—_______ necesito que me ayudes en.. —Dijo Liam entrando a mi habitación pero paró en seco al observarnos a el trío— ¡Wow! ¿Qué hiciste con ______? —Cuestionó como un idiota— Luces muy bien Duncan.

—Gracias. —Sonrió Jay.

—Tú.. tú también April.. —Tartamudeó rascando su cabeza.

—¡Gracias! —Exclamó ella.

Mi celular comenzó a vibrar sobre mi cama, lo tomé rápidamente y me dirigí a la terraza disculpándome con los chicos.

—¿Hola? —Contesté.

—_______, yo.. —Diablos no.

—¿Qué demonios quieres Sergio ? —Dije harta.

—¿Me darías otra oportunidad? —Comenzó a hablar con aquella voz que él sabía que me derretía, pero ya no más, nunca más.

—No. —Contesté fría— Eres un imbécil, ¿Cómo te atreves a marcarme? luego de el término de nuestra relación no quedamos si quiera como amigos.

—No puedo soportar otro día sin ti ______. Te necesito a mi lado, necesito tus labios, tu voz susurrando a mi oído, tus melódicas risas.. —Claro, ahora el sin vergüenza se creía poeta.

—Okay, okay, vete a la mierda, okay, okay. —Respondí y corté rápidamente la llamada, ¿Realmente el muy idiota creía que caería a sus pies así de fácil?.

Me retiré de allí y entré nuevamente a mi habitación.

—¿April, Jay? —Grité, pero nadie contestó— ¿Liam? —Elevé la voz— ¿Hola? —Nada.

Diablos, ¿Se habrían ido sin mi?, no..— ¡¿Chicos?! —Grité nuevamente pero tampoco tuve respuesta.

—¡______ Parker! —Gritó mamá desde las escaleras— ¿Qué diablos?, ¿Por qué gritas? —Dijo llevando una de sus extremidades a su frente.

—Buscaba a los chicos. —Respondí fría.

—Oh, un chico abajo espera por ti. —Comentó y entró a su habitación. Como siempre, no tenía el menor interés sobre que haría ésta noche, pero por otro lado estaba aquel chico de el que mi madre hablaba.

Bajé afirmándome de la baranda de la escalera y al llegar al primer piso me encontré con Harry, ¿Qué diablos hacía aquí?.

—¿Qué.. qué haces aquí? —Cuestioné confundida, pero él tardó diez segundos en hablar, su mirada me examinaba de pies a cabeza de una manera bastante incómoda para mí.

—Jay marcó a mi celular, dijo que había una urgencia en tu hogar. Oh, y no sé como sabía mi número. —¿Que Jay qué?.

—No ocurre nada. —Sonreí incómoda— Me dirigía a la fiesta de Christian —Dije acercándome a él, tras suyo se encontraba la puerta por la cual necesitaba salir antes de incomodarme más— Si me disculpas..

—¿Te llevo? —Preguntó repentino alborotando aquel ondeado cabello.

—Ahm.. —Musité nerviosa, ¡Estúpido Styles!, mis latinos salían de órbita por su maldita culpa.

—Iré. —Habló.

—¿Tú?, ¿Harry Styles en fiestas? —Reí sínica.

—Sin mi, la fiesta no existe. —Sonrió pícaro— Además, nunca está demás algo de alcohol y chicas semi desnudas. —Fruncí el ceño, ¿Chicas semi desnudas? ¿Alcohol?, bueno, Harry jamás fué un ángel caído del cielo, más bien, según todo alumno en la preparatoria era un demonio dirigido a la tierra por mandamiento del diablo. 

—¿Sabes? —Dije ¿Enfadada?, él arruinó mi noche hablando de estupideces— Iré en mi vehículo. —Hablé fría mientras giraba la perilla de la puerta pero él rodeó mi muñeca con sus grandes manos evitando que pudiera continuar realizando mi acción— ¿Qué diablos haces?.

—¿Rechazas mi invitación? —Rió.

—Sí. —Respondí dura— Así no nos ven juntos las chicas semi desnudas. —Me solté de su agarre bruscamente.

—¿Estás enfadada? —Dijo con voz burlesca a mis espaldas.

—¿Por qué debería estarlo? —Volteé y le regalé una de mis sonrisas cínicas, para luego seguir mi camino.

—Vamos. —Entrelazó nuestros dedos y me guió hacia su vehículo, abrió la puerta de co-piloto y me adentré en éste sin decir palabra alguna.

—Te odio. —Musité cuando él tomó asiento a mi lado.

—No me importa tu opinión en estos momentos. —Sonrió, estúpido idiota.

Todo el camino hacia la fiesta de Christian se tornó silenciosa hasta que Harry estacionó su automóvil, la música era alta, desde hace una manzana y media se podía oír.

—Perfecto, adiós. —Dije mientras salía de su transporte.

—¡Hey! —Gritó y volteé— No te enfades. —Rió.

—Muérete. —Susurré para mis adentros.

La música alta casi me da un infarto al entrar a su casa, o más bien dicho, mansión por lo grande que era. Típico niñito mimado.

Personas bailando por un lado, parejas, tríos y hasta cuartetos besándose por un lado, chicos y chicas en la piscina, algunos con ropa, otros con bañador y otros cómodamente desnudos.

—¡_____! —Oí a mi lado— ¿Cómo te ha ido con Harry? —Jay, la mataría.

—Te has ganado mi odio. —Grité para que me oyera, la música a todo lo que daba no lograba dejar hablar normalmente.

—¡Vamos! Sé que le quieres, no lo niegues —Rió.

—No es así. —Me defendí con cierto color rojizo sobre mis mejillas.

—Acompáñame, quiero presentarte a alguien. —Tomó mi mano y nos adentramos entre la multitud, divisé a Summer con un chico al que no lograba identificar, ella estaba sobre él. Traía un vestido rojo pasión ajustado a quince dedos sobre la rodilla, por Dios, ¿Más zorra por favor?— Él es Justin Bieber —Sonrió— & Justin ella es _____ Parker. Fin, adiós.

—Hola.. —Saludó nervioso alborotando su cabello, el chico era bastante guapo, llevaba una camisa rayada y jeans entubados oscuros.

—Hola Justin. —Saludé— Odio a Jay, siempre hace esto.—Reí.

—Yo le saludo y me presenta a una chica, siempre. —Rió conmigo— ¿ Quieres algo de tomar? —Sonrió. Oh rayos es adorable.

—Claro, gracias. —Copié su acción— Iré contigo. 

—Vale. —Extendió su mano para que la entrelazara con la mía, así no me perdería entre la multitud. Por cortesía la tomé y comenzamos a caminar entre todos.

Finalmente lograba identificar al acompañante de Summer, claro, ¿Cómo fuí tan torpe como para creerle?. Mis ojos se empañaron nuevamente al ver la forma de expresar su “amor”, ella sobre él rodeandole la cintura con sus piernas, sus labios unidos, casi comiéndose el uno al otro. 

Nunca más Harry Styles, nunca más. Púdrete.

El Chico Perfecto (Harry y tu)Where stories live. Discover now