Decisiones Incorregibles

Veintitrés (✔️)

La verdad de los hechos

Casper

Sabía que estaba en grandes problemas en el momento que me di cuenta que tanto mi hermana como mi esposa traían algo entre manos.

Ambas apenas se soportan y a pesar de ello nuestra convivencia en los últimos días había sido mucho más amena, pero aún así sentía que algo que no cuadraba.

Han pasado semanas y Thai a duras penas habla conmigo.

No está molesta, incómoda o decepcionada.

Solo ida.

Y jamás la había visto así antes.

¿Y si ella había descubierto que la canción no había sido escrita para ella sino para Channel?

¿Era eso?

¿Estaba dolida?

¿Molesta?

No sabía que hacer y los chicos no me ayudaban en lo absoluto.

―Repíteme otra vez el por qué estoy aquí viéndote caminar de un lado a otro, ―indicó mi mejor amigo, Philip, mientras se paraba del sillón en dónde se encontraban Blake, André, Killian y Lewis. Y me fulminaba profundamente con la mirada. ―Me dijiste en el teléfono que era una emergencia.

― ¡Es una emergencia! ―exclamé alzando los brazos y negando con la cabeza.

― ¡Claro que no! ¡La desaparición de mi prima! ¡Esa es una emergencia!

―No es la primera vez que ella hace algo cómo esto, Philip... ¿De qué te sorprendes?

― ¡Tú no lo entiendes! ¡Esta es la primera vez que ella se va!

― ¿Qué quieres decir? ―pregunté de inmediato.

―Desde que tengo uso de razón he metido a la leoncita en problemas solo para molestarla, ―contestó derrotado. ―Las veces que ella "huía" era porque estaba castigada.

― ¡¿Qué?! ―rugí sin miedo alguna a hacerle daño. Lo toma del cuello de la camisa alarmado a todos los presentes. ―Te voy a hacer una pregunta y quiero que me contestes con la verdad...¿Crees que puedas hacer eso por mí, Philip? ―pregunté en tono áspero e irónico.

Iba a volverme loco pronto.

―La respuesta es sí, Casper, ―soltó haciéndome abrir los ojos de inmediato. ―Yo contraté a esos strippers. Yo les pague para que fingieran que habían dormido con ella.

― ¡Eres un maldito hijo de puta! ―exclamé tirándolo al piso de un simple empujón. ― ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿¡A mí!? ¡Te he defendido como a nadie! ¡Creí que éramos mejores amigos! ―Killian me tomo de los brazos inmovilizándome.

Mientras que Lewis ayuda al imbécil a pararse.

― ¿Y tú eres un santo? ¡Cuando los presente te advertí desde un principio que mi prima estaba fuera de tus posibilidades! ¿Quién te manda a creer que todo lo que te dicen es una broma? ―preguntó con un tono de voz que nunca había utilizado en mí.

Me quedé en silencio.

Su rostro estaba furioso.

Sus ojos grises parecían más fríos que nunca.

Cerré los ojos y reí.

No hice nada más que reír.

― ¿Vas a culparme por haberme enamorado de ella? ―cuestioné dando un paso hacia delante a la par que lograba liberarme del agarre de Killian, por la sorpresa que de seguro había llevado dado mi declaración. ― ¿Vas a culparme por sentir?