Vampire ஜ Changlixᵒˢ

El Castillo...

— No hay fantasmas, Jeongin.

El de menor estatura guarda silencio por unos minutos, analizando la situación y llegando a la conclusión de que no es algo tan descabellado, como al principio lo creyó.

— De acuerdo.

Hyunjin sonríe dejando un pequeño beso en la puntita de la nariz contraria, y Jeongin solo espera que nada malo pase. Así que, volviendo acercarse y dando dos toques a la barrera, el hechicero toma aquello como la señal de que están listos para hablar, recibiéndolos a ambos con una sonrisa.

Yang respira profundo y sintiendo el toque de la mano del alto sobre la suya por debajo de la mesa, finalmente habla.

— El castillo es suyo.

A decir verdad, Christopher Bang esta bastante emocionado. Desde que logró consagrarse y obtener un mejor recibimiento del público, su carrera se conocía por todo lo largo de la zona norte.

Tal era el grado de su fama, que cada una de las personas soñaba con poder tener en las paredes de sus casas, algún cuadro del chico. Sorprendermete, pese a ser tan joven Christopher era un artista innato, cada idea y cada imaginario que lograba convertir en una realidad era sublime y fantástico.

El hechicero sí bien es cierto venía de una familia bastante adinerada, trataba que con el paso del tiempo esto dejara de ser así, pudiendo él solo mantenerse con lo que ganaba; no obstante sus padres nunca se oponían a que utilizará su dinero, por tanto, podía darse el lujo de rentar el castillo.

Porque aunque era bastante conocido en su zona, Chan sentía que no así en las demás. Así que, se propuso buscar maneras de obtener un mayor recibimiento. Su plan era comenzar con la zona oeste y así avanzar hacia las demás. Pero, él no quería un lugar cualquiera, Christopher pretendía llamar la atención e impresión de todos, quería que dejara de ser en la formalidad institucional que proporcionaba un museo, pero tampoco pretendía hacerlo en el exterior.

Había contratado a un servicio, de renta de lugares apenas llegó a la zona oeste, sintiéndose bastante decepcionado al principio por no ver nada que le gustará. Eran salones bastante simples en su opinión, o por lo menos hasta que llegó a la última opción de aquel portafolio que le habían ofrecido.

Un hermoso castillo se encontraba en la página final, realmente Chan no sabía de la existencia de este en la zona, porque cree que sino de inmediato hubiera pedido por el, era espectacular y el lugar ideal para realizar su exposición.

Por eso no dudaría en gastar lo que fuera y entre mas pronto pudiera llegar al lugar e inspeccionarlo para una valoración del mismo, mejor. Hwang le había proporcionado un carro el cual lo llevaría sin problemas, y ahora después de una hora se encontraban abriendo el portón principal para su llegada.

Si en las imágenes se veía despampanante, el estar ya en el lugar te daba muchas sensaciones, era increíblemente hermoso, construido en piedra, pero extrañamente con sus cúspides en color rojo, el jardín que lo rodea está mayormente lleno de rosas tanto negras como rojas dando paso a la entrada principal, con una fuente en el medio.