Promise┊Chaelisa

39.

(Quiero ver la cosa que tienes que me hace sentir débil, chica)

Sean Paul tenía una forma un tanto extraña de rapear, pero he de admitir que le quedaba genial. Y Lisa... Bueno, Lisa rapeaba y cantaba genial, por las pocas veces que la he escuchado.

Pero volviendo al momento, volteé mi cabeza ligeramente y me encontré cara a cara con Lisa, quien sonrió y parpadeó débilmente, intercalando la mirada entre mis labios y mis ojos. No pude evitar repetir la acción.

Tragó saliva y justo cuando la canción estaba por acabar, cuando Sia tarareaba, Lisa se inclinó y capturó mis labios entre los suyos. Se me permitió disfrutar de la sensación sólo unos instantes antes de que Jennie cambiara la canción.

—¿Es nueva? —escuché que Jisoo le preguntaba.

—No —contestó la castaña—. Es de hace algunos años, pero la escuché hace unos días. Es buena.

—Me gusta —concluyó mi mejor amiga, tomando otra lata de cerveza y abriéndola.

Después de observarme a los ojos, Lisa sonrió y plantó un beso en mi frente antes de separarse para tomar otra lata.

—¿Qué idioma es ese, Jen? —le preguntó a su mejor amiga, levantando una ceja.

—Francés. Pero la canción es buena.

—A mí me gusta —murmuré, saliendo de mi trance y moviendo el trasero.

Todas se echaron a reír, pero sólo Jennie se unió a mí, moviendo su trasero contra el mío y cantando.

—¡Oh djadja!

(¡Oh, mentiroso!)

—¿Te la sabes? —preguntó Lisa asombrada.

—No, sólo me sé esa parte —se echó a reír y bebió un sorbo de su lata, levantando ambos hombros—. El francés es complicado. 

—A mí también me gusta. Saca mi perra interior —Jisoo movió el trasero frente a Lisa, quien se echaba hacia atrás en un intento por evitarla, pero la pelinegra se movía con ella, y pronto se encontraron persiguiéndose en la arena.

Jennie y yo reímos. 

—¡Lisa! —chilló, extendiendo los brazos hacia ella y riendo—. ¡Ven aquí! ¡Sólo quiero un abrazo!

—¡Aléjate de mí, loca! 

Negué con la cabeza, cuando me volteé hacia la otra castaña y le pregunté si podía poner una canción.

—Seguro —murmuró y me encontré colocando Don't Start Now.

Jennie movió el cuerpo y extendió una mano hacia mí, mientras botaba la lata vacía en la arena —ya nos encargaríamos de recogerlas después—, lo que intuí que era una invitación.

Sin embargo, cuando empezábamos a disfrutar debidamente de la canción, los gritos de Lisa nos llamaron la atención y, como habíamos hecho todo el día, nos echamos a reír al notar que Jisoo la tenía aprisionada contra la arena entre risas.

Tras unos instantes, Jisoo se levantó y caminó hacia nosotras, tomando su teléfono y cambiando la canción a Feelings.

—Es hora de ponernos lesbianas —fue lo único que dijo, antes de tomar nuestras manos, otra lata de cerveza y sacudir extrañamente su cuerpo.

—Jisoo, estás ebria, ¿cierto? —farfulló cuando observé sus pasos torpes.

—Yo no estoy ebria, tú estás ebria —me apuntó con la cerveza y frunció el ceño.