Parte sin título 2

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DISCLAIMER: Nada me pertenece, solo el corazón Gendrya shipper.

¿Quién lo iba a decir?-pensó Gendry. Hace muchos años cuando todavía estaba con Arya y la hermandad, ella quería que él sirviera al Rey en el Norte, que en aquél entonces era su hermano Robb y él se había negado. Le había dicho que quería unirse a la Hermandad porque quería saber lo que era tener una familia por primera vez en su vida. Pero para su mala fortuna lo que ellos hicieron fue venderlo a la malvada bruja roja que quería asesinarlo.

Nunca le dijo a nadie lo que en realidad pasó por su cabeza al tomar ésa decisión, él sabía que si llegaba con su hermano y su madre, ellos no le permitirían verla ni ser su amigo y él definitivamente no podía vivir con eso. Estar en el mismo lugar y no convivir con ella, sería su muerte. Así que la dejó primero. Con la excusa de que nunca había tenido una familia, pero siempre supo que le había mentido, ella era su familia desde que la conoció, desde que supo quién era en realidad. Ella había confiado en él y lo había protegido, ambos habían pasado por demasiadas cosas y él le había fallado. La había abandonado. Era un gran peso con el que cargaba, se sentía culpable. Recordó el momento en que escuchó de "La boda roja", se sintió morir al imaginarla muerta. Pasó años pensando que ella no estaba viva hasta hace unas semanas que el Rey Jon le había contado lo contrario. Le había dado un motivo por el que luchar.

Así que ahora se encontraba en su camino a Winterfell junto con otras personas. Tenían como finalidad empezar a prepararse para la batalla contra el Rey de la Noche. Él en específico tenía que comenzar a forjar las armas con dragonglass, las cuales serían vitales para la guerra.

El rey Jon había ido con Davos y la Reina Daenerys a King's Landing, tenían la intención de convencer a la Reina Cersei de hacer una tregua y conseguir que los ayudara a combatir a los white walkers, si buena suerte con ello- pensó. Él no estaba seguro que esa mujer los fuera ayudar pero no se detenía mucho en pensar en eso. Tenía cosas más importantes en qué gastar su tiempo: Arya. Desde que supo que ella estaba viva y en su casa había querido salir corriendo para encontrarse con ella. Tenía tantas ganas de verla, aunque no sabía todavía lo que le iba a decir, se pasaba días y noches enteras imaginando ésa reunión. Se preguntaba si ella lo aceptaría de nuevo o si estaba enojada con él. ¿Alguna vez lo había extrañado? ¿Creía que estaba muerto? ¿Estaría feliz de tenerlo en su casa? No tenía idea de cómo irían las cosas una vez que tuvieran frente a frente. Pero una cosa sí tenía claro: nunca la volvería a dejar.

Arya se encontraba con sus hermanos y la familia Tarly en el gran salón comiendo la cena, cuando de repente un soldado vino avisar que llegaban soldados y gente del Rey Jon.

Sansa asintió y dijo que los recibiría en un instante. Miró a sus hermanos para decirles silenciosamente que la acompañaran a lo que Bran dijo:

Bran: No es necesario tanta formalidad Sansa. Son buenas personas.

Sansa: Sí, pero es mi responsabilidad como Lady de Winterfell y de ustedes por ser mis hermanos, así que vamos- advirtió severa.

Bran: Quizá deberías permitir que Arya vaya sola. Es a la única que quieren ver.

Arya y Sansa lo miraron confundidas y salieron llevando a Bran con ellas. Samwell Tarly siguió sus pasos tranquilo.

Sansa observó a los hombres que tenían en frente de ella. Eran claramente hombres de la Reina Daenerys.

Sansa: Bienvenidos a Winterfell. Soy Lady Sansa Stark, Lady de Winterfell. Me informan que mi hermano El Rey Jon los ha enviado junto con una carta para mí. ¿Es eso cierto?

Desconocido: Así es. Permítame la carta la tiene el herrero. Hey tú hombre- gritaba.

Sansa rodó los ojos ante ésta informalidad. Arya solo miraba curiosa la escena, Bran se mostraba sin emociones como siempre y Sam visiblemente nervioso.

Gendry se había quedado pasmado al ver la belleza del Norte. Ya se lo había dicho Arya, que era hermoso, pero verlo con sus propios ojos era otra cosa. El gran castillo, la nieve, la gente y el sigilo Stark en las torres. No era extraño para él que se sintiera seguro, y más en casa de lo que había estado nunca. De pronto alguien le habló, más bien le gritó, y se dio cuenta que todavía tenía la carta que el Rey Jon había mandado para Lady Sansa, se bajó inmediatamente del caballo y salió disparado para encontrarse con la comitiva Stark. Pero sus ojos jamás lo prepararon para la hermosa imagen que tenía en frente: Arya Stark.

Se había quedado sin habla al verla que ni siquiera se dio cuenta de los ojos de los demás en él. Hasta que Lady Sansa habló fríamente.

Sansa: Señor, la carta que mi hermano el Rey mandó, ¿Dónde está?

Gendry: Lo siento- hizo una reverencia torpe. Aquí está.

Sansa: Bueno y ¿cómo se llama usted?

Arya: Gendry. Él se llama Gendry.

Todos los ojos se dirigieron a ella cuando habló.

Sansa: Bueno Ser Gendry, en un momento los ayudarán a instalarse y en poco tiempo les darán comida y bebida. Por cierto estos son mis hermanos Lady Arya Stark y Lord Bran Stark, y él es Lord Samwell Tarly- dirigiéndose a Sam quién sonreía nervioso.

Gendry y los demás asintieron e hicieron una reverencia.

Sansa: Bueno vámonos- dijo fríamente. Agarró la silla de Bran y dijo Arya ¿vienes?

Arya: En un momento.

Ella no dejó de mirar al estúpido cabeza de toro que tenía en frente. Cómo diablos era posible que estuviera vivo y en Winterfell. Ella de pronto sintió su rabia subir, se acordó de todos los sentimientos que había intentado reprimir por tantos años, recordó su traición al abandonarla pero también su tristeza al verlo partir con la bruja esa, que todavía estaba en su lista.

Gendry: Arya yo- Fue interrumpido por un golpe en el estómago proveniente de Arya. No supo en qué momento se movió tan rápido, pero ahora estaba doblado por el dolor.

Arya: Eso fue por dejarme por la hermandad- dijo enojada.

Gendry trató de recuperar el aliento y como pudo se puso de pie.

Gendry: Si supieras todo lo que he pasado por ésa estúpida decisión. Lo siento- dijo triste.

Arya: No ahora. Hablaremos en otro momento- dijo tranquila. Se volvió y empezó a caminar hacia el castillo dejando a Gendry con la palabra en la boca y sin decir adiós. Él sabía que ella no estaba preparada para ésta conversación, así que asintió tranquilo mientras que la veía caminar. Hasta que la vió detenerse.

De repente ella giró y corrió hacia él abrazándolo como siempre. Él se sintió en el cielo, la única persona que le importaba estaba viva y en sus brazos, definitivamente era un buen día.

Gendry: Creo que M'Lady me extrañó ¿cierto?

Arya le golpeó en el brazo.

Arya: Que no me digas M'Lady estúpido Toro, sigues sin entenderlo después de tanto tiempo- dijo ella con una sonrisa en su rostro.

Gendry sonrió al verla retirarse, con la promesa en sus hermosos ojos grises que tenían muchas cosas pendientes. Él supo en ése momento que tenía que apurarse y hacer todas las armas porque no había ningún Rey de la Noche que lo volviera a separar de Arya. Él no permitiría eso. 


Originalmente éste fic era de un solo capítulo, pero hubo personas que querían leer mi versión de la "reunión" espero les haya gustado. Por favor dejen sus comentarios :)

La esperanza de volverla a verOnde histórias criam vida. Descubra agora