La Flor de Cerezo del Rio Nilo

3ra Parte: Una Nueva "Amistad"

Hikaru POV

Vi cómo el joven faraón se quedó nervioso cuando nos dejaron solos (la verdad no era el único que estaba nervioso), después de contener la postura para dar una buena primera impresión, también me pude dar un respiro.

-"Hufff... Al fin puedo darme un respiro".
-"Dímelo a mí, tenía que dar una buena primera impresión de mi familia pero creo que lo arruiné".
(Lo miré tratando de taparse la cara con una mano)

-"Soy un verdadero idiota". (Se dijo a sí mismo)

-"La verdad creo que fuiste muy valiente. Sé que al principio mi padre puede verse un tanto intimidante (por ser emperador), pero la verdad es alguien sensible y bondadoso".
-"Yo opino lo mismo de mi padre".

(soltamos una ligera risa)

-"Me parece que no nos presentamos apropiadamente. Soy..."
-"Ahkmenrah, cuarto rey del cuarto rey, soberano de la tierra de mi padre". Ya lo dijiste".
-"Pero puedes decirme Ahkmen, si tu quieres".
-"Entonces tú puedes llamarme Hiru".

Apenas dijimos eso y comenzamos a caminar alrededor del "palacio" (en realidad era toda la sala para nosotros).

-"La verdad no es nada fácil ser faraón".
-"No más que emperador. En veces tu propia gente no te estima, sino que más bien te temen; toda mi familia ha tenido que cargar con eso".
-"Es peor cuando dicen cosas de tí. Los guardias anteriores a Larry..."
-"¿Tu amigo?"
-"Sí. El punto es que ellos decían cosas de mí que no eran ciertas, siempre estuve encerrado mientras ellos vigilaban".

No podía evitar estar con la duda de saber qué era lo que decían de él, pero no sabía si era apropiado preguntárselo. "¿Le pregunto o no?", era lo único que pasaba por mi mente.

-"Oye..."
-"¿Qué pasa?"
-"Y... ¿Qué era... lo que exactamente..."
-"¿Decían de mí?"

*Creo que no debí preguntarlo*

-"Tranquilo. Si no quieres hablar de eso, está bien".
-"No pasa nada. De todos modos, ya se jubilaron. Lo que ellos decían de mí era que yo fui despiadado, frío, que nadamás provocaba miedo; pero nunca me dejaron que me conocieran".
-"A mí me decían que era arrogante, egoísta y solo pensaba en mí, pero era por culpa de mi institutriz. Yo no era así".
-"Creo que lo peor es cuando no te dejan ser tú mismo".
-"Lo sé. Yo estaba todo el tiempo en el palacio cuando era pequeña, y quería jugar con los otros niños, pero mi institutriz siempre me regañaba si intentaba escaparme. En las noches era mi mejor oportunidad para jugar afuera del palacio con unos niños que siempre estaban ahí".
-"Recuerdo que siempre bajaba al Nilo para ir a nadar y jugar, pero no era lo mismo si jugabas tú solo".
-"Me he dado cuenta que tenemos varias cosas en común".
-"Es verdad. Creo que nos vamos a llevar bastante bien".

Mientras caminábamos, nos detuvimos para sentarnos a las orillas del estanque artificial y observar a los peces koi.

-"Sabes, nunca tuve la oportunidad de caminar y conocer a alguien".
-"Pensé que no íbamos a entendernos, pero estaba equivocado".

Repentinamente, cae una flor de cerezo en el estanque.

-"¿Qué es eso?"
-"Ah, esto... Es una flor de cerezo o "Sakura" como la llamamos nosotros".
-"Es una flor muy bella".
-"Lo sé, de hecho se hace un festival cuando va a florecer, es increíble ver cuando caen los pétalos; en verdad es hermoso".
-"Igual que tú". *en voz baja*
-"¿Qué?"
-"Nada, nada. Creo que ya va a amanecer, será mejor que nos vayamos a nuestras salas".
-"¡Espera!"

Antes de irnos, lo jalé del brazo.

-"Quiero que te la quedes".

Le dí la flor en las manos.

-"Pero si apenas nos estamos conociendo".
-"Pero es para que sepas que tienes una nueva amiga".

Antes de que Ahkmen pudiera decir algo, las puertas se abrieron y todos se nos quedaron viendo.

-"¡Onlar erkek arkadaş, onlar erkek arkadaş!"

Los dos entendimos perfectamente lo que Atila y los hunos dijeron; nos pusimos rojos pero yo por timidez o no sé, le arrojé una de mis sandalias en la cara y cayó al piso.

-"¡¿Y eso qué fue?!"
-"Otra vez que lo diga y lo mando al Jigoku".

(Sí ya sé, tengo un temperamento explosivo y monstruoso)

-"Como sea, será mejor que ustedes dos se despidan por hoy".
-"Bueno, fue un placer conocerte Ahk".
-"Igualmente Hikaru".

Cada uno se regresó a su sala pero yo lo seguí sin que nadie me viera, y llegué a la sala de Egipto. Vi cuando todos se regresaron a sus sarcofagos, pero Ahk fue el último; se colocaba las vendas en el cuerpo, accidentalmente hice ruido y apenas se volteó para ver, me escondí. Volvió a terminar de colocarse las vendas y miré cuando se metió en su sarcófago y los lacayos lo cerraron.

Sin que nadie me viera, regresé a la sala de Japón y me puse en mi lugar; a los pocos minutos, me convertí en cera al igual que el resto de las exhibiciones en sus salas.

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En las próximas partes se introducirán personajes nuevos (no demasiados).