—No te molestes por eso —susurró en mi oído, no me había dado cuenta del momento en que me tomó en sus brazos, haciendo que yo descruce los míos en el proceso—. Sabes que Peter la ama. No le quiere hacer daño.

—Igual me dan ganas de golpearlo.

Jack se rio en mi cuello, las vibraciones de su pecho que estaba pegado al mío hicieron que mi cuerpo temblara. Depositó un beso en mi mandíbula antes de volver a susurrar en mi odio. —¿Por qué no dejamos de hablar de ellos y mejor hablamos de nosotros?

Alcé una ceja, no sé qué quería decir con eso. ¿De qué quería hablar?

—Creo que no me expresé bien. Quise decir, ¿por qué no vamos a la cama?

Me sonrojé tan pronto dijo esas palabras. Aun después de tantos años Jack tenía el poder de ponerme nerviosa y de hacerme actuar como una chiquilla.

—¡Jack! —me quejé.

Sus carcajadas me hicieron entender que solo estaba tomándome el pelo. Le encantaba jugar conmigo y hacerme sonrojar y yo, siempre caía en sus juegos. Creo que ha llegado la hora de atarlo nuevamente a un ancla.

—Solo por eso, estás vetado de entrar a nuestro cuarto por un año —le grité.

—¡¿Qué?! ¡Ry! ¡No es para tanto!

Le saqué la lengua y salí por la ventana. Necesitaba separarme de Jack al menos por unos segundos, porque ahora solo podía pensar en lo que él querría hacer en esa maldita cama. Y Jack es muy bueno en hacerme sentir bien. ¡Ag! Lo odio. Jack es un completo idiota. Siempre hace que momentos tan normales, se tornen sensuales, hace que piense en él y...

Aún recuerdo cuando hace casi 18 años, estábamos en casa de Landon, él había tenido un bebé con una chica que no quiso nada con él y los dejó a ambos. Sí, una completa idiota. Por sus acciones tan despreocupadas, ahora camina con una nube negra sobre ella todo el tiempo, cortesía de la Madre Naturaleza, o sea, yo.

Ese día habíamos ido a conocer al bebé y era precioso. Landon había salido, por lo que nos quedamos Jack, el bebé y yo. Lo tenía en brazos, acunándolo y cantándole las mismas canciones que Ana interpretó para mí cuando yo era pequeña. Todo iba bien y era un momento adorable, al menos lo fue hasta que Jack empezó a hablar.

—Ver al bebé me hace pensar que Landon ha tenido sexo con alguien y él es tan él que es raro. Pensé que Landon sería virgen toda su vida.

En primer lugar, él no tendría por qué pensar en Landon teniendo sexo. Eso era demasiado perturbador. Segundo, ¿por qué pensaría eso justo ahora?

—Jack, ¿puedes dejar de hablar de sexo?

—¿Por qué? Después de todo, no es algo que no hayamos hecho antes —susurró en mi oído y luego mordió el lóbulo de mi oreja. Lo traté de empujar, pero eso sólo provocó que se riera—. Me encanta cuando te sonrojas.

Cuando respondió eso me di cuenta de que solo estaba jugando conmigo (otra vez), amaba hacerme sonrojar y yo lo odiaba por eso. Sabía muy bien cuáles eran mis puntos débiles.

—Es tu culpa por hablar de cosas como esas frente a una criatura —traté de que mi voz no sonara tan severa, pues aún tenía al pequeño en brazos y este dormía.

—Es un bebé, no entiende lo que decimos. No hay nada tabú, Ry —al decir mi nombre, ronroneó. Detesto cuando hace eso, porque lo único que logra es que lo quiera llevar lejos de todos para estar a solas. Básicamente, cumple su cometido.

El muy maldito sabe lo que me afecta, lo ha aprendido en todos los años que hemos estado juntos. Me conoce mejor que nadie y viceversa, yo lo conozco mejor que nadie. En realidad, somos un buen equipo, nos entendemos, nos amamos y, también nos fastidiamos y peleamos; es normal.

No soporto a Jack Frost | MRCJF #2Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