—Daré más miedo si no me dejas terminar con esto —Aunque su amigo ya era un caso perdido, Louis intentó arreglarlo un poco más antes de rendirse por completo. Jack se reía de él y Louis juró que iba a vengarse cuando llegara su turno.

~

Louis encontró a Olivia primero cuando el desfile acabó, en medio de la multitud luciendo bronceada y con el cabello más largo que la última vez que la vio. No pudo evitar la sonrisa que se formó en su rostro por inercia, y se tuvo que disculpar por chocar con algunas personas en su camino. Olivia lo envolvió en un abrazo por la cintura cuando por fin estuvieron cerca, siendo Louis sólo un poco más alto que ella.

—Mírate —se mofó ella, separándose un poco para observar a Louis de arriba a abajo—, todo un niño de ciudad.

El corazón de Louis se detuvo por un momento a causa de algo que creyó ver por el rabillo del ojo. Le pasaba mucho eso, y los lugares concurridos lo hacían incluso peor. Temía estar poniéndose paranoico, así que plantó una sonrisa aún más grande en su cara y puso toda su atención en Olivia. Aun así, ella y su rostro familiar le traían recuerdos de años atrás.

—Bueno, sí, de hecho, pero Niall está peor.

Ella se sonrojó ante la simple mención de su nombre, y Louis soltó todo el aire de sus pulmones. Al parecer, Niall no es el único cagado por los nervios.

El reencuentro entre los dos se dio casi una hora después, ya que Niall debía cambiarse, quitarse el maquillaje y arreglar algunas cosas antes de salir. Algunos modelos ya estaban deambulando por allí, pero su amigo aún no aparecía. Louis aprovechó a ponerse al día con Olivia, aunque el tiempo no parecía haber transcurrido entre ellos. Solían hablar por mensajes o videollamadas, pero esta era la primera vez en que ella los visitaba en Los Ángeles. Louis pensó en que quizás debería conseguir otro lugar para dormir esa noche.

Se cruzó a Jack en su camino a la salida para fumar. Sus dos amigos ya estaban reencontrados —besuqueandose y habiéndolo dejado como el mal tercio—, así que Louis ya no tenía mucho más que hacer dentro. El amor lo ponía de mal humor, después de todo, y el perfume de Olivia hacía que recordara su casa más de lo que le gustaría. Louis no podía dividir los recuerdos de esto y lo otro; su familia y sus amigos, y Harry, porque donde uno aparecía, inevitablemente acarreaba consigo todo lo demás. No quería pensar en Harry, porque luego de tres años seguía sintiéndose vulnerable ante el mero recordar del destello de su piel pálida o sus ojos verdosos. Aún tenía sueños extraños acerca del fuego quemando una mano llena de anillos y mariposas y gorriones y la tarde en la playa.

Cuando el humo entró por su boca y se dirigió todo el camino hacia sus pulmones, se permitió relajarse. Fumar era algo que había comenzado en Los Ángeles y era, indudablemente, algo de lo que su mamá no estaba orgullosa en lo absoluto. Jack lo observó de arriba abajo, luciendo extremadamente bien con una camiseta gris jaspeada y unos simples pantalones de chándal. Era un modelo, y Louis creía que los modelos eran unos malditos suertudos. Al igual que Niall, Jack sonrió al entrar al backstage la primera vez y ya tenía a todo el mundo comiendo desde la palma de su mano.

—Tengo esta fiesta hoy... —comenzó el moreno. Louis suspiró, echando el humo por la nariz y alzando una de sus cejas. Saltó un poco en sus propios pies, balanceándose como solía hacerlo bastante en ese último tiempo, al sentirse estresado. Era una extraña picazón en la parte posterior de su cuello, también, que lo hacía sentir como ojeado constantemente.

—Obviemos la fiesta, Jack —respondió, su voz sonando de mala gana, pero su rostro con una sutil sonrisa abriéndose paso en sus labios, que volvían a apretarse alrededor de la colilla del cigarro.

