"Una doble Vida". (EDITANDO)

Capítulo 32

El plan consiste en... Prácticamente en nada, improvisar.

-Joseph.

-Qué pasa? -preguntó guardando en la cajuela municiones.

-Yo no iré contigo en el mismo auto.

-Y en que irás ?- dijo con el seño fruncido.

-Adentro hay una moto -dije algo divertida -crees que pueda? .

-Es peligroso.

-Oh vamos muchacho- dije acercándome a el -la pagaré si la arruino.

-Roberta pero...

-Pero nada, y date cuenta que soy generosa al comprar una nueva y no usada -dije señalado la moto.

-De acuerdo- dijo rodando los ojos -ten cuidado.

-Cuidado y Roberta no pueden ir juntos- dije checando la moto.

Cheque las llantas, ambas en buen estado, gasolina suficiente para la persecución, lo único que faltaba un casco.

-Roberta! -grito Joseph.

-Sí? .

-Azul o negro?- preguntó mientras caminaba asía mi.

-Qué? -dije frunciendo el seño.

-Azul o negro ?- volvió a preguntar.

-Negro- dije sin pensarlo.

-Toma -me tendió un hermoso cascó negro-pontelo.

-Oh por Dios- dije en un susurró- gracias.

-Ponte el chip -dijo dándome uno - por aquí nos comunicaremos.

-Ya veo porque decías que eras independiente- dije poniéndome el chip.

-Si -dijo colocando una manó en su auto -aunque muchas veces no tienes apoyó.

Asenti y me aseguré de llevar todo lo necesario, chaleco, armas, municiones, cuchillo y lo más importante venganza.

-Lista? -preguntó Joseph.

-Como nunca - respondí.

Subí a la moto, me coloqué el cascó y la encendí, miré que Joseph asía lo mismo pero con la diferencia de que el subía a su auto.

-Yo iré en frente- dijo Joseph por el chip -tu mantén una distancia considerada por si ocurre algo.

-De acuerdo- respondí.

Joseph hizo rugir el motor y acelero dejándome un olor a caucho quemado.
Eran las 12:30 de la madrugada una hora considerada para sorprender a esos hijos de puta.
Hice rugir el motor de la moto y aceleré, volví a sentir esa libertad al escuchar ese rugido de un motor, no había pasado tanto tiempo que me momento en una moto, mi Kawasaki, la mitad de todo lo que tenía lo había perdido.
Seguí conduciendo y seguía a Joseph.
Llevábamos tiempo conduciendo ya que aquél lugar a donde nos dirigiamos no era nada cerca.
Miré por tercera vez mi reloj que descansaba en mi muñeca y este marcaba la 1:57 am.

-Víbora- llamó Joseph.

-Qué pasa? -pregunté.

-Nos detendremos 1 km antes- dijo por el chip.

-De acuerdo- dije bajando la velocidad.
Bajamos los dos de nuestros transportes y caminé hasta el.

-En dónde queda el granero? -preguntó.

-Donde esa caseta -señale con el dedo índice- a un 1 km más o menos de ahí.

-De acuerdo- dijo observando el lugar- entremos.

Seguí a Joseph cubriéndole la espalda, ninguno de los dos habló, solo movia su dedo índice y el del medio en señal de que siguiera.
Nuestra respiración era agitada, por mi parte el corazón latia con fuerza y mi cuerpo pedía a gritos encontrarme frente a frente con ese hijo de puta Carlo Stton.
Joseph giró sobré sus talones y me susurró algo que no pude escuchar, volvió a repetirlo pero unos hombres nos disparaban, corrí asía un auto para cubrirme, le hice una señal a Joseph de que no disparará, rodeo los ojos y yo fruncí el seño y le hice una señal de que me obedeciera.
Los hombres aun nos disparaban y me cubrí aun más, miré en donde se encontraba cada hombre, no sabría decir con exactitud cuantos hombres eran.
Miré a Joseph que me miraba con el seño fruncido.

-3... 2...1...-dije en susurró y mirando a Joseph- ahora! .

-Aleluya! -gritó.

Comencé a disparar como una loca desquiciada, uno tras otro, caían los hombres, parecían que se reproducian como cucarachas, mi corazón latia con fuerza, disparaba sin piedad, estaba segada por la irá. Joseph seguía disparando y de pronto alguien me golpeo.
Me gire y vi a ese hombre, volvió a tirar un golpe lo esquive y Joseph le disparó en la cabeza.

Señale el granero y Joseph me siguió, atrás de nosotros aun venían hombres.
Íbamos corriendo por un caminó oscuro y aquéllos hombres nos pisaban los talones.
Nos acercabamos al granero y de la oscuridad salió un hombre y comenzo a golpear a Joseph, Joseph respondía a los golpes.
Miré a Joseph y me hizo una señal para que fuese por Kenia y Logan.
Comencé a correr y alguien me tomó de la cintura, un hombre alto, fuerte e intimidante comenzó a golpearme, al primer golpe que su manó impactó en mi rostro sentí ése líquido caliente y sabor a hierro bajar por mis fosas nasales.
Intente ponerme de píe, pero otro golpe impactó mi rostro, sentí como uno de mis ojos se ponía caliente.

Caí al suelo y el hombre dio una patada justo en mí estómago sacándome el aíre.

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Hi! Esperó q les gusté este capítulo.
No se les olvidé votar ni comentar.

Tengo una noticia, no se sí sea buena o mala, pero esta historia esta llegando a su fin.
Thank...
Besos y abrazos de osos.