-Pero Ferb no entra.
-Claro que entra Vanessa, ya he hecho esto miles de veces y en todas entra.
-Yo digo que ya paremos aquí, no es divertido si no entra.
-Una vez más Nessa, sólo una vez más y te juro que entra.
Vanessa tiró una vez más el aro que Ferb le tendía, siguió todas las indicaciones que el peliverde le estaba dando y ... No entró.
Miró molesta al chico que en ese instante estaba a punto de estallar en una carcajada. Ferb decidió no reírse aunque moría de ganas por hacerlo. Finalmente suspiró, tomó el aro que estaba en la mesa y, sin mirar, lo lanzó hacia el pino donde cayó limpiamente. Vanessa estaba impresionada por la precisión y rapidez con la que Fletcher acertó su lanzamiento y casi le iba a preguntar el truco cuando el dueño del juego habló.
-Bueno Ferb, que vas a pedir esta vez?
Ferb le sonrió al señor y señaló un peluche de ornitorrinco con sombrero, que extrañamente se parecía la mascota del joven...pero con sombrero. Una vez en sus manos, puso el juguete en manos de Vanessa y se despidió del dueño con un ligero movimiento de manos.
-Le has de gustar mucho a Ferbi, ha dicho más palabras hoy, que todo lo que le he escuchado en mucho tiempo.
Vanesa sintió un cosquilleo cuando oyó aquellas palabras. No era la primera vez que alguien hablaba de lo muy poco comunicativo que era Ferb, y nunca se iban sin recalcar el hecho de que él hablase más con la presencia de Vanessa. Y destacaba aun más cuando era él quien empezaba las conversaciones...
-Cuando yo era un pequeño de 7 años , mi familia y yo vinimos a esta feria, perdí las 5 veces que jugué y me obsesioné con este juego. Mi papá me traía cada fin de semana para que yo jugara. Me hice experto practicando aquí y Flounder ya me conoce desde hace mucho, mucho tiempo, casi siempre me llevo uno de los mejores premios que él ofrece...Y eso le molesta bastante, dijo Ferb, riendo.
-O sea que cada fin de semana venías para practicar ese tonto juego?
-Hey, no es un "tonto juego", sólo es cuestión de puntería.
-Bueno, como tu digas Ferb, sonrió Vanessa para sus adentros.
Cada vez que veía a Ferb le iba gustando un poquitito más. Y como no le iba a gustar si Ferb era un caballero atento, se preocupaba por ella y la hacía reír.
"Pero así también era Monty al principio de la relación", le susurró una vocecilla chillona en su cabeza.
-Y que quieres hacer ahora Vanessa?
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-No creo que sea buena idea Vanessa, se ve muy peligroso.
-Tonterías Ferb, es divertido... si quieres podemos ir en el mismo carrito para que no te dé miedo.
-No, yo iré en mi propio carrito.
1 hora después
-Nunca vi a nadie conducir de esa manera tan alocada Vanessa... No entiendo como pudieron darte tu licencia de conducir.... ERES UN PELIGRO PARA LA SOCIEDAD.
-Ferb, SON CARRITOS CHOCONES, en la vida real soy muy responsable al conducir...Y No me mires así.
-Cómo te estoy mirando?
-Así, como si estuviera loca... Y como si eso te gustará...
Ferb se fue acercando lentamente a Vanessa, sin apartar la mirada de sus labios. A medida que él se acercaba ella iba cerrando los ojos, esperando que los labios del peliverde hicieran contacto con los suyos...
