Día 1: Celos

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Día 1 – Celos – #LuckityWeek2022

Ese día, Luzu había llevado a Quackity a pasear por las calles del pueblo de Karmaland. Quería estrenar cuanto antes las chamarras con él, un poco mas para que todos los vieran llevar ropa de pareja.

Luzu se sentía satisfecho. El día había sido precioso y estaba casi atardeciendo.

Incluso Merlon, quien, solía desaparecer por días dentro de su casa, había estado por ahí esa tarde y los había saludado con una sonrisa al ver que los dos finalmente iban más relajados. Parecía que todos lo notaban.

Pero como todo, las nubes del día esclarecido por las emociones de los dos se estaban tornando oscuras gracias a la nube más gris y detestable que podía haber conocido jamás:

—¡Hombre! ¡Quackity, Luzu, qué bonito encontraros en esta tarde tan bonita! — Rubius saludó con una enorme sonrisa mientras movía levemente las orejas.

Luzu no pudo evitar fruncir un poco el labio inferior, pero escondiendo sus manos en las bolsas de la chamarra de pato para hacerle llamar la atención a sus atuendos, le devolvió el saludo y trató de sonreír.

—¡Ay! Ya se había tardado en aparecer esta señora... —se quejó Quackity sonriendo. Lo había dicho para picar la paciencia del mas alto, pero no esperaba una contestación real. A decir verdad, Quackity estaba feliz de verle finalmente puesto que después de las terapias con Luzu, este ya no salía mucho de su casa.

—Mira, que hoy voy de buena gente así que cállate. —respondió. —¿Qué andan haciendo?

—Nada, veníamos de pasear un rato. —respondió Luzu en su lugar. —Queríamos salir porque ya no estamos pasando mucho tiempo juntos desde que comencé con el consultorio.

—Sí, este hombre me tiene bien abandonado. —afirmó Quackity dándole un empujoncito en el brazo a Luzu.

—Pues abandónale también, sí esta ocupado, ocúpate en algo más. —los consejos de Rubius siempre iban a por el lado que mas molestaba a Luzu, pero siempre trataba de ignorarlos.

—¿Cómo vas con los consejos que te he dado, Rubius? —preguntó. —¿Algún avance?

Los dos mayores se pusieron a charlar un rato sobre la consulta mientras que Quackity se dedicaba a escuchar sin saber que decir. Se separó un poco de ellos para ver las cosas que había en un puesto de artilugios en una de las esquinas de la calle, y a los pocos segundos sintió una presencia enorme detrás de él que fue imposible de ignorar.

—¿Qué estas haciendo, Quackity? —preguntó directamente Sapo Peta.

Quackity miró hacia atrás y con el ceño fruncido apretó los labios.

—Paseando con Luzu, pero ahora está ocupado hablando con Rubius. ¿Qué andas haciendo tú? —le respondió tratando de no verse nervioso. Levantó la comisura de sus labios para esbozar una pequeña sonrisa, pero Sapo Peta se acercó un poco haciendo que este desviara la mirada.

—Quackity, tú y yo aun tenemos que hablar de algunas cosas. Si a Luzu no le molesta, ¿te importaría ir a mi casa esta tarde? Me gustaría terminar con este... Tú sabes, este tema tan incómodo que todavía nos está uniendo. —el hombre puso una mano sobre el hombro del menor y con una mirada suplicante los dos se miraron por un par de segundos.

Quackity miró de reojo a Luzu y en como este reía con Rubius. Solo sería para dar por terminado el tema, no habría nada mas allá que una conversación por parte de Sapo Peta y suya. Luzu entendería.

—Esta bien. —dijo con una mirada seria. —Te veré esta tarde en tu casa. —después de eso, los dos se despidieron y Quackity siguió viendo las baratijas haciendo como que no había pasado nada.

Por su parte, desde el principio Luzu había notado que Sapo Peta había estado hablando con Quackity, pero no alcanzaba a escuchar con claridad por culpa de las risas que soltaba el oso en ocasiones. No le molestaba, era tonto molestarse porque su Quacks estuviera hablando con cualquier otro habitante de Karmaland, pero aun así la molesta sensación de saber que los dos habían tenido algo mientras Luzu estaba de misiones fuera del pueblo, lo molía.

Una vez los dos habían llegado a casa del menor gracias a una barca que iba de puerto en puerto y pasaba por la casa de Quackity, Luzu se sintió en confianza como para preguntarle qué había pasado hoy en el pueblo.

—Luzu... —comenzó. —¿te molestaría si me viera con Sapo Peta en su casa?

Luzu dejó sus zapatos sobre un tapete que estaba en la entrada para evitar ensuciar la pequeña alfombra de Quackity, pero mientras escuchaba la pregunta, sintió como si algo le escociera por todo el cuerpo y sus ojos ardieran, lo que hizo que soltara sus zapatos haciendolos retumbar.

No lo miró inmediatamente, pero con el rabillo del ojo le dedicó una mirada que había desembocado en un rostro serio.

—¿Por qué lo preguntas? —Luzu terminó por mirarlo y cruzó los brazos. —¿te ha invitado a su casa? ¿quieres ir?

Quackity notó como su semblante cambiaba y el contorno de sus ojos se volvía más oscuro. No estaba listo para lidiar con Evil Luzu en este momento que estaba preguntándole seriamente si era posible ir.

—A ver, Luzu —el menor se acercó y acarició sus brazos para hacer un intento por sacar al Luzu 'buena gente' que él conocía. —, solo quiere arreglar lo que no pudimos terminar de hablar en terapia. No tardaré mucho, probablemente terminemos antes de que anochezca, así que si quieres puedes esperarme afuera de... ¡Auch!

—¡Escucha, Quackity! —exclamó Luzu tomandolo fuertemente de los hombros. El joven sintió el cambio en la voz de su novio, ya no era Luzu, su Luzu, ahora era ese extraño que solía apoderarse de él cuando se dejaba guiar por sus emociones más negativas. —No puedo confiar en ti cuando tú mismo lo has dicho en mi consulta. Se supone que íbamos a arreglar las cosas, pero si tú sigues viéndote a solas con esta gente ¿qué se supone que piense?

—¡Cabrón, dijimos que íbamos a arreglarlo, sí! Yo no voy a ir a zorrear con Sapo Peta, solo vamos a matar de una vez el tema para pasar página. —trató de hacerle entender.

—¿Y tú crees que yo nací ayer? —preguntó Luzu.

—No, está claro que no.

El sarcasmo en el tono de Quackity provocaron que el Evil Luzu saliera con un poco más de fuerza, con media sonrisa Luzu se burló en su cara y con una mano lo llevó hasta el sofá de Quackity para sentarlo.

—Quackity, si esta tarde vas a casa de Sapo Peta, vamos a tener que requerir de un castigo para ti. —esto último lo dijo de una forma diferente que provocó un escalofrío que le pasó por toda la columna vertebral al menor. Un sonrojo hizo que Quackity quisiera esconder su rostro, pero inmediatamente Luzu lo tomó del mentón y sonrió.

—Veremos si te quedan muchas ganas de ir a casa de Sapo Peta después de esto.

***

- "Este no es Luzu, este es Evil Luzu celoso y posesivo" un capítulo con el alter ego de Luzu – #LuckityWeek2022

Este es uno de mis headcanons mas potentes jsjsjs Luzu, nuestro Luzu, el Luzu que todos conocemos, Luzu cubito lindo que siempre ayuda a los demas (si no le joden, claro está) tiene un alter ego que le cuida de las demas personas cuando detecta que le quieren mentir. Pasó en las elecciones de Karmaland 4, pasó cuando le reventó el negocio a Rubius en Karmaland 5 y puedo mencionar una larga lista de ejemplos, pero creo que la idea está clara ¿no?

El Luzu celoso que hemos visto, no es mas que una parte "romantica" y supremamente tóxica de Evil Luzu que es mas de armas tomar si hacen algo que no le gusta. 



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⏰ Última atualização: Oct 14, 2022 ⏰

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