Y estoy en este puente, al borde de un vacío, decidida a saltar...
Busco el sueño en medio de una tormenta eléctrica, donde los relámpagos alumbran la habitación entera, pero no truenan.
Al parecer la noche, el insomnio y tu fantasma, desvelan vagando en mi memoria, solo para toparse con una mente que carece cada vez más de recuerdos y de ti.
Y entonces cojo papel y lápiz
Y me empapo la boca de sentimientos
que me es imposible escribir
Al parecer cuando empacaste, encontraste en mis cartas las palabras más bonitas que la poesía invento para ti
Y te las llevaste con el gato y el suéter que te regalé en Abril.
De repente, no tengo más que decirte
Ni un posdata con que concluir
Los truenos continúan mudos
Y yo caigo en cuenta que me he quedado sorda.
Entonces nace la posibilidad en medio de un imposible y ahora es cuerdo soñar con volver a dormir y cabe un poco de esperanza en medio de la palabra olvidar.
El no escuchar se transforma en la metáfora del no escucharte
Y tus promesas pasan de ser melodía a una simple canción afónica y disonante.
La tormenta pasa como huracán y oxida la cadena que me condenaba a ti.
Y aunque esta solo se ha lesionado
El agua me ha facilitado romperla
Y yo me quiebro.
Después de gritarle al abismo tu nombre
Te desmoronas junto a el
No ha quedado nada
Más que un infinito silencio
Y veo la última hoja de un árbol seco caer
Se despide el otoño
Y suelta una brisa con aroma a Diciembre y sabor a libre de ti.
Abro los ojos
Y estoy en este puente, al borde de un vacío, decidida a saltar
Pero miro a mi derecha
Donde se asoma un cálido atardecer a pesar de que hace frío.
Y entonces cruzar el puente suena mejor que saltar de el
Así que inhalo valor, exhalo fuerza y al llegar al otro lado..
huele a mar.
