➤ CAPITULO 00

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𝟎𝟎 ¦ 𝑬𝒔𝒆 𝒅𝒊𝒂.
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Aquