La casualidad, el destino, el universo, la fuerza suprema o por alguna inexplicable razón Marco giró su cabeza para capturar esa imagen; Amber saliendo de una boutique con tres chicas mas y una bolsa gigante entre sus manos. Ella reía con su sonrisa abierta que lo enloquecía, llevaba todo su cabello sujeto en una coleta y un abrigo azul intenso con plumas de ganso en el borde de la capucha de este.

Marco se giro completamente para quedar de frente a las cuatro chicas aún sujetando la barandilla con una de sus manos, y el corazón vuelto una furia en su pecho, sus torrentes sanguíneos parecieron bloquearse ya que su piel palideció y las glándulas sudoríparas de sus manos se dilataron para comenzar a transpirar. La misma fuerza que lo hizo mirar en esa dirección ocasionó que la mirada de Amber se cruzara con la suya de reojo durante una milésima.

Como si hubieran sucedido de manera lenta, la bolsa se desvaneció de sus manos y volvió la mirada a él, que la observaba con aire suplicante. Su semblante se tornó serio y una extraña corriente le recorrió las piernas.

-¿Pasa algo Am? -preguntó preocupada una de las chicas que la acompañaban. Amber no reaccionaba, por un momento sintió que se desmayaría pero una de sus amigas la sostuvo del brazo mientras otra se inclinó para tomar la gigante bolsa que la castaña había soltado un momento antes.

-Si. -musitó. Las demás chicas se miraron entre ellas, no estaban convencidas y tiraron de Amber para que siguiera su camino mientras que Marco no movía uno solo de los músculos de su cuerpo.

Amber se volvió hacia las chicas y siguió caminando junto a ellas. Tras doblar una esquina el rubio la perdió de vista, quiso ir tras ella, pero al notar la indiferencia de su parte optó por dejarla ir.

Marco despertó de su pesadilla para vivir en una realidad mucho mas dolorosa, ella no querría saber nada de él, no querría verlo nunca mas, seguramente tenía una nueva vida, nuevos planes en los cuales él no estaba incluido. Lo había olvidado, ese pequeño de cara pícara y sonrisa burlona que la besó en ese puente no significaría nada para ella. Lo miró, su sonrisa se desvaneció y siguió su camino sin dedicarle mas nada.

Having no regrets it's all that she really wants

Verla de nuevo, con la ilusión de que corriera a sus brazos y decirle lo mucho que lo amaba y echo de menos. Cumplir su promesa de que se convertiría en su mujer y aceptar frente al altar con los ojos empapados y su sonrisa llena de vida, estos y muchos otros sueños escurridos como si fuesen pequeños peces entre sus dedos. Historias inconclusas, sueños rotos e irreparables.

Marco llevó ambas manos a su cuellera y la introdujo en su boca para ahogar su grito de dolor. La estranguló entre sus dedos hasta que sus nudillos se enrojecieron y apretó los ojos, paseó sus manos por su cabello y tiró de él fuertemente, bajó los brazos con brusquedad y los impulsó hacia atrás. Se giró para abandonar ese lugar, no soportaba estar un segundo mas en él, no volvería nunca mas, asistir allí fue la peor decisión que tomó en su vida después de abandonar a Amber, al gran amor de su vida.

"Me olvidó.. Me ha olvidado"

-Marco. -escuchó que lo llamó tras él. El rubio se talló los ojos y se volvió para verla dirigirse hacia él con su amplia sonrisa que la caracterizaba, lo llamó como quien recibe a un viejo amigo de manera gustosa, de esas amistades que se echan de menos después de pasar un tiempo de no encontrarse. Ella lo recibió con su gesto amable y sereno. Amber se detuvo a un metro de él, entrelazó las manos en su regazo y se posicionaron frente a frente. -Veo que has metido la pata. -comentó de manera irónica tras echarle un vistazo a su pie derecho y sin dejar de sonreír.

-Mas de una vez. -fue lo único que pudo responder. No supo como en ese momento no se lanzó sobre ella y de donde tomó la fuerza para no ponerse a llorar en su hombro, quizás fue que su presencia le impactó de una manera que ni siquiera él se imaginaba y parte de su fisionomía se paralizó.

Night Changes •Shot• Marco ReusМесто, где живут истории. Откройте их для себя