En realidad, después de pensarlo, una fiesta era justo lo que necesitaba. Tenía tiempo de no asistir a ninguna porque Niall estaba demasiado ocupado preparándose y ultimando todos los detalles para cuando Olivia llegara, y no es que Louis se quejara. A pesar de que no estaba dejando tiempo para desestresarse, la casa jamás había estado más limpia.

Aún así, todavía rodaba en su cabeza de aquí para allá la idea de que él mismo se convertiría en una molestia en los días que Olivia estuviera allí.

~

La fiesta comenzó bastante temprano. Louis y Jack estuvieron hablando por mensaje de texto hasta que consideraron una hora prudente para aparecer, al menos cuando cayera la noche, para evitar comenzar a beber tan temprano.

En ella, había varias personalidades famosas; era una casa —mansión— abarrotada de personas bailando, bebiendo, fumando o simplemente relajándose en pequeños grupos.

La música saturada estaba dañando los oídos de Louis por estar bebiendo tan cerca de uno de los parlantes, pero luego de un par de bebidas, lo impulsó a mover sus caderas al ritmo de las vibraciones cerca de él. Jack se unió a Louis por detrás, sosteniéndolo firmemente por la cintura y sonriendo, a veces repartiendo algunos besos a lo largo de su cuello inclinado. No era tan suave, pero a Louis no le importaba en lo absoluto. Estaba feliz de que Jack entendiera realmente sus intenciones, sin nada más.

Así que, el baile terminó para ellos mucho más temprano que para todos los demás invitados.

El departamento de Jack era, como, el doble de grande que el de Louis y Niall. Louis estaba genuinamente sorprendido de que alguien tan joven pudiese mantener un lugar así, hasta que recordó lo obvio. "Codearse" con personas famosas o de una alta sociedad aún le parecía irreal. El hecho de estar besando a alguien cuyo rostro aparecía con frecuencia en las pantallas del Times Square era inverosímil para el pequeño Louis proveniente de Woodville. No le gustaba tanto como pensó que lo haría, sin embargo.

Louis se odiaba un poco por ello, si tenía que ser honesto. Era abrumador, y solo le llevaba a pensar en aquella foto guardada en el fondo de su billetera. ¿Estaría orgulloso de él, aún sabiendo...?

No importa, de todos modos. Jack era lindo. No tenía por qué ser algo duradero. Sus bromas eran agradables y su amistad lo era también. Louis sólo estaba intentando seguir adelante con su propia vida, perseguir sus propios sueños; ya no tenía dieciocho años.

¿Cómo estaba tan seguro de que Harry y los demás no eran simplemente unos impostores? Ni siquiera bebían sangre, por el amor de Dios.

Rio en los labios de Jack, dándose cuenta de que había parado de besarlo por estar tan sumergido en sus pensamientos. Era algo que le sucedía a menudo.

El resto de la noche transcurrió en un limbo un tanto extraño entre el alcohol y la risa y la excitación. El contacto, de nuevo, no se sentía suave y delicado, nada parecido —ni comparable— a las experiencias del pasado. Jack era bueno, pero no lo conocía tanto, no podía esperar demasiado de él. No podía esperar que dijera estupideces cursis acerca del aroma de su piel o el sonido de su voz. A Jack jamás se le ocurriría comparar los ojos de Louis con el océano y expresarlo como si aquello fuese el descubrimiento de algo inexplicablemente hermoso.

Al caer rendido en la cama, sintiendo sus ojos pesados y su cuerpo sudoroso, Louis llevó una de sus manos a su arete en el ombligo, tironeando suavemente de él. Su respiración se ralentizó con los segundos, pero su cabeza no paró de pensar en todas esas cosas que él anhelaba seguir ignorando.

Por ejemplo, lo mucho que extrañaba la vibración del débil tarareo de una canción desconocida y el peso sobre su pecho antes de dormir. 


Jamás pensé actualizar hoy porque es mi cumpleaños, pero terminé el cap anoche, así que se los traigo. 

Disculpen la demora y espero que les guste! Ya saben, si votan y comentan me hacen muy feliz🧡🧡

Vitalidad » lsOnde histórias criam vida. Descubra agora