Me dio las buenas noches y yo a ella. Bueno, qué noche, Jason.

Fue la mejor de mi vida. Me había enamorado, y no de cualquier persona, de la mejor. Mierda que el amor te puede sorprender a veces, ¿quién diría que Jason Trace iba a terminar con Diamond Wolff? Es cierto cuando dicen que lo mejor llega inesperadamente.

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A la mañana siguiente, me desperté a las 10 para hacerle un buen desayuno. Le preparé tostadas con manteca, medialunas, jugo de naranja, unas frutas cortadas y un pedazo de brownie. No tenía tanto de comida en casa ese día, así que hice lo mejor que pude. Supuse que a las 11 ya estaba despierta, así que le toqué la puerta y entré. Por suerte, lo estaba.

-¡Jason! ¿Tenés más sorpresas?

-Te dije, tengo que trabajar en que te ganes mi confianza. -Apoyé la bandeja en su cama. Dejé que comiera tranquila y yo fui a hacer mi cama. Cuando terminó, la fui a ayudar a hacer la suya.

-¿Necesitas ayuda? -pregunté al verla enredarse con las sábanas.

-La verdad, no me vendría mal. -le sonreí y tomé por las puntas a una de las sábanas. Ella las doblaba con cierta delicadeza que hacía que me enamorara más de ella. ¿Esto duraría para siempre? Espero que sí.

La miraba tanto que ya ni me daba cuenta, pobre, debía sentirse incómoda.

-¿Qué me mirás así?

-No sé, disfruto de verte hacer la cama. La hacés de una manera tan... distinta. Haces que el doblar sábanas parezca un arte.

-Ey, en serio, ¿a quién viste antes de verme en el cine? ¿A Shakespeare?

-No sé, el amor me vuelve algo bobo.

-¿El qué? -Mierda, qué dije. No era tiempo para decirle todavía lo que sentía.

-El calor -hacía frío, pero como sea -no sé, creo que lo extrañaba -intenté de salir de la situación de la mejor manera posible, lo que obvio no sirvió.

Ese día lo pasamos todo el día juntos. Hasta ahora, había sido el mejor. Fuimos a la plaza; sabía que habrían algunos chicos del colegio, pero no me importaba. Ella tenía la ropa de ayer ya que no tenía otra. Estaba vestida impecable, jeans bordó y una remera blanca medio radical. Llevaba puestas mis Reef, no le favorecían el conjunto, pero aún así le quedaban bien. Le marcaban las piernas flacas, así que.

Como antes dije, sí, habían chicos. No me importaba, el tema era ella. No creo que tampoco le importara, siempre demuestra que no le importan los demás; me encantaba eso. Como sea, yo había preparado una clase de picnic con las cosas que a ella más le gustaban: blocks, Coca-Cola, Doritos con queso cheddar y frutillas con azúcar. Quería que fuera todo perfecto, ni siquiera era una cita, pero todavía debía ganármela.

Uno de los chicos nos empezaron a mirar, y entre ellos estaba Nicholas.

-¡Pero miren! Si es el traidor traicionándonos con la traga. ¿Qué paso, Trace? ¿Te cansaste de la basura de Julia y ahora tienes que ir por otra basura? -gritó Nicholas a lo lejos.

-Eu, relajate, ella no es ninguna basura, ¿sí? No tenés porqué decir eso -amenacé tratando de no salir de control y no empezar una pelea.

-Claro, perdoname, ella no es una basura: es una basura virgen -Diamond miraba confundida, no le importaba en absoluto Nicholas, pero yo no iba a dejar que la tratara así. Me paré y me planteé en frente de él para calmarlo.

-Calmate, no quiero tener que pegarte.

-Pero yo sí quiero ver, gil, mostrame lo que tienes. Si te juntas tanto tiempo con "mariposas" como ella en vez de nosotros. ¿Qué te tiene tan estresado? ¿No es tan buena en la cama como esperabas? -sin pensarlo, le pegué justo en la nariz. Estaba indignado, de ninguna manera iba a dejar que la tratara así, menos en frente de ella. Sangre le caía por la camisa, manchándola toda.

Within Hate (Español)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora