15.

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Después de la discusión con Felix, Changbin no podía evitar las lágrimas que sin medir el tiempo, salieron sin su consentimiento.

No lo pudo controlar. El chico sentía en su pecho un dolor inmensamente inexplicable ¿Por qué tenía que pasar por muchas cosas un mismo día?

Changbin ahora se encontraba saliendo del auto. Mientras este caminaba hasta la puerta principal, sentía su corazón latir rápidamente y sus manos temblaban. Tenía miedo.

Miedo de no encontrarse con su madre.

Sin más que hacer entró por la puerta haciendo un ruido exagerado, no le importó en ese momento. Solo quería ver a su mamá y asegurarse de que nada le hubiera ocurrido, pero lo que vió lo dejó atónito.

Frente a sus ojos estaba la peor imagen que había visto en toda su vida; su madre tirada en el suelo de la sala de estar, sangrando y delirando.

«¿Por qué ella?» «¿Por qué no yo?» se decía a si mismo.

Changbin bajó hasta donde se encontraba su madre y tomó su cabeza con delicadeza para recostarla sobre sus piernas.

― Mamá... Mamá háblame ―rogaba entre lágrimas.― Mamá te lo suplico.

― Cariño... Tu hermana... ―fueron las últimas palabras de aquella señora, para después terminar de cerrar sus pequeños ojos. Eso era todo, el chico se había quebrado en llanto.

La persona más importante en su vida lo había dejado. Changbin sentía que la vida ya no valía nada y de nuevo su corazón dolía, sus piernas aún temblaban y sus manos pedían a gritos golpear a la persona que había causado aquel desastre.

Su padre iba a pagar.

Sin más que hacer tomó la cabeza de su madre y la puso lentamente en el suelo. Se levantó, limpió sus lágrimas y en sus manos se formaron puños.

Caminó lentamente sin hacer ruido hasta las escaleras. Cada escalón era estar un paso más cerca de ese monstruo.

Ya arriba, en el segundo piso de la casa, se dirigió hacia la habitación de su hermana. El chico temió lo peor, por el hecho de que no había ni un solo ruido proveniente de ahí.

Ya dentro de la habitación no pudo ver a nadie, solo un charco de sangre. Eso hizo que se enojara y tuviera aún más ganas de golpear a su padre. Se acercó hasta el charco de sangre y se percató de que había una nota sobre éste.

«Sólo faltas tú» decía. Y tras terminar de leerla, la puerta de la habitación fue cerrada a sus espaldas.

― Hola hijo... ―esas palabras hicieron recorrer un escalofrío por todo su cuerpo.

― ¿Qué has hecho? ―preguntó aún sin darse vuelta.

― Estoy haciendo todo más fácil ―masculló el hombre, mientras empezaba a llorar.― Estoy cansado de problemas, esta era la solución.

Changbin se dio vuelta y se abalanzó contra su padre que estaba apoyado sobre la puerta cerrada.

Primer golpe.

― ¡Esta no era la solución! ―gritaba con furia.

Segundo golpe.

― Pudo haber otra salida... ―al tercer golpe Changbin cayó al suelo.― Pudo haber sido de otra manera... ―y de nuevo las lágrimas estaban saliendo sin su consentimiento.

― No. Siempre fue difícil. ―aún llorando, el padre de Changbin se abalanzó sobre él y lo tomó por el cuello con fuerza, haciendo que le empezara a faltar la respiración.

― Pa-papá... ―suplicaba tratando de alejar las manos ajenas de su cuello en un vano intento de seguir respirando.

Su vista se estaba poniendo borrosa ¿Qué estaba pasando? ¿Finalmente Changbin se iría con su madre? Porque a él la verdad ya no le importaba.

La respiración ya se estaba haciendo ausente en sus pulmones y su visita estaba aún más borrosa, de pronto un dolor se formó en su estómago.

Y cuando pensó que ya era el fin, pudo distinguir siluetas acercándose y quitar a su padre de encima. Pudo ver a Félix frente a él y sentirlo tomar su cabeza. Veía su boca moverse, pero no lograba alcanzar a escuchar que era lo que le decía.

¿Éste era en realidad el fin?

[......]

911 - ChangLixजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें