Aun si no me escuchas

13.- Una familia ruidosa

Una pequeña y suave mano recorre mi cuello, bajo la mirada y me encuentro con un par de ojos grises. Ella me sonríe tiernamente.

Alejo mis manos de su cuerpo, dejando que caigan a mis costados. Su seño se frunce, las caricias de su mano en mi cuello (que estuvieron a punto de hacerme ronronear) se detienen y su mano se queda fija en mi mejilla izquierda.

-Lo siento- artículo con mis labios, ella me mira sin entender por qué me disculpo. Ella actúa así de tierna y cariñosa con un desconocido, o sea yo, solo por el vínculo y mi deseo de su cercanía. No es algo que Scarlett quiere.

Ella me suelta, arregla su lindo poleron verde y su gorra de lana. Mientras ella se arregla, me agacho para recoger sus cosas. Reúno sus libros y los levanto junto a su pesado bolso. Para ser tan pequeña, siempre anda con mucho peso sobre ella.

Me levanto con todo en mis brazos y una pantalla brillante aparece frente a mis ojos.

S: Gracias y lo siento, no te vi

Scarlett tiene la mirada fija en el suelo, un pequeño rubor cubre sus mejillas y no sé si por vergüenza o enojo. La veo teclear nuevamente en la pantalla.

S: Nuestra clase de lengua se suspendió, el profesor Javier tuvo que hacer un viaje

Asiento, Scarlett toma su bolso dejando una de mis manos libres, sin perder tiempo tomo su móvil y escribo. Aun estoy inquieto, molesto conmigo mismo por lo que le obligo a hacer inconscientemente.

T: Si nuestra clase se suspendió ¿te gustaría ir a mi casa? Podríamos adelantar algo del trabajo

S: Eso me gustaría, además no pude comer

T: Yo tampoco pude, cocinare algo para ti

Los ojos de ella se amplían y una sonrisa se forma en su rostro, asiente repetidas veces. Me encanta que ame comer. Le devuelvo el móvil, ella lo guarda en un bolsillo de su amplio poleron y luego toma mi mano, su acción me sorprende, una suave corriente recorre mi piel y siento a Scarlett apretar mas mi mano, notó mi intención de soltarla. Tímidamente entrelaza nuestros dedos, la miro de reojo y el rubor de antes ahora está por todo su rostro.

Tomados de la mano, nos dirigimos al estacionamiento. Mi moto espera cerca de la entrada, busco las llaves en mi bolsillo y la agito un poco delante del rostro de Scarlett, ella sonríe y asiente.

Suelta mi mano cuando llegamos junto a la moto, la recorre con la mirada y acaricia el asiento de cuero. Casi siento envidia de mi moto.

Dejar que ella elija donde sentarse fue lo mejor, su espalda se pega a mi pecho cuando me inclino y tomo el manillar, escucho a su corazón acelerarse al igual que el mio por la cercanía.

Arranco la moto sin siquiera avisarle, ella suelta un gritito casi inaudible provocando que ría. Inmediatamente su rostro se voltea y me fulmina con sus hermosos ojos grises, dejo de reir y ella regresa su mirada al frente. Acelero un poco, quiero atravesar ya la ciudad.

Su cabello ondea sobre mi hombro por la velocidad, su exquisito aroma inunda mis pulmones, noto el cambio en mi mirada. Se vuelve mas definida y rápida, esto causa Scarlett en mi. Descontrol. El lobo intenta apoderarse de mi y así poder aparecer frente a su mate, para reclamarla como suya.

No puedes dejarlo, toma el control Tatsuya

Me detengo en una esquina cerca de los centros comerciales por la luz roja. Nos veo en el reflejo de un gran ventanal, mi cuerpo esta pegado al de ella. Encajan perfectamente. Sonrio, puedo ver claramente el lugar donde descansan sus manos. La izquierda sobre mi rodilla y la derecha junto a mi mano en el manillar.