-- Han cerrado, la carnicería. Buenas noches, señores.-- dijo Geygey.
-- Buenas noches.
-- Adiós.
-- Adiós. Que descansen.

-- Me alegro, que Sanem, éste bien. Vaya susto, que nos dió-- les dijo, la señora Huma.
--Can se enfadó, con el conductor. Pero la culpa, fue de ella-- le dijo, Embre.
-- Es igual. Sanem, iba distraída.
-- Cariño. No es culpa tuya. No es de, nadie. Además...no le pasó nada -- le dijo, la señora Huma.
-- Claro! Tranquilo! Ya está, en su casa! -- le dijo, Embre.
-- Exacto. Le dieron, de alta, por suerte.-- le dijo, él.
-- Extrañaba mucho, que comieramos, los tres juntos, así. -- les dijo, la señora Huma.
-- Te vas a aburrir, pronto. -- le dijo, Embre.
-- Claro, que no. Nunca me aburro. Me paso del tiempo, con mis hijos. Llevo bastante tiempo aquí. Y es la primera vez, que cenamos juntos.
-- Porque cuando Can, se enfada, cocinamos juntos. Por eso, lo hacemos.
-- Pues todo, está muy bueno. M...Dime, como se llama, éste platillo? -- le preguntó.
-- No lo sé? Aunque tendrá, un nombre. Es una fusión. Es una cocina, de los lugares, que he estado, pero con un toque personal. Pero he mantenido, la base de la receta original.
-- Muy bueno. Pero ahora...estoy llena-- le dijo, la señora Huma, mientras se limpiaba la boca.
-- Estoy satisfecho. -- le dijo él.
-- Y tú nuevo trabajo, es...en los Balcanes, verdad? -- le preguntó.
-- Sí.
-- Vamos ha extrañar, a éstos buenísimos platillos.
-- No te acostumbres. Porque no voy ha cambiar, de opinión.
-- Hay muchas presentaciones, eh?-- le dijo, Embre.
-- Sí...voy a esperar, hasta entonces. Y luego, me iré-- risas.
Cuando salieron, la señora Huma, cogió el teléfono, para llamar a Pollent.

-- Ay, qué horrible. Qué horrible, qué nos pasen, éste tipo de cosas. Sí claro. Son cosas, de la vida. Los accidentes. Pero se supone, que debemos creer, en el destino. Saber, lo que tenemos que hacer. Y no, interesarme, por...tu salud. -- dijo, Musafer.
-- Y...por qué, traes flores? -- le preguntó, Geygey.
-- Mi compañero, de apartamento , no estaba en casa. Fui ha buscarlo, y me enteré, de que Sanem, había tenido, un accidente. Parece que he venido, para decirle, que se recupere, muy pronto. Es la verdad, eso es?
-- No...claro, qué no. No has venido, a ver a mí amiga. No es así? -- le dijo, ella.
-- No...tiene razón. No es, la historia. Pero eso, se quedó, en el pasado. En la basura. Por favor, olvidalo. Porque ya, se terminó. Ah...mira. Para mí, ya no eres especial. De ahora, en adelante, tú vas a ser...libre -- le dijo Musafer, a Sanem.
-- Qué? Ya no soy...especial, para nadie-- le dijo, ella.
-- Claro, que no. No empieces, ahora, cómo una...víctima.
-- Soy, una víctima. Supongo que sufro, como todo el mundo.
-- Qué está pasando, aquí? La verdad, es que, no estoy entiendo nada.-- dijo Gonult.
-- Es qué, se trata, de una broma, de Musa y Sanem. Desde que niños, Musa...quería hacerla feliz. Como Sanem, está sensible, por lo de Can, lo tomo, de otra manera-- les dijo, Leyla.
-- Está convaleciente. Las visitas, tienen que ser, breves. Si quieres algo, llámame, por favor-- le dijo, Geygey.
-- Cuidate mucho. La verdad. Yo no quise decir eso, por favor. Quería ver, a Gollit. Porque ella sabe mucho, del mundo de la publicidad. Es un genio! Tiene unos ojos, hermosos. Pero es, bajita. Pero eso, no me importa. Estás florecitas, son para ti. Es un pequeño detalle, que quería tener, contigo. Qué las disfrutes, Gollicita-- le dijo, Musafer, entregandole las flores.
-- Muchas gracias, Musa.
-- Eh...jeje.
-- Sanem. Te pido perdón, otra vez-- le dijo, Gollit.
-- Espero que no vuelvas, ha equivocarte.-Os agradezco, vuestras visitas.
-- Muchas gracias.
-- Adiós, Gollit. Ay...Por qué, le abri, la puerta? -- se preguntó.

-- Ahí,,ahí está..Gracias, por acompañarme. Estáis pasando frío, por mí culpa. -- les dijo, Gollit.
-- Ha sido, un poco. Subete ya, Gollit-- le dijo, Geygey.
-- No es nada. Ha sido, un placer. Ojala hubiéramos tenido, un coche, con chófer, para que se la llevara, a casa. Sabes? Si quieres...me siento delante, y te acompaño, para que llegues bien, a tú casa. Y qué me saludes, desde la ventana. Y qué, no te preocupes, porel taxímetro. Porque el tiempo, corre, por mí cuenta. Y claro, hago lo que haga falta, por sacrificarme, totalmente. -- le dijo, Musafer.
Gollit, se ríe, de lo que dice Musafer.
-- Musa. No digas, tonterías. Deja que se vaya. No es el primer taxi, que sube, Gollicita-- le dijo, Geygey, enojado.
--Si...eh...gracias por haberte ofrecido Pero, no, hace falta. Muy amable. Eres un chico, muy educado-- le dijo, Gollit.
-- Te abro, la puerta. Porque en ésta ciudad, nunca se sabe, lo que puede pasar. Hasta hay que ser, precavidos, en todo.
-- Musa. Musafer. Ven aquí. Adonde vas? Qué haces? Qué crees, que estás haciendo? Va a su casa. No lo vas, a lograr. Ven aquí -- le dijo Geygey, que intentaba bajarlo del taxi.
-- Está bien.
-- Ah...
-- Muchas gracias, a los dos-- les dijo, Gollit.
-- Oye Medmeh. Que llegue sana, a su casa. Cuidamela bien, hasta que vuelva. Y luego, te puedes ir. De acuerdo? -- le dijo Musafer, al taxista.
-- Oye. No me ofendas. Soy un profesional. Sé cómo hago, mí trabajo. -- le dijo, el taxista.
-- Oye. No quería decir eso. Es que, ésta chica, no es normal. Por favor, cuidala.-- le dijo, Musafer.
-- Ya basta, Musa.-- le dijo, Geygey.

 Soñando Contigo Where stories live. Discover now