⠀⠀⠀⠀ capítulo viii.

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—¿Sabes qué? No importa, porque seguramente haré el ridículo en el evento. Seguro tropezaré con mi bombín y caeré sobre el señor Agreste, causándole una fuerte contusión y Adrien me odiará. Nunca seré una famosa diseñadora de modas. ¡MI VIDA SE ACABÓ!— Balbuceo angustiadamente Marinette, ahogándose en su miseria.

—¿No estarás exagerando?— Pregunta Deveraux con poca confianza, sintiéndose algo incómodo por el dramatismo de Marinette.

—Déjame ver tus dibujos, niña. Debe haber algo por aquí—. Alya toma el cuaderno de Marinette y se lo otorga a Deveraux, así ambos se ponen a hojear los diseños de la peliazul.

—Olvídenlo, soy todo un desastre. Al final echaré todo a perder—. Dice Marinette con poco entusiasmo, sentándose en la banca y abrazando sus piernas a su cuerpo.

Repentinamente, el rubio del cuál hablaban se les acerca y se recarga a la pared con su brazo, observando a Deveraux con una sonrisa.

—Wow, Deveraux. Son increíbles diseños. No sabía que tenías esas habilidades—. Dice éste con una sonrisa, mientras Marinette se exalta y tropieza para caer detrás de la banca.

—¡Ah!, gracias Adrien, pero no son míos—. Deveraux se sonroja por el cumplido y se rasca la nuca mientras le habla, mirando sus ojos verdes. —Estos diseños pertenecen a Marinette. Son geniales, ¿verdad?— Añade el pelirrojo, haciendo que los tres adolescentes volteen a mirar a la peliazul, quién solo miraba y sonreía nerviosamente.

Adrien parece un poco acomplejado por la noticia, sin embargo aún así sonríe y le habla a Marinette, —Eres súper talentosa, Marinette. En serio tienes oportunidades de ganar—. Dice el rubio con una sonrisa.

—Bueno, um, sí. Me gustan– um, vanguardia de– um, diseños en ascenso... mientras paran. Hablo de...—. Balbucea incoherentemente Marinette, provocando que Alya se avergüence en el acto, y Deveraux en cambio, intente contener la risa por la actuación de su amiga, —uh– gracias—. termina finalmente con una sonrisa nerviosa.

Adrien solo sonríe con pena y se rasca la nuca, —Sí, um, buena suerte. Tal vez use tu bombín en la sesión de fotos de mi padre—. y con eso, el rubio se retira de la escena, dejando al trío con una emoción en cosecha.

—Tu diálogo salió directamente de una comedia romántica, Marinette—. Dice Deveraux con un tono de burla, riendo por el puchero que la peliazul le dirige.

—La próxima vez tienes que controlarte. ¿Pero escuchaste? ¡Adrien cree que eres bastante buena para ganar!— Dice Alya con entusiasmo, agarrando a Marinette de los hombros mientras el pelirrojo las miraba con una sonrisa.

Deveraux saca su teléfono, poniendo rápidamente la fecha para el final del concurso, —Sólo quedan nueve horas para la exhibición—. Dice éste mostrando su teléfono a ambas chicas, levantándose de su lugar en la banca.

—¡Ah! Estoy lejos de mi jardín secreto de inspiración. Los veo luego—. Marinette exclama, posteriormente la peliazul choca con una pared provocando que ambos amigos saquen unas risas por su torpeza, —Ay. Estoy bien, estoy bien—. Replica ella ante ellos, corriendo y pasándose la puerta, para frenar y regresar a donde estaba.

—Esa niña me dejará loca—. Dice Alya con una sonrisa, acercándose a donde el pelirrojo.

—A veces es un poco extremista pero es una buena chica—. Dice Deveraux con una sonrisa, a lo cuál Alya le contesta con un zumbido.

—¿Tienes planes hoy?— Pregunta la de lentes, caminando junto al pelirrojo a la salida.

—Mmm... en realidad no—. Replica Deveraux, saliendo del colegio y viendo como Adrien esta apunto de entrar a su limusina, deteniéndose al ver al pelirrojo.

𝐁𝐎𝐍𝐍𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐂𝐄! ━━━ 𝐚.𝐚𝐠𝐫𝐞𝐬𝐭𝐞 | 𝐜.𝐧𝐨𝐢𝐫Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu