Capítulo 22

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Después de la clase con snape, me tocaba hacer un castigo, ¿que tenía yo con los castigos? y ¿porque los atraía  todos?

Suspire fustrada caminando hacia la torre de gryffindor, en lo pasillos todo se veía perfecto, nadie fuera de lugar, ningún alumnos con el uniforme mal puesto, ni siquiera esas parejas que se besuqueban en los pasillos.

Sin embargo de un momento a otro los pasillo se veian alborotados, y alumnos caminan por doquier saliendo hacia afuera.

Logre ver cedric que caminaba con la pila de gente, me acerque a el en un intento de saber lo que pasaba.

–Cedric, ¿que esta pasando?–pregunte cuando estuve cerca de el, sentí como alguien choca conmigo haciendo que perdiera el equilibrio.

cedric me atrapó justo a tiempo siendo mi salvador por segunda vez.

–La profesora trelawney–explico sin más, me encamine con el hasta la salida del castillo.

Una gran masa de alumnos se agrupaban en los muros de hogwarts viendo expectante la escena.

Las puertas se abrieron trayendo consigo a la mujer mas detestable.

Umbridge se encamino hasta el centro del lugar donde estaba la profesora con su baúles.

–Llevo 16 años dando clases y viviendo aqui.–hablo la mujer acercándose a umbridge.–Hogwarts es mi hogar, por favor no puede hacerlo.

No pude evitar sentir pena por la profesora trelawney, era muy injusto todo eso.

–De echo, ya lo hice.–dijo mostrando un pergamino.

Mcgonagall se acerco hacia donde estaba la mujer para consolarla.

–¿Quieres decir algo querida?–pregunto umbridge con la cabeza ladeada.

–Hay demasiadas cosa que querría decirle.–respondió hostil mcgonagall

De pronto las puertas volvieron a abrirse y consigo trayendo a dumblendore esta vez.

–Profesora mcgonagall–llamó dumblendore cuando estuvo a su lado–¿Puedo pedirle que que escolte a sybill de vuelta al castillo?

Trewlaney agradecia mientras mcgonagall la llevaba hacia dentro del castillo.

–Dumblendore le recuerdo, que según los estatutos del decreto educacional 23 dictado por el ministro...

–Tiene derecho a despedir a mis maestros–terminó dumblendore por ella–Lo que no tiene es la autoridad de desterrarlos de aquí ese poder sigue siendo del director.–declaró

–Por ahora–sonrío umbridge, dumblendore se dio la vuelta para irse no sin antes despedir a todos los alumnos que estaban de curiosos.

Alcance a ver harry, pero lo pedir de vista por todos los alumnos que había moviéndose de un lado para otro.

Me despedí de cedric para seguir a harry que caminaba con la cabeza agachada a un lado del pasillo

–¡Harry!–llame su atencion, este levantó la cabeza y me miro acercándose a mi sonriente, pero sabía que su sonrisa no era genuina.

–Oh, hola isa–saludó este, mi atención se centro es su mano que ocultaba atras de su espalda.

–¿Ella volvió a hacerlo?–pregunte agarrando su mano, "no debo decir mentiras", se podía leer eso en su mano, el rojo vivo seguía en ella.

Pero ¿en que momento pudo hacerlo? De verdad esa mujer se tomaba su tiempo para tortura a todos.

–Harry, hermione tiene razón, debes decirle a dumblendore.–dije preocupada, el azabache zafó su mano de mi agarre, su herida no se veía tan profundas, recordé esa vez que lo había curado en la sala común, podía volver hacerlo.

My Beloved Weasley (Draco malfoy)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum