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« Ya llevo unas 4 horas debajo del sol»

Mateo.

Me tambaleó un poco pero sigo sereno esperando a Keyla a la salida de la fiesta.

Después de dos horas la veo salir con sus amigas, riéndose de no sé qué.

Cuando me ve toda la diversión se desvanece, se despide de las tres pibas y viene a mi.

- ¿Que haces acá Mateo? - pregunta enojada.

- Vine a buscarte... Me atrase ensayando con los pibes y... Y perdón - explicó cómo puedo.

Ella suspira y asiente para después estar con su celular.

Vuelve a guardarlo, me mira y se desacomoda el pelo.

- No sé qué hacer con vos Mateo, la verdad que no se - susurra pero logró escucharla y se me forma un nudo en la garganta.

Pero al instante que vomitó se que no era por qué ella me dejara, sabía que no llegaríamos a ese extremo.

- Está bien, tranquilos - escucho que explica y me siento avergonzado - Ya se mamá, te podés ir a casa, sé cómo manejar la puta situación.

Cuando terminó, Keyla me agarra del brazo y me sube a lo que creo que es un Uber.

- A Palermo - dice y yo voy cerrando mis ojos.

Pero cuando el auto frena, los abro de golpe.

- Gracias, quédate con el vuelto - vuelve a agarrarme del brazo y me tironea afuera del auto.

Cierra la puerta de un portazo y nos encaminamos a un edificio.

- Gracias Dani, eras mi último recurso - subimos por el ascensor aunque juraría si fuera por ella y su bronca, hubiera subido por las escaleras.

Ya adentro del departamento de Daniel, me acuesta en una pieza y se van los dos.

Cierro mis ojos y por fin duermo tranquilo.

Perenne × TruenoWhere stories live. Discover now