Camila le daba un beso en la clavícula.
- Fui tonta.
- Te contaré una historia, esta vez real. - dijo Camila y Lauren la miró esperando escucharla. - A veces crecemos quebrandonos la cara. Yo me quebré mucho la mía y lo seguiré quebrando. Tú también. - dijo Camila. - Eres ingenua en muchas cosas y aún te queda mucho por desarrollar, estuvistes muchos años en coma. - Camila quitó el cabello de la cara de Lauren antes de continuar. - Esta es la primera vez que alguien te lastima. ¿Conoces este pequeño dolor que está haciendo morir tus flores?
- ¿Cómo sabes que duele? Preguntó Lauren.
- Porque todos pasamos por esto. Nos ofende que fuéramos tan estúpidos como para creer en alguien, pero la verdad es que un idiota fue la persona que nos lastimó.
- ¿Lo juraz?
- Sí, - dijo Camila. - Y con el tiempo perdemos la ingenuidad y nos hacemos más inteligentes en algunas cosas, porque lamentablemente es común que la naturaleza humana se equivoque y, bueno, nos adaptamos. ¿Conoces a Sandy? Ella no será la última persona en lastimarte, pero cada pequeño dolor nos enseña algo. Solo quiero que me prometas algo.
-- ¿Qué? Lauren preguntó con un suspiro.
- Nunca te sientas mal, por alguien tonto por haberle dado tu confianza a alguien. Simplemente muestra cuán puro es tu corazón. Lauren esbozó un principio de sonrisa cuando escuchó eso. - Ni siquiera si sucede muchas, muchas veces. Hay corazones que incluso siendo golpeados prefieren creer que alguien en este mundo puede ser mejor.
-- Como tú. - dijo Lauren, apoyando su frente en la de Camila. - Eres como las historias de amor de cuentas, Camz. Existes aquí en la vida real y eres tu mi amor.
- Y tu eres MIA. - dijo Camila, sintiendo los labios de Lauren rozar ligeramente los de ella.
-- Yo te amo mucho. - dijo Lauren.
-- También te amo. Ahora dime qué pasó allí. - preguntó Camila y Lauren asintió.
- El primer día solo me ofreció vino y ante la insistencia acabé aceptando una copa. Ella bebía mucho y yo caminaba de regreso porque no había tomado dinero y mi celular se había agotado. - dijo Lauren y Camila asintió. - Su teléfono estaba roto, según ella, así que no pudo llamarte a ti ni a mi mamá. Ella quería traerme, pero no me fui porque ella había bebido, así que pagó mi taxi.
- Hm. - dijo Camila en un susurro para que Lauren continuara.
- Y hoy empezó a fumar marihuana y me la ofreció. Dijo que estaría cachonda y que te gustaría. Estaba confundida, pero luego recordé que dijiste que te gustaba como soy, así que vi que no necesitaba eso y dije que no.
- ¿Ella aceptó tu decisión?
- No. Insistía cada vez más y yo quería irme, pero ella se disculpó y empezó a hablar de los libros. - dijo Lauren. - Cuando estuvo lo suficientemente drogada terminó confesando que la sacaron del servicio porque era adicta a la bebida y las drogas.
- No puedo creer que te dejé con esa mujer. - Exclamó Camila con irritación.
- Entonces ella empezó a oler algo y me fui de allí, despidiéndome y diciendo que tenía que salir con mi mamá. Corrió detrás de mí y me besó, luego la empujé y llamé a mi madre, pero le mentí que era para la policía y ella se disculpó y entró.
- Y tu madre te trajo aquí. - dedujo Camila y Lauren asintió.
- Pedistes tu descanso y la idiota de aquí se la fue a pasar con alguien más. - Dijo Lauren molesta consigo misma.
- Oye, ¿qué dije sobre no hablar así de ti?
- Pero eso no fue porque fuera una idiota por ella. Lauren respondió. - Fue porque el hecho de que ella fuera una idiota me abrió los ojos, yo también lo soy, pero contigo.
- Ya estás perdonada y ¿sabes qué? - dijo Camila y Lauren negó con la cabeza. - Todavía es mi día libre y podemos abrazarnos viendo series. ¿Que tal?
- ¡Dios me está recompensando por todos los años que estuve en coma, lo juro! - dijo Lauren, esparciendo besos por todo el rostro de Camila. - Nunca jamás volveré a cambiar pasar tiempo libre contigo, por nada en esta vida. - Camila se rió de la forma eufórica de Lauren y la miró.
- Creo que es muy bueno. - dijo Camila, entrecerrando los ojos antes de inclinarse y encajar sus labios con los de Lauren en un beso un poco más apasionado.