nueva vida

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* narra Sara *
Y aquí estamos,  a punto de empezar nuestra nueva vida. En el rellano,  maletas, juguetes,  carritos,  trastos y niños.

Giro la llave en la puerta de color roble,  la puerta que da entrada a la que será nuestra casa en esta nueva etapa.
Una vez dentro,  inspeccionamos la casa,  aunque tampoco hay mucho que ver,  tres habitaciones,  un salón,  una cocina y dos baños.

La casa tiene lo básico,  a si que nos tocará comprar lo que necesitemos, sobre todo para las habitaciones de los niños; al menos no tenemos que pagar mucho ya que es de una prima de David,  y está a 7 minutos del centro de Granada.

L: e quequenia
S: un poquito,  pero no pasa nada
D: yo no tengo habitasion....
Dd: claro que tienes hijo,  los nenes en una habitación,  las nenas en otra y mamá y yo en la que queda - el niño asiente aguantandose las ganas de llorar
S: ven aquí - le abro los brazos,  a los que viene corriendo - quieres que nos vayamos tú y yo a comprar las cosas para tú habitación?,  tú las eliges - le acaricio el pelo
D: sí,  pofavor
Dd: coge un par de sillas plegables para la cocina,  que no hay suficientes
Asiento y me voy con Dani a comprar y despejarnos.

[........]
La casa está en completo silencio,  David duerme a mi lado ajeno a todo,  desde que estamos en su tierra ha recuperado el sueño y las ganas de vivir.
En cambio yo no consigo pegar ojo; cambio de médicos, colegio, trabajo y demás papeles me quitan el sueño. Me giro intentando que no se despierte y ahí está, despeinado,  con el pelo algo rizado y la boca abierta,  está precioso. 

Salgo a la pequeña terraza,  porque como me siga movimiento lo voy a despertar.  Me apoyo en la barandilla de hierro negro observando las calles vacías,  iluminadas por las farolas y la débil luz de la luna.

Sin darme cuenta las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas,  las primeras que salen de mis ojos desde todo lo sucedido.
Noto que unos brazos me rodean y dan un bonito beso en mi mejilla.

Dd: las princesas no lloran - acaricia mi mejilla
S: no soy una princesa David - seco las lágrimas
Dd: para mí sí,  eres mi princesa - me gira y me apoyo en su pecho desnudo. El tiempo pasa en silencio absoluto,  derramo las lágrimas que me quedan mientras él acaricia mi espalda y el pelo - qué pasa Sara?
S: no es nada...
Dd: venga ya,  quieres que volvamos a Madrid?
S: no - digo rotundamente - aquí estamos bien
Dd: Dani y tú no estáis bien
S: Dani y yo nos haremos a estar aquí,  sólo es cuestión de tiempo - me mira serio - tú estás bien no?,  eso es lo que nos importa
Dd: a mí me importais vosotros - por primera vez desde hace meses lo veo preocupado por alguien
S: vamos a dormir anda príncipe,  es tarde - lo beso y tiro de él hasta la cama,  donde a pesar del calor,  nos abrazamos y damos mimos el uno al otro.

El destino nos volvió a unir (temporada 2)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu