Los vándalos andan sueltos

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—Señora, se le dará de alta pero debe tomar algunos medicamentos, por favor tenga más cuidado en la calle, los vándalos andan sueltos—dijo el médico


—si, muy sueltos y muy cerca...—dije con una pizca de sarcasmo

Al salir vi a Adam sentado en una silla mirando a la nada, él al verme corrió a abrazarme, me molesta saber que me golpea y luego simula que le importaba

—Amor mío, discúlpame, de verdad lo siento mucho, no quería hacerte daño, sabes que eres todo para mi

Yo me limité a darle una pequeña sonrisa, nos subimos al auto y como siempre había silencio entre nosotros, en eso vi un auto increíble, luego otro y otro más, eran de carreras, mis ojos se iluminaban hasta que Adam interrumpió mi felicidad temporal.

—Deja de mirar eso, bien sabes que jamás volverás a subirte en un auto de carreras, eres muy idiota para eso

—pero Adam...

—¡CÁLLATE, TE HE DICHO QUE NO!

Empezaron a salir lágrimas de mis ojos, quería ser libre, estaba cansada de este maltrato tan espantoso que vivía día tras día.

Me habían dado un mes de incapacidad, pero yo no me lo iba a tomar, ni le había dicho a Adam de la incapacidad porque él me obligaría a estar en casa y odiaría estar encerrada haciendo oficio y aguantando más de sus estupideces.

Al llegar a casa Adam se fue a dormir pronto, yo me quede mirando por la ventana y en ese momento llamo Cassandra:

—Jess, ¿porqué ayer y hoy no fuiste a trabajar? El jefe te pregunto y yo te llame como 100 veces ¿estás bien?

—eh, si yo estoy bien—mentí—solo es que se me presento un problema y tuve que ir al hospital

—¿le paso algo a tu esposo?

—ojalá... No, él está bien

—¿entonces a ti?

—sí, mañana hablamos

—bueno, descansa y prepara una gran excusa

Me fui a mi cama y al poco tiempo de recostarme me quede dormida.

(***)


Me desperté, Adam seguía profundo él tenía que trabajar más tarde así que me arregle prepare mi desayuno y maquille los golpes, hice algunas cosas con dificultad, me dolía bastante mi cuerpo, pero la ilusión de no estar con Adam me daba animo de hacer las cosas rápido.
Salí para el trabajo, al llegar Cassandra me abrazo, tengo que aceptar que nos estábamos volviendo amigas, por fin una amiga después de tanto tiempo.

—Ahora si Jess, dime qué fue lo que paso

—Cassandra, es que... Me caí de las escaleras y pues tuve que estar en el medico viernes, sábado, domingo, lunes y martes

—Oh, Dios mío que feo, pero ¿ya estas mejor?

—si...

Hable con el jefe y él entendió la situación así que no puso ningún problema al contrario me dijo que si necesitaba descansar que lo hiciera, salí de su oficina e ingrese al baño, sentía que el maquillaje se estaba desapareciendo.

—Necesito una mejor marca— dije en voz alta mirando los productos de belleza

—necesitas decir la verdad— interrumpió una voz

—oh, Cassandra no sabía que estabas aquí— la mire nerviosa

—Jess, dime la verdad de lo que te paso

Yo baje la mirada al suelo

—Vamos por un café y me cuentas—invito

—está bien...

Ya era hora de desahogarme, necesitaba hablar con alguien de lo que me estaba pasando

—bueno ahora cuéntame que paso realmente, Jess

— es que yo... Adam es un psicópata y...— mi nerviosismo era bastante tanto que no podía hablar bien

—¿te golpea?— completo la frase

—si... —conteste débilmente, empezaron a salir lágrimas de mis ojos

—Jess, ¿por qué no me habías contado? ¿Por qué no lo denuncias?

—Eso no es tan fácil, no sé, no puedo

—Claro que puedes

—ayer al salir del hospital habían autos de carreras, yo me quede mirándolos, sabes que los amo, esa es mi pasión, pero Adam al verme entretenida me grito y me recordó que él no me permitía correr.

-¡es un idiota! te tengo un plan al que no te puedes negar y le dará un descanso a tu "infierno"









Luego De La Tormenta ¿Vendrá La Calma?  #CrushFic Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt