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Llegue a la finca de señor Tengen, ya estaba agitado el lugar, se oía las voces suplicante de los
Si esto ya es malo, aún no pasan por los otros...
Unas de las esposas de Uzui se acerca a mi, en sus manos tiene una olla de arroz.
- Nukima, que bueno que volviste, ¿como estuvo la mision? - Hinatsuru sonrio felizmente, y de fondo vi la escena de la tortura o es decir entrenamiento.
- Si me fue bien, pero me ire en unos dias ya me asignaron otra mision -
- Que mal, esparaba que te quedaras unos dias mas para ayudarnos con los nuevos, pero mejor descansa, te dare una bola de arroz con una sopa
- Muchas gracias, Hinatsuru, ire a ver a Tengen y comere de inmediato.
- dejame ayudarte en llevar esa olla al menos, deben estar cansada por cocinar para todos ellos - tomo la olla de sus manos y ambas caminamos a la mesa.
- Esto no es nada, ya es normal para nosotras - ella sonrie de una forma tan gentil como si ya fuera una madre.
Hinatsuru... seria una hermosa madre.
- Nukima, por fin llegaste - Tengen paso a mi lado sin hacer ningún sonido, aun me sorprende cuando lo hace.
- Señor Tengen, termine mi misión y todo salió bien, ya tengo el informe listo para que lo lea - Makio aparecio al lado de Tengen y tambien Suma.
- Te estuve esperando, pense que estarias aqui o esperandome como acostumbras, pero luego me dijeron que el señor Ubuyashiki te llamo para otra mision en tres dias con Sanemi, estaras bien, estas entrenada por el mejor - Su confianza brillaba, mejor dicho el brillaba.
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