17| Un paso más

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Jason: Estas de suerte, también estoy solo y de hecho pensaba hacerte una visita sorpresa.

Billy: Visita sorpresa ¿eh? 😏

JasonAsí es 😏😏😏😏

Billy: ¿Qué tan rápido puedes venir?

Jason: Dame 20 y estaré ahí.

Billy: Mamá me dejo galletas...

Jason: Te veo en diez minutos 😋😋

Billy se mordía el labio tratando de esconder la enorme sonrisa que tiraba de sua labios, pero era inútil, estaba feliz, muy feliz.

*****

El timbre sonó por toda la casa y Billy se encontro corriendo escaleras abajo y como no llevaba puestos los zapatos, casí cae rodando, pues los calcetines no le daban demasiado agarre, sin embargo logro llegar con vida a la puerta y al abrirla....

—Hey, pero si es mi rubio favorito— saludo Jason con esa sonrisa coqueta que había estado presente en los últimos días.

Billy se encontro preguntándose ¿Qué pasaría si saltaba sobre Jason y lo besba? Es que el capitán estaba como quería: llevaba puestos unos jeans negros que moldeaban muy bien sus piernas largas, también traía una camisa a cuadros negros y azules y ese cabello castaño un tanto alborotado.

—Y...¿puedo pasar? — preguntó el capitán al notar que Billy se había quedado demasiado quieto.

—Ah, s-si.

Billy se hizo a un lado y cundo el castaño paso a su ldo dejando en el aire su fragancia masculina, tuvo que sostenerse de la puerta para no caer de rodillas.

"Calmate, pareces gata en celo" se regaño por no poder controlar lo que Jason le provocaba. Cerró la puerta y camino detrás del capitán.

—Entonces, te dejaron solito.

—Si, a mi familia no le importo irse de paseo y dejarme aquí, rompiendome la cabeza con esos horribles problemas de matámaticas. —Dramatizo.

—Pobrecito— Jason abrió sus brazos. —Ven aquí, te daré un abrazo.

Y por supuesto que Billy no se lo penso dos veces, se aferró a Jason y dismuladamente acerco la nariz hasta el cuello. Empezaba a sentirse como una adolescente hormonal y las ganas de manosear a Jason eran bastante difíciles de controlar, ese pensamiento hizo que empezara a reirse descontroladamente.

—¿Y a ti que te pasa?— preguntó Jason con una risa confundida.

—Nada, es solo que me di cuenta de algo.

—¿De qué?

—Es que me di cuenta de que tengo unas ganas de meterte mano y...

Billy cerró la boca de golpe al darse cuenta de lo que había dicho y ese era un buen momento para que la tierra se lo tragara o le callera un rayo y lo matara de golpe. El calor inundo su rostro y no necesitaba verse en un espejo para saber que estaba más rojo que un tomate maduro.

—Yo..este, no es...lo que dije...mierda — dio un paso atrás y estuvo a nada de caer sentado.

En ese momento, Billy decidió actuar como un joven maduro que hace frente a las adversidades y por eso... salió corriendo escaleras arriba, no se detuvo hasta que estuvo en su habitación.

La suerte del capitán (Suerte #2)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz