𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓓𝓮𝓪𝓷 𝓦𝓲𝓷𝓬𝓱𝓮𝓼𝓽𝓮𝓻

Un Cumpleaños Inolvidable

Un nuevo amanecer se cernía sobre el búnker de los hombres de letras. El aire fresco y el aroma a café recién hecho llenaban el ambiente. Zari, la adorable y valiente compañera de Dean Winchester, había madrugado. Era un día especial, el cumpleaños de Dean. Y ella estaba decidida a hacer de este día algo que Dean recordaría para siempre.

Zari conocía a Dean como la palma de su mano. Sabía que sus gustos eran sencillos, pero también sabía que Dean llevaba un mundo de dolor y sacrificio en su corazón. La vida de un cazador nunca era fácil, y Zari estaba convencida de que Dean merecía un día de felicidad ininterrumpida.

Ella comenzó con su primera sorpresa; un desayuno perfectamente preparado. Bacon crujiente, huevos revueltos, salchichas y, por supuesto, el pay de manzana favorito de Dean. Zari sonrió al pensar en la expresión de Dean al ver la mesa del desayuno. Pero eso no era todo. Tenía un día entero planeado para él.

Después del desayuno, Zari llevó a Dean a un viaje en Bebé. Pudieron disfrutar de un día juntos en la carretera, con la música de rock clásico de los 70 sonando en la radio. Dean estaba emocionado, su rostro sonriente y sus ojos brillantes decían todo. Pero Zari tenía aún más en la manga.

Para el almuerzo, Zari llevó a Dean a un lugar que parecía ordinario desde fuera, pero que en realidad era un paraíso para los amantes de las hamburguesas. Probablemente el único lugar en el mundo donde Dean podía disfrutar de su amada hamburguesa de queso con extra de bacon y cerveza fría, en una atmósfera tranquila y libre de cualquier amenaza sobrenatural.

Zari continuó el día llevándolo a una tienda de discos escondida que sabía que le encantaría. Un lugar lleno del olor a vinilo antiguo y lleno de clásicos del rock que Dean adoraba. Dean estaba asombrado, mirando a Zari con gratitud en sus ojos.

Terminaron el día en un lago tranquilo, lejos de todo el caos y la locura. Zari había preparado una pequeña fogata y juntos se sentaron bajo las estrellas, compartiendo historias, risas y su amor el uno por el otro. En ese momento, Dean sabía que no podía pedir nada más. Este día, este cumpleaños, había sido perfecto.

Zari miró a Dean, su rostro iluminado por el fuego. Ella sabía que había hecho todo lo posible para hacer de este día algo especial. Y a juzgar por la sonrisa en el rostro de Dean, ella sabía que lo había logrado.

Después de ese día inolvidable, volvieron al búnker, sus manos entrelazadas, sus corazones llenos de amor y felicidad. Pero ella todavía tenía una última sorpresa para Dean.

Una vez en el búnker, le pidió a Dean que cerrara los ojos. Curioso pero emocionado, hizo lo que se le pidió. Zari lo condujo a través de los pasillos del búnker hasta llegar a una puerta en particular. Al abrir la puerta, Zari reveló una sala llena de objetos que Dean no podía creer que estuvieran allí.

En la sala, había una colección de cintas de cassette de rock clásico, una galería de fotos que capturaban sus momentos juntos y sus victorias sobre las criaturas sobrenaturales, y una estantería llena de libros sobre mitología y folklore, algo que a Dean no le gustaba admitir, pero disfrutaba en secreto. Pero la joya de la corona era una pared dedicada a la historia de Bebé, su amado Impala. Zari había recopilado fotos y recuerdos de sus viajes, creando un homenaje a su fiel compañero de carretera.

La expresión de Dean era impagable. Sus ojos se llenaron de lágrimas de felicidad y admiración por Zari. Ella había logrado sorprenderlo una vez más, demostrando cuánto lo conocía y cuánto lo amaba.

Ella se acercó a Dean, le tomó la mano y le dijo: - Feliz cumpleaños, Dean. Quería que tuvieras un lugar donde pudieras relajarte y disfrutar de las cosas que amas. Un lugar donde puedas ser tú mismo, sin tener que preocuparte por las amenazas sobrenaturales o el deber de ser un cazador. Un lugar que sea sólo tuyo. -

Dean la miró, su corazón lleno de amor por esta increíble mujer que había entrado en su vida y la había cambiado para siempre. Le dio un abrazo apretado y le susurró al oído: - Gracias. Este es el mejor regalo de cumpleaños que he tenido. -

Esa noche, Dean se durmió con una sonrisa en su rostro, pensando en el día increíble que había tenido y en el amor que sentía por ella. Y Zari, al verlo dormir, sabía que había logrado su misión. Había dado a Dean Winchester el cumpleaños que siempre había merecido.

Y así, al final del día, Dean Winchester, el valiente cazador, el protector incansable, el hermano leal, tuvo el cumpleaños que siempre había merecido, gracias al amor y la dedicación de Zari. Un día de paz, amor y felicidad, un respiro en su vida llena de luchas. Un cumpleaños inolvidable, de verdad.

¡Y ahí lo tienen! Una pequeña historia llena de amor, sorpresas y mucha emoción. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo disfruté escribiéndolo. ¡Feliz cumpleaños, Dean Winchester! 😍💚