—No me interesa.

—¿Y si está casado?

—Hicimos una promesa.

—¡Hace diez años!

—No regresaré, todos me caen mal.

—Bien —hubo un largo silencio, incluso pensé que había colgado—. Salúdame a Yoongi y dile que lo siento.

—Jodete, no le diré nada de tu parte. Fuiste tú el confundido.

—Sólo me dio miedo pensar que podría ser gay.

—Seguro que sí. Por eso le contaste a mis padres cómo me sentía.

—Sí.

–Jodete.

Colgué y seguí con mis cinco minutos de camino.

Me estacioné entre la que era casa de mi abuela y la casa de Taehyung. Mi corazón se removió al ver la casa de Taehyung. Ahora tenían un cerco de madera. Y había fresas para cortar qué emoción sentí al recordar la primera vez que lo vi allí. Estoy seguro que Taehyung vive todavía aquí.

Me bajé del auto para tocar una campana que estaba allí que al parecer era el timbre.

Estoy nervioso, me pregunto cómo lucirá ahora. Esperé y volví a tocar la campana.

Salió, me miró con una cara de intentar reconocerme. Llevaba puesto un overol de lana con una camisa a cuadros y parecía llevar mullet, seguramente intencional. Taehyung se puso precioso tanto que hasta dudé si realmente era él.

—¿Se le ofrece algo? —me preguntó con una voz que casi me derrite.

—Y-yo...

Se acercó aún más, intentando reconocerme y cuando estuvo lo suficientemente cerca. Se sorprendió al verme incluso sonrió.

—¡¿Quién es, pá?! —gritó un niño desde la puerta. ¿Pá? ¿Su hijo?

Quedé como un completo payaso.

—¡Ve con tu madre! ¡Estoy ocupado! —le gritó y el niño asintió. Regreso su vista a mí y corrió para abrirme la puerta—. Puedes estacionar tu auto dentro.

—Gracias —dije. Subí al auto, lo vi tocarse el cuello como si estuviera preocupado. Lo entiendo, vine cuando él ya está casado y con hijos, debe sentirse incómodo.

Mordí mi labio pensando en si irme de reversa o meterme a la casa.

Lo vi recargarse en el cerco y me sonrió, pude ver que suspiró.

Si tiene problemas con su esposa será su culpa, no mía. Entré y lo estacioné.

Dios, qué mierda, tiene hijos, me siento pésimo, quiero ir a llorar mientras como una cubeta de helado y escucho canciones de desamor.

Me abrió la puerta asustándome.

—¿Todo bien? —su voz había cambiado, ahora era muy sexy. Asentí con la cabeza sin poder responder.

Miró lo que tenía en la parte de atrás. Estaba mi maleta y mi naranjo ya más grande. Bajé del auto y abrí la puerta de atrás sacando mi naranjo.

—Lo cuidaste bien —dijo tocando sus hojas.

—Sí, todos los días lo miraba crecer un poco más. Realmente lo sentí como un hijo —dije mirando con nostalgia a mi árbol. Pude sentir la mano de Taehyung tocar mi hombro, me asusté y me reincorporé de inmediato.

Orange [VMin]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum