Black Onyx [1]

De foxys02

688K 56.2K 12.7K

La piedra de onyx negro te brinda protección de todos los males, quien la posea debe ser una alma pura e inoc... Mais

Nota De Autora
El INICIO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
PRIMERA LUNA
CAPÍTULO 6, PARTE 2
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 8, PARTE 2
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 9, PARTE 2
SEGUNDA LUNA
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 10, PARTE 2
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPITULO 12, PARTE DOS
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
TERCERA LUNA
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 15, PARTE DOS
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 16, PARTE 2
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 17, PARTE 2
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 18, PARTE DOS
CAPÍTULO 19
CUARTA LUNA
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 20, PARTE 2
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
Las fotografías de Diana Ayleen [Personajes]
CAPÍTULO 22, PARTE 2
QUINTA LUNA
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 23, PARTE 2
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 24, PARTE 2
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 29, PARTE 2
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 32, PARTE DOS
CAPÍTULO 33
SEXTA LUNA
CAPITULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
EL ADIOS, PARTE 1
EL ADIOS, PARTE 2
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
EL FINAL
Nota De Autora
Notita Autora

CAPÍTULO 6

11K 1K 106
De foxys02

Canción: Somebody To Love- Queen


──•─── ☽○☾ ────•──

LUNA SUPREMA

──•─── ☽○☾ ────•──

Dos semanas después...

DIANA AYLEEN

Me encontraba sentada con la cabeza recostada en los barrotes, dibujando líneas con mis dedos en polvo del suelo.

—Can— susurre —anybody find... me somebody to... love?

No estaba segura de cuánto tiempo había pasado o qué hora era, no hay ventanas en este lugar, solo una pequeño compatimiento donde entraba aire fresco. Mi único contacto era la vampira del servicio, me traía las dos comidas del día, la ropa nueva cada dos días y me acompañaba a las duchas como si fuera una delincuente. Sin embargo, ella no me hablaba, de vez en cuento me miraba con desprecio.

Es que, ¿Qué tenían las empleadas conmigo?

—Ooh, each morning... I get up... I die a little— Seguí cantando un poco más animada, escuchando la melodía y las voces de Queen en mi cabeza, me sabia de memoria cada una de sus canciones —Can barely stand on my feet.

No sé lo que pasará cuando esa puerta se abra y me dejen ver la luz del sol, pero ya no quería estar más aquí. Me aburría demasiado, a veces me inventaba historias en la cabeza: 1123 historias de que hubiera hecho de no estar aquí, que hubiera pasado si nunca habria aceptado la propuesta de Zoeh. Que sería de mi vida de no haber encontrado a esa desgraciada.

Algunas eran épicas y fantásiosas, pero eran mejores que estar encerrada en un puto calabozo hasta el día de tu muerte, como dictó la suprema perra.

Tenía hiperactividad, además.

Esa mujer (que no quiero nombrar ni en mis pensamientos) está haciéndome algo que me mantiene despierta noche y día. Y de vez en cuando soy un paño de lágrimas de lo sentimental que me ponía.

Nos está matando a ambas. 

Un viento sacudió suavemente mis rulos, y claro que conocía la razón. Seguí dibujando en el suelo sin levantar la mirada.

—¿Qué haces? —Pregunta una voz, Amina.  ¿De verdad me pregunta eso después de no vernos quien sabe cuánto tiempo? La ignoré. —Humana.

Había vetado a los seres sobres naturales de mi lista de amigos, y yo no hablaba con desconocidos. La oigo gruñir frustrada.

—Me estoy arriesgando a mucho, y tú me ignoras.

Mhm, yo no sé lo pedí.

—Bien— Farfulla—Tendré que comerme este muffin de arándanos yo sola.

¿Me chantajeaba con comida?, ¿Me conoce tan bien? Mis dos únicas comidas eran pan y una botella de agua, sin duda mataría por comer pasteles. Pero había tomado una decisión. Escuche cómo se sienta frente a mí, con los barrotes separandonos, y como él papel se despegaba del bizcocho de ese pastel.

Cerré los ojos para controlar mis ganas de llorar. Si, iba a llorar por un pastel, ese era mi grado de sentimentalismo. Tomé mi collar que colgaban en mi cuello, y comencé a jugar tratando de distraerme.

Silencio ¿Tal vez se fue? Abrí mis ojos y solté un suspiro de alivio. Pero no duró mucho al ver el muffin a mi lado de los barrotes.

—Entiendo que no quieras hablarme —Dice— Cómelo, sin compromisos.

Oculte una sonrisa, y lo tomé cuidadosamente. Podría hacer una excepción con esta vampira pelinegra. No me aguante y di el primer mordisco, gemí suavemente al sentir sabores distintos a ese agrio pan.

—Carlos te extraña— Menciona sin sentimiento en su voz, me volteo, se encontraba entre los barrotes, de espaldas hacia mí. — Nara y Nikolás también.

—¿Tú me extrañas? — la pregunta salió por si sola de mi boca, su silencio me hace sonreír — Claro que me extrañas, vampiresa malvada.

—No seas presumida, rulitos.

Le doy otro mordisco al muffin.

—Se que si le pides disculpas...

La interrumpí aun con bizcocho en la boca. Sentí la ira recorrer cada parte de mi cuerpo.

—Primero muerta.

—Por favor, ella está insoportable.

Bufé.

—Ahora es problema de ustedes —Respondí con indiferencia.

—¿Vas a quedarte las nueve lunas aquí? —Se gira para mirarme.

—Ella va a matarme después — Me sorprendió mi dureza al decirlo.

Niega con la cabeza.

—Jessica es así. Si tuviera una moneda por cada vez que me amenaza de muerte.

Meneo la cabeza, yo estaba fuera de toda interacción con ese ser despiadado. Amina duda con la mirada, tenía algo que decir, probablemente para que yo cambiará de opinión.

—Ella está reemplazando tu sangre con la de otras lobas —Eso me llegó como balde de agua fría, y mi estómago se encogió con náuseas. — Ha dejado a más de una herida gravemente.

Intenté detenerla—Amina.

—Jessica no es un licántropo normal, Diana. Ella lucha contra tantos instintos al mismo tiempo.

—Yo no puedo dominar sus demonios, Amina.

—Para eso te eligió la Diosa Luna.

Me mordí el labio para no contestar una estupidez. ¿Qué debía hacer? Tenía mis principios discutiendo con mi dignidad y orgullo. Necesitaba mucho que pensar y discutir conmigo misma, pero al parecer no había tiempo.

—Yo...—Sin poder terminar, me levanté a una velocidad alucinante y apenas sentí la fría cerámica del baño comencé a vomitar, devolví toda una semana de agua y pan.

Dios, que asco.

Escuchaba a Amina preguntar sí estaba bien. Perdón por no responderte, pero estoy vómitando el doble que he comido esta semana. Cuando acabo todo lo que habia en mi estomago, abrí los ojos uno por uno para ver el desastre que causé, manchas enormes de sangre alrededor de la taza de baño, y un charco voluptuoso al rojo vivo.

Me aleje asustada, arrastrandome por el piso. Escucho un fuerte golpe en los barrotes que rompe la puerta, y segundos la selda se abre, y Amina entra a ayudar.

— ¿Qué me pasa?—Mi voz se quiebra del miedo.

Intente levantarme, quería alejarme de este lugar, pero mis piernas flaquean. Los brazos de la vampira me toman antes de caerme. Mi respiración se volvía cada vez mas agitada, al punto de no sentir el aire cruzar por mi nariz.

—Diana, escuchame. —Niego con la cabeza. Pero ella me obliga a mirarla —Calmate. Es el rechazo de la sangre en el cuerpo de la Alfa. Recuerda que están vinculadas. Mientras ella ya no beba más, estaras bien.

—Me quema, la fiebre otra vez, Amina— Mis ojos se llenan de lagrimas. —Me duele.

Ella frunce el ceño, y lleva sus ojos mi cuello en busca de algo. Vuelve la cabeza hacia el piso, al charco de sangre. Y de el toma la cadena de plata partida en dos y la piedra de collar estaba cubierta de ese liquido rojo.

—Mierda —Masculla.

Las quemaduras comienzan a aparecer en mis brazos, en mi cuello y la boca me ardía como si una gota de lava hubiera caído en ellas.

Veo a los ojos a Amina, ella luchaba contra el instinto del hambre, y apretó los puños, esbozando una mueca enojada. Me toma, y me pone en sus hombros, segundos antes de quedar inconciente y  me saca de la selda.

Maldita seas, Jessica Favre.

—Entonces, me encontraba solo, en un extremo tenía el calamar más grande que había visto en mi vida — Dibuja el calamar con el pedazo de carbón.

—¿El Kraken? —Pregunté con dificultad por los dientes de leche que se habían caído.

Él sube una ceja y se rasca esa blanca barba.

—El mismísimo— Susurra tenebrosamente, abrí mi boca con incredulidad. Le lanza una de nuestras galletas a Lobo que se encontraba vigilando la entrada.

—¿Como sobreviviste?

—Corte uno de sus tentáculos viscosos con mi navaja de bolsillo y el muy cobarde se hundió— Infla su pecho victorioso, reí.

—Algún día seré como tú—Asegure, llevándome dos galletas a la boca —Y tendré muchas aventuras con monstruos aterradores.

—No lo dudo, niña — Me sacude el cabello— Pero, primero resuelve el acertijo de aquí —me señala el corazón —No se enfrentan monstruos con el corazón hecho nudos, o ellos te devoran primero ¿Me lo prometes?

—Lo prometo, Barbosa.

Abrí los ojos al sentir una aguja atravesar mi piel, intenté sacarme esa cosa de la muñeca, pero unas manos me detuvieron.

—Es suero, tranquila— Esa voz se me hizo conocida.

Carlos me miraba con preocupación, mientras sostenía mis manos para evitar que me quite la aguja.  Me encontraba otra vez en la habitación. Y mis sentidos reaccionaron al instante

—Jessica les puede hacer daño— Dije, aun con el nudo en la garganta.

—Nara puso un hechizo guardián en la puerta —Aparece Amina a un lado de Carlos—Jessica no puede entrar a la habitación, no te pasara nada.

Niego con la cabeza.

— Ustedes son los que me preocupa —Ambos se miraron.

—Somos familia, ella no nos hará nada —Carlos me da un apretón de mano, con intenciones de confortarme, pero no había seguridad en su voz que me asegurara su bienestar.

Levante la mirada al ver cruzar a alguien en la puerta, aprieto las sabanas tratando de controlar el miedo.

—¿Que hace la humana aquí? — Pregunta Vicente con molestia, Carlos se levanta de la cama y se acerca a él antes de que pudiera dar un paso más.

—Yo la traje—Dijo Amina

—Jessica esta como loca y ustedes traen a la razón a pocos pasos de ella — Obvia Vicente, pero con un tono más delicado al dirigirse a Carlos — Está segura en el calabozo.

—No se moverá de aquí — Dice Amina.

Vicente le da una mirada fria.

—No puedes ir contra una orden de la Alfa suprema, es traición, Belanger—Gruñe.

—Chicos, ya, Diana necesita descansar—Carlos salta con una sonrisa incomada.

—Apuesto que puedo— Desafió Amina. —No querían que fuera su guardiana, nunca una luna a muerto en mi guardia.

Me perdí de su discusión, solo puede escuchar gritos, gritos de furia y horror. Sentía mis ojos arder como nunca, y los gritos se volvieron más fuertes, tantos que parecían provenir de la habitación.

Pero de repente, mi visión quedó nula una fracción de segundos y hasta el mas mínimo sonido cesó.

Jessica detente me duele.

Seguía succionando cada gota de sangre sin poder satisfacer, quería más, no era suficiente. Sentía el sabor metálico y espeso de la sangre de la sirvienta en su boca, sabía asqueroso, pero no podía detenerse.

Necesito fuerza.

Alfa, por favorempuja con fuerza para separarse de mí con desespero, era inútil. No podía soltarla.

—Luna Diana —me sacude, la voz de Carlos se escuchaba lejana— ¿Qué le pasa a sus ojos? Están amarillos y sin pupilas, Nara, no sé lo que le pasa. ¡Ven rápido!

Ayuda.

Carlos corta la llamada, y viene hacia mí.

—La va a matar —Dije, recuperándome del trance—Debo detenerla.

Me quite el suero de un tirón y me levante de la cama. Amina se interpuso en mi camino.

— No puedes salir— Alza la voz, niego con la cabeza.

—Jessica tiene a una chica, esta apunto de matarla—Explique.

Carlos miró a Vicente, quien baja la cabeza. Él lo sabe.

— ¿Qué carajos te pasa, Vicente? Es nuestra manada—Le grita Carlos enfurecido, comenzó a empujarlo. —¿Tú también lo sabías, Amina?

Ella alza las manos, en signo de inociencia y niega rapidamente.

Es de la manada.

No puede aguantar más y salí de la habitación rodeando el enfrentamiento de los tres, corrí desesperadamente hasta bajar las escaleras, seguí los gritos hasta su estudio, uno de los lugares del castillo vetados para mí. Doy un paso decidida, pero Amina se interpone, de la nada.

—Ella te puede matar.

Niego con la cabeza.

—Estamos vinculadas.

—Eso no le importa, Diana. No es Jessica la que morirá —Me agarra del brazo —No voy a perderla otra vez, y menos por tu culpa.

Yo saqué fuerzas desconocidas, me solté de su agarre, sin saber cómo abrí la puerta de un empujón. Y ahí estaba ella, la muchacha con el cuello abierto por completo, su sangre se formó un charco que Jessica bebía con sus dos manos; las venas se le marcaban en la piel de un color oscuro, y sus ojos eran negros completos como los de un demonio.  Ella al verme dibujó una sonrisa macabra en esos labios que chorreaban gotas de sangre de los extremos.

Mi luna.

****

Gracias por leerme <3

Les agradezco mucho por ayudarme con los votos y comentarios en mi historia. Pero sobre todo, recomendarlo para llegar a mas lectores. Me hace muy feliz.

Bye.

Continue lendo

Você também vai gostar

52.1K 1.6K 48
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
5M 400K 44
Las cosas comienzan a complicarse para Andy cuando descubre que siente algo más que una simple amistad por su mejor amiga. -.-.-.-. Andy entra por er...
733K 51.4K 65
Emilia Matthews es una amante jugadora del fútbol, no piensa en otras cosas más que en entrenar y ganar sus partidos, en su vida no importa otra cosa...
454K 54.6K 71
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...