El gran día ha llegado, es la boda de Otabek Altin y Yuri Plisetsky, ambos sumidos en sus pensamientos, mientras realizan su primer baile como casados, para lo que han elegido la canción You are my inspiration, describiendo sus sentimientos acorde...
Y ahí estaban, frente a frente luego del emocionado abrazo y el largo beso que compartieron cuando el juez confirmaba que los declaraba unidos en legitimo matrimonio, Otabek aun sentía la adrenalina corriendo por su piel cuando acompañado de Leo de la Iglesia y JJ Leroy llegó hasta el hermoso arco de flores de tonos pastel bajo el que se efectúo la ceremonia, un hermoso claro del bosque en la parte trasera de la casa de la familia del canadiense, en esa tarde de otoño elegida para confirmar su amor frente a un pequeño grupo de amigos, solo amigos suyos, pues sus padres le habían negado todo apoyo desde que se declaraba gay y proclamaba a los 4 vientos su amor por el rubio ruso Yuri Plisetsky.
Para su fortuna el gobierno de su país se había hecho de la vista gorda con su más destacado deportista, ignorando el hecho y continuando con los apoyos económicos, eso aunado a que se había puesto de moda como DJ y modelo por su "apariencia exótica" había dado como resultado que tuviera la independencia financiera tan necesaria en casos como el suyo. Mucho tenía que agradecerle a Víctor por asesorarlo y guiarlo, convirtiéndolo en un "producto necesario para el mercado"
¿Le dolía la ausencia de sus padres? Desde luego, pero ese dolor era nada, comparado con la enorme dicha que lo embargaba, luego de 5 años de relación culminaban el noviazgo bajo ese marco de fragantes flores, escuchando el quinteto de cuerdas que había amenizado la breve pero emotiva ceremonia.
Las bromas de Jean y Leo supusieron un leve alivio a sus muy visibles nervios, componiéndose a cada momento el smoking negro, fastidiándolo por su temprano y eterno enamoramiento de ese precioso ruso, bromas que luego hicieron blanco en Leo, cuando un apurado Guang había llegado de último momento, ocasionando el sonrojo y una enorme sonrisa en el mexicoamericano.
Todo era perfecto, las 6 bancas colocadas tres a cada lado, abriendo un pasillo de flores blancas y hojas secas en tonos naranja, amarillo y rojizas que se desprendían de los árboles y que acomodaban a sus amigos patinadores: Pichit, Guang, Emile, Christophe, Sala, Michel, Mila, Seung, Georgi y Yuuri, los padres y hermana de este, Yakov y Lilia, Isabella, los padres de Jean y los de Leo de la Iglesia, las parejas de Chris y de Emile, su entrenador y su esposa. Sí 25 personas los acompañaban, en esa hermosa tarde donde los rayos del sol se cuelan tímidos entre los árboles, dorados y fríos. Tan semejantes a Yuri.
Justo antes de que la música hiciera una pausa y cambiar, anunciando que el otro novio hacia su arribo, Otabek volteó hacía el pasillo que conducía a donde él se encontraba ya, suspirando su vista se nublaba brevemente por las lágrimas que a sus ojos acudían, embargado por una emoción que nunca pensó sentir, Yuri caminaba acompañado de Víctor, enfundado en un smoking color beige, con el rubio cabello sostenido por un artístico pero discreto trenzado a los lados, donde se destacaban pequeñas perlas y el resto cayendo, dorado y radiante. Vio la luminosa sonrisa de sus labios y entonces lo supo...Todo estaba bien.
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La música sonó entonces, el tema elegido por ambos..."You are the inspiration" del grupo Chicago, temblando rodeo firmemente la cintura de su ahora esposo, Yuri de 21 años y el de 24 tenían su primer baile como recién casados, sin darse cuenta estaba cantándole la canción, sin quitar la vista de ese par de esmeraldas que lo habían cautivado 11 años atrás, que lo habían enamorado un poco más cada día, que habían hecho emerger de él desde el más profundo amor, la más arrebatadora pasión, la más inmensa ternura, hasta el más fiero deseo de protección.
