—Yo...
—Mira, al contrario de lo que piensa nuestro trillizo, no creo que Leia tenga un solo cabello de ser alguien manipuladora y esté utilizándolo a los dos—Gabriela negó la cabeza mostrando su desacuerdo—. Pero Liam está realmente enamorado de ella, la adora, y ella saltaría de un maldito puente si él se lo pidiera. No soy nadie para pedirte esto, estoy siendo cínica, pero aquí el inteligente de los dos eres tu, así que te pido que no hagas ninguna estupidez y cagues su relación, él es casi nuestro hermano, hemos jurado protegerlo con nuestra vida y la bolita andante me esta empezando a agradar. No hagas nada de lo que te puedas arrepentir.
Gabriela sintió una punzada de culpa al ver el rostro perdido de Bael, pero sabía que estaba haciendo lo correcto. En otras circunstancias, ella le alentaría a que rompa la relación y valla por la chica, pero eso era imposible ahora. Ningún capricho valía la pena para romper la relación que tenían con Liam, su primo con el cual crecieron y querían con locura (aunque jamás en su vida lo diría en voz alta). Menos por un amorío que podría no ser nada para cuando los dos encontraran a sus verdaderas mates.
Miró a su hermanito menor, jugar con su primo y Liana (llamada Anabel por ella). Y un momento quiso volver a tener su edad, donde su mayor preocupación eran las tareas de la escuela. Noto que la tarde ya estaba en su última hora, y ya era momento de hacer pasar a los niños, aunque tenías una niñera cada uno. Gabriela le gustaba cuidarlos algunas veces cuando los mayores estaban ocupados. Se levantó alisando su falda, miro que su hermano seguía con la mirada perdida.
—¿Sabes que nos contó a Odette y a mi , la pequeña Leia?—Gabriela le sonrió de manera falsa—. Que tuvo su primera vez con Liam la noche anterior y quería pedirnos consejos de mujeres, ya sabes, dijo que Liam la había hecho sentir muy especial y que fue la mejor noche de su vida, ¿no es muy romántico?, esos dos me van a dar diabetes de lo dulces que son.
Camino en dirección de los menores dejando a su gemelo sentado y notablemente desolado.
***
Estefan escucha que la puerta de la casa estaba siendo tocada con rudeza, se levantó perezosamente del sofá y caminó hacia ella. Siempre esperaba que Joon abra la puerta, pero este había ido al supermercado para poder llenar su alacena, y para poder alimentarlo debidamente, Estefan empezó a notar cosas que antes no hacía, como que siempre le gusto que Joon le cocinara y mimara.
—¡¿Porque saliste de la casa sin avisarnos?!
Su padre se aproximó con prontitud hacia él para fundirse en un abrazo, Alex siempre había sido exageradamente cariñoso con su hijo. Estefan se quedo inmovil, aun veía la pared que había construido entre su padre y él , desde que supo sobre su madre biológica.
—¿Apenas lo notan?—hablo Estefan en tono insolente.
—No queríamos molestarte, así que decidimos dejarte dormir sin molestias—Alex se separó de él lloroso—. Pero cuando entramos para ver si ya habías despertado , no estabas, seguí tu rastro hasta aquí.
Estefan miró al suelo, una parte de él, se sentía culpable por tratar así a su padre, pero otra parte lo odiaba por ocultarle todo.
—Descubrí que Joon es mi mate—Estefan observó el gesto sorprendido de su padre—. Mi demonio me lo dijo, es por esto que estoy aquí, me voy a quedar junto a Joon.
CAPÍTULO 16.- tercer fragmento
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