El ascenso del dios de la Tierra.

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    (Pasado)

-Señorita Xuan!-
-no corra Señorita!!, se puede lastimar!!-

Shi Qingxuan desde muy pequeño era muy juguetón, un niño amable, con un corazón inmenso, también le gustaba meterse en problemas y ayudar a otros sin importar qué tan difícil fuera el problema,  compasivo, lleno de vida, travieso, disfrutaba burlarse y meterse con otros, pero nunca por intención maliciosa. Sin embargo, a pesar de esto, cuando sus amigos lo necesitaban, superaba sus miedos y lograba lo que se proponía hacer.

De pequeño Shi Qingxuan fue criando como una niña hasta el día que ascendió al cielo y todo se debía al "Reverendo de las palabras vacías" quien cuando nació el pequeño Shi Qingxuan dijo unas palabras que aterrorizó a los padres de Shi Qingxuan y a su hermano Mayor Shi wudu, el reverendo de las palabras vacías mencionó "Triste comienzo, triste final" Para esquivar la maldición que se le impuso a Shi Qingxuan, un adivino hizo que los padres de Shi Qingxuan fingieran ponerlo en adopción. Para confundir aún más al monstruo, Qingxuan fue criada como una hija.

-Señorita!. gritaban los sirvientes.

Shi Qingxuan los ignoraba completamente él solo deseaba correr para conocer la ciudad, nunca le concedían salir y conocer a otras personas, su única manera de salir era escapar de todos.

-Shi Qingxua!!. Grito con enojo su hermano Mayor, pero ya era imposible alcanzarlo, él ya iba demasiado lejos. Shi wudu Molesto como si su prometida hubiese huido se dirigió a los demás con una mirada que mataría a cualquiera o peor aún, haría que cualquiera quisiera hundir su cabeza en el barro. - Búsquenla!!!  y la traen a mí, esa niña no volverá a hacer lo quiera.
-Si Joven Amo!. gritaron todos los ayudantes de la casa.

No muy lejos un pequeño niño vestido como si fuese una niña, brillaba como el sol más grande que podía  existir, su vestimenta era impecable, su cabello color castaño claro se balanceaba con el aire, su piel tan blanca como la nieve, labios color carmín, su piel como si fuese seda, ojos grandes de un color esmeralda entre verdoso y azul que hasta las gemas más preciosas estarían celosas, sus manos delicadas como las de una doncella, nadie dudaba que fuese una niña pues quien lo veía diría que era La Niña más Hermosa del reino, nadie lo igualaba.
Shi QingXuan seguía corriendo con toda su fuerza, él no se había percatado que ya nadie lo seguía desde ya hace mucho tiempo. Cuando estaba por voltear no se dio cuenta que un carruaje venía hacia su dirección cuando se percató de lo que estaba sucediendo frente de él no hizo nada, se quedó inmóvil como si alguien lo estuviese reteniendo, cerró sus ojos aceptado su destino, pero de pronto sintió que una mano suave pero al mismo tiempo firme agarró con fuerza todo su cuerpo y lo arrancó como si fuera una simple flor, cuando los dos cuerpos cayeron Shi Qingxuan sintió que su pequeño cuerpo había caído en algo muy suave amortiguando el golpe,

-Idiota. dijo una voz profunda como si estuviera a punto de estallar de enojo.
-Acaso quieres morir?!. volvió a hablar esa voz con un tono más molesto.
- lo siento. Dijo Shi Qingxuan con una voz temblorosa. - Lo siento. volvió a repetir con lágrimas en los ojos. - No podía moverme, no podía moverme! Quería moverme pero no podía!!. Dijo sollozando.
- Esta bien, está bien, deja de llorar! Las mujeres se vuelven feas cuando lloran. Dijo la persona, acariciando suavemente su cabeza.

Shi Qingxuan no se movió  del cuerpo de ese hombre extraño por un buen lapso de tiempo, hasta que ese hombre volvió a hablar,

-Si ya estás mejor, levántate me estás molestando. Dijo ese hombre con un tono incómodo.

Shi Qingxuan se levantó lentamente para poder ver el rostro de su salvador, al estar en una postura más adecuada se dio cuenta que ese hombre no era tan viejo, era guapo realmente, su piel blanca, su túnica muy elegante de un azul marino con unos pequeños detalles de nubes, lo que más le sorprendió fue el color de sus ojos, un color dorado como El Oro, sus manos grandes que sostenían unos libros que estaban llenos de polvo por la caída, su cabello negro azabache, recogido con una coleta, Shi Qingxuan sintió una electricidad que inundaba todo su cuerpo, se sentía extraño, su corazón palpitaba tan rápido que lo escuchaba en sus oídos, perdido en sus emociones lo vio detenidamente hasta que una voz tan profunda llegó a su mente sacándolo de sus sueños.

Un Destino Verdadero... Where stories live. Discover now