El destino nos volvió a unir (temporada 2)

todos a una

* narra David *

Me giro hacia atrás y hay varias personas a escasos metros de mí.

David: no os tengo miedo,  cogerme a mí y soltar a mi hijo

X: pensabas que te íbamos a dejar solo? - Se baja la capucha dejando asomar un pelo rubio y despeinado que hace que libere un suspiro

David: me habías asustado rubio de bote

Dani Auryn: se te nota en la cara moreno

David: gracias por venir

Blas: todos a una recuerdas?

Sonrio mirando hacia la puerta del local,  en la pared hay dos personas apoyadas mirándonos.

David: mejor esperamos a que se vayan

Dani Auryn: tú sigues igual de tonto tío,  los años no pasan para tí

Blas: o pasan a peor

Ambos ríen y se acercan a la puerta donde se saludan con las dos personas con un buen apretón de manos y un abrazo. Me acerco despacio.

Carlos: que mal conduces,  ni un intermitente eh,  ya te vale,  y pisando huevos

David: así que eras tú

Carlos: pues claro,  llevo días espiándote, no sabíamos cuando ibas a dar el paso de venir - miro a la puerta y pienso en todos los momentos que vivimos aquí,  y en Dani

Alvaro: lo vamos a encontrar,  sano y salvo,  te lo prometo - Pone su mano sobre mi hombro

Nos adentramos en el local en completo silencio,  un escalofrío recorre mi cuerpo y apenas me deja avanzar. Lo miro todo en busca de alguna pista, algo que me diga dónde está mi hijo.

Todo sigue tal y cómo lo dejamos la última vez que estuve aquí, parece que no ha pasado el tiempo o que se haya parado.

Recorremos aquello que tantos recuerdos nos trae,  ahora desierto,  a oscuras y en completo silencio. Ahora parece más grande y menos agradable.

Un ruido en el sótano activa nuestros sentidos,  el corazón empieza a latirme con fuerzas,  a darme todas las fuerzas que ya había perdido. Sin dudarlo ni un segundo bajo, Dani me señala el suelo de la puerta,  hay luz.

Abrimos y veo a mi pequeño maniatado en una silla y a alguien de espaldas,  que al darse cuenta de nuestra presencia busca por dónde huir.

Dani,  Blas y Carlos se lanzan directamente a por él,  que saca una navaja amenazándolos,  entre ellos comienza una lucha digna de cualquier película de ciencia ficción.

Alvaro y yo corremos a desatar a Dani,  está helado y pálido. Parece desorientado y tiene un par de golpes por la cara.

Veo la navaja volar por los aires hasta caer clavada justo entre mis pies.

Dani Auryn : perdón - lo veo caer después de una patada en el aire

David: gracias karateka - termino de destar a mi pequeño que tirita - ya está tranquilo - lo abrazo y hago que me mire

Dani: sa... Sabía.. Que... Que v..vend...vendrías

Coge una de mis manos y la aprieta,  la aprieta de la misma forma que hizo el primer día que lo conocí, para después caer desmayado sobre mis brazo.

Lo aprieto aún con más fuerza contra mí,  abrigandolo todo lo que puedo mientras las sirenas cada vez se escuchan más cerca.