Nuevo amor ( Edward collen )

Ser asesinado o ser olvidado

"¡No deberíamos haberlos dejado allí!", argumentó Edward, mirando a su esposa. "Tengo ganas de volver y matarlos. ¡¿Cómo se atreven?!."

Gaia suspiró suavemente mientras observaba atentamente a su marido. Estaba más que furioso, pero no sólo con ella.

"Hice lo que tenía que hacer para sacarnos de allí, Edward. Lamento no haber hecho lo que realmente querías que hiciera. Puede que seas indestructible, pero yo no lo soy. Sigo siendo humana incluso si Estoy un poco más mejorado".

Él suspiró suavemente mientras ella hablaba. Ella tenía razón y él no debería discutir con ella. Al menos se escaparon. Pero dudaba que ese fuera el final. Rosalie lo intentaría de nuevo. Él estaba seguro de ello.

"Deberíamos dejar América", dijo, "y volver a la cabaña de tu madre".

"O podemos proteger nuestra casa. No, no quieres estar aquí más, pero yo... quiero estar cerca de mis abuelos por un tiempo. Además, siempre podemos ir a vivir a la comunidad mágica si las cosas se ponen difíciles".

"No, allí podrán encontrarnos, Gaia. No es seguro".

"Tampoco lo es en la mágica Gran Bretaña. Si pueden encontrarnos aquí en una comunidad mágica, entonces podrán encontrarnos allí a menos que... quiero decir, puedo lanzar el encantamiento Fidelius y hacer una serie de otros hechizos. eso evitaría que nos encuentren. Puedo ser el guardián secreto de nuestra ubicación y nadie que nos busque nos encontrará. Desafortunadamente, algunos de los hechizos son muy difíciles de lanzar y necesitaría ayuda. Le escribiré al Weasleys y algunos otros amigos míos por ayuda."

Edward la miró con expresión pensativa. Luego sonrió con una sonrisa que realmente le pareció espeluznante.

"Puedo escribirles, ¿si quieres?. Puedes ir a buscar a Orión".

Gaia le lanzó una mirada sospechosa, pero no le preguntó qué estaba pensando y decidió que haría lo que él le pedía. Ella irá a buscar a su hijo a la casa de Sheila Bennett.

*****

La casa de Sheila Bennett estaba vacía cuando entró en la sala de estar.

Ella frunció el ceño ante eso y comenzó a llamarla mientras se preguntaba dónde podría estar.

Al principio pensó que tal vez Sheila había lanzado un hechizo para esconderse a sí misma y a Orión, pero después de una serie de hechizos, Gaia descubrió que ese no era el caso. Entonces activó una especie de hechizo de rastreo que había lanzado para asegurarse de encontrar a su hijo dondequiera que estuviera porque estaba paranoica de esa manera. Activar el hechizo hizo que ella se apareciera automáticamente allí donde él estaba y lo que encontró no fue algo que le hiciera muy feliz. Aterrizó en medio de una especie de ritual fuera de unas ruinas.

"¡Buen Godric!", exclamó, sorprendiendo a la gente que ni siquiera se había movido cuando ella llegó, "¡¿Qué está pasando aquí?!".

"No es asunto tuyo, Doble de Elena", habló sarcásticamente una de las personas.

"¿Oh, sí? Bueno, trajiste a mi hijo aquí y eso no está bien en mis libros. Así que preguntaré de nuevo, ¿qué diablos, con las uñas peludas de los pies de Merlín, está pasando aquí?".

Miró al imbécil de cabello negro y ojos azules que era Damon Salvatore, su cabello se volvió rojo mientras su ira explotaba a través de ella.

Había estado enojada antes, pero podía controlar sus habilidades de metamorfoma fácilmente. Pero además de las acciones de Rosalie y ahora esto, ya no puede soportarlo más.

"Gaia, realmente no es asunto tuyo", espetó Elena, mirando a la joven. Ella siempre odió cuando la ve.

"¡Cállate, idiota egoísta y cobarde!", escupió Gaia, "Es asunto mío porque trajiste a mi hijo aquí. Es sólo un bebé. ¡¿Cómo pudiste?!".