One Shots || Anime || CANCELADA

Madara Uchiha.

Anime: Naruto Shippūden
Madurar

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Era un día soleado, amaba los días soleados era en los únicos días que me gustaba trepar en algún árbol para ver lo que había alrededor de él y lo que había más allá de la aldea.

—Vamos, Madara. No seas tan gruñón —dije mientras me sostenía de una rama con las piernas, haciendo que quedará de cabeza.

—____ te vas a caer —dijo serio como casi siempre acostumbraba a estar—. Y no soy gruñón —se defendió sin dejar de estar acostado en el pasto con los ojos cerrados.

—No seas aburrido diviértete por lo menos una vez, jamás he visto que te diviertas y eso que nos conocemos desde pequeños —empecé a columpiarme en la rama como hacía desde pequeña.

—Sabes, deberías de madurar —aquellas palabras resonaron en mi cabeza provocando que dejará de moverme, odiaba que me dijeran que debía madurar—. ¡Cuidado! —su gritó hizo que dejará de pensar y que me diera cuenta que estaba cayendo del árbol—. ¿¡En qué pensabas, estas loca!? —me gritó cuando me había atrapado entre sus brazos, sin decirle algo o mirarle me baje de sus brazos y comencé a alejarme de él—. ¿Oye qué te pasa? —pregunto extrañado mientras me sostenía del brazo evitando que me fuera.

—Suéltame —hable en un tono serio que hasta a mí me sorprendió, ya que no acostumbraba a hablar de aquella manera.

—Lo que me faltaba, ahora eres bipolar —bufó un poco antes de hacer que girará en su dirección.

—Si no te gusta como soy, déjame en paz —comencé a empujarlo, él sabía cuántas veces me habían castigado o pegado diciéndome que debía madurar—. ¡Tú no sabes nada! —levante la voz sin dejar de empujarlo, tenía unas inmensas ganas de golpearlo.

—____ yo nunca dije que no me gustaba como eres —deje de empujarlo, ya que sus palabras me habían tomado desprevenida—. Solo no estoy acostumbrado a tanta "felicidad" —susurro mientras colocaba su rostro frente al mío.

—¿Entonces por qué quieres que cambie? —lo mire directo a los ojos, pero él no me contestó simplemente me besó, me quedé sorprendida por unos segundos, pero le seguí el beso, ya que Madara no era de los que besaba abiertamente, era más de los que le gustaba besar en privado sin estar al aire libre—. ¿Por qué fue eso? —susurré cuando ambos nos separamos.

—Porque quise —respondió sin más mientras sonreía de lado.

—Eres un tsundere... Espera —lo mire sorprendida—. Sonreíste —lo abrace mientras sonreía como si él fuera un peluche y yo una niña que amaba a aquel peluche.

. . .

Seh, amó a Madara.

Pelirroja Weasley