Nota: El siguiente one-shot que les comparto fue mi primera historia sobre el hermoso fandom de Labyrinth, gracias al cual descubrí también el increíble y vasto mundo del fanfiction en general. Por ello le tengo un cariño especial.
A todos quienes pasen por aquí, mil gracias por leer, de corazón.
Jamás olvidaría como se sintió la noche de la mascarada, hubiese ocurrido ese baile en realidad o fuese tan solo un sueño. Se había tratado de su primera fiesta de gala y había resultado más increíble de lo que alguna vez se hubiera podido imaginar, mejor inclusive que las veladas románticas que se contaban en los libros que tanto le gustaba leer... Algo acrecentado por el hecho de que todos los allí presentes habían sido fairies y demás seres mágicos. Entidades que solo en su imaginación pensó contemplar alguna vez con tanta claridad y de cerca, sin sospechar que llegaría esa ocasión en que se viera rodeada por ellos. Y en medio de todo eso, en medio de su deslumbramiento y asombro ante la opulencia que se extendía frente a sus ojos, lo halló a él... Enigmático, imponente, peligroso pero demasiado bello y esperando por ella (Su mejor fantasía y también su peor pesadilla).
Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
El momento en que lo divisó entre los danzantes, parado con su intimidante máscara en medio del salón, casi se le detuvo el corazón, más enseguida volvió a latirle con el doble de rapidez al confirmar, cuando él descubrió su rostro, que toda su atención estaba centrada de verdad solo en su persona.
Dicho reconocido mago entonces, consciente del efecto de conmoción que le causaba, había comenzado un juego de escondidas, entretenido de verla emocionada y ansiosa por igual ante la expectativa de encontrarlo frente a frente, lo que después de algunos minutos (que a ella le resultaron extraños e interminables en medio de ese ambiente encantado y bonito pero demasiado frívolo) de manera inevitable terminó por suceder.
Las piernas empezaron a temblarle de inmediato al verlo acercársele con su profunda mirada clavada en la suya y su caminar elegante. Siempre distinguiéndose de los demás como poseedor de un halo luminoso aunque invisible que le otorgaba superioridad y que se justificaba bien pues era el gobernante del lugar... Llegó a ella provocando que cientos de mariposas se le alborotaran rebeldes en el estómago. No podía negarlo, aunque por una parte intuía que debía conducirse con cuidado con él, le parecía también que era como un sol deslumbrante en un paraje lleno de sombras. El único hombre que le atraía en esa fiesta llena de seres vulgares y alocados, y el único además que le interesaba en ese mundo o en cualquier otro.
Recordaba con emoción el instante cuando la había sacado a bailar tomándola de la mano con decisión y bordeándole suavemente la cintura con la otra, consiguiendo que se dispararan así chispas de electricidad por todo su juvenil cuerpo, y algo similar ocurrió al reflejarse ya de cerca en sus brillantes ojos, mágicos al igual que él, según por primera vez notó (uno azul hielo y el otro castaño), tan singulares que parecieron al llegar a un punto hipnotizarla para que solo pudiese adorarlo... Su mirada penetrante le permitía intuir los muchos secretos que guardaba y que se moría por compartírselos.
