Roy: Yo no te quiero volver a ver en mi vida!- dije con puro odio.
William: Que lastima, lo tendrás que hacer si no quieres que destruya tu mundo- me amenazó- Sabes que lo puedo hacer y lo haré- se acercó a mi- Así que tu decides, o me ayudas o te atienes a las consecuencias- se alejó de mi.
Roy: No sabes cuanto asco siento al saber que soy hijo tuyo y que llevo tu sangre!!
William: Ya somos dos!- me contesto- Y si te hace sentir mejor TU- me señalo al decirlo- No eres mi hijo, yo a mi hijo lo crié para que al crecer se quedará con todo esto y me hiciera sentir orgulloso- me miró a los ojos- Pero ese hijo murió el mismo día que tu decidiste largarte!- gritó- Ahora vete antes de que me arrepienta de dejarte ir vivo.
Tomé a Mia en mis brazos y salí de ese lugar con ella. No traía carro y nos encontrábamos en un lugar muy lejos y tardaríamos mucho en llegar así que decidí llamar a mi hermana. Como pude saqué mi celular de mi pantalón y la llamé.
*Llamada telefónica*
Natalie: Mia esta bien?!- preguntó tan pronto contesto.
Roy: Si esta conmigo.
Natalie: Ay que bueno- suspiró aliviada.
Roy: Nat necesito un favor.
Natalie: El que quieras- contestó.
Roy: Necesito que vengas en mi auto a...- pensé unos momentos a donde.
No me podía quedar afuera de esta casa porque en cualquier momento podría salir William y tampoco podía regresar a la casa abandonada donde jugábamos cuando niños porque podría ser que al salir de aquí William se dirigiera hacia allá.
Natalie: A donde?
Roy: Ah ya se- conteste tan pronto se me ocurrió a donde ir- Recuerdas la heladería a la que nos encantaba ir cuando éramos niños con Jayce y Jayden?- le pregunté.
Natalie: La de la señora Cassie?
Roy: Exacto esa- asentí aunque ella no me viera- Ve hacia allí lo antes posible- le pedí.
Natalie: Claro. Pero cómo esta Mia? Qué pasó?- me preguntó preocupada.
Roy: Te explicó cuando llegues- le dije y colgué.
*Fin de la llamada*
Camine hacia esa heladería con Mia en mis brazos. No estaba muy lejos de donde estábamos, esta como a una o dos cuadras.
Al llegar vi a una señora de unos 50 años que ya estaba cerrando el local y supuse que era la Señora Cassie.
Roy: Señora Cassie?- pregunté acercándome a ella.
Cassie: Si soy yo- me miró- Te conozco?- me examinó con la mirada y se detuvo al ver a Mia- Oh mi Dios!- exclamó- Secuestraste a esta muchacha!- exclamó horrorizada.
Roy: No no Señora- la intenté calmar- Yo no secuestre a nadie- la mire- Soy yo Roy, Roy Harper- al decir eso ella se tranquilizó.
Cassie: Roy?- me volvió a examinar con la mirada- En serio eres tu?- me preguntó y yo asentí- Oh mi niño estas enorme- me sonrió- Hace mucho que no te veía. Qué puedo hacer por ti?
Roy: No se si seria mucha molestia entrar a su local para poder ponerla- mire a Mia- en un lugar cómodo.
Cassie: No claro que no hijo- me sonrió- Pero ven vamos a mi casa, aquí de noche no es muy seguro- me dijo y yo asentí.
Nos dirigimos hacia su casa. Yo ya sabia el camino. La Señora Cassie siempre se portó muy linda con mi hermana y conmigo.
Ella nunca tuvo hijos y siempre nos decía que para ella Natalie y yo éramos como sus hijos. Siempre cuando teníamos un mal rato en casa- que era la mayoría del tiempo- íbamos a su casa, donde ella nos consolaba y hasta teníamos una recama cada quien en su casa, ya que había veces que nos quedábamos a dormir con ella cuando mis padres salían de viaje.
Capitulo 18: Tu debilidad.
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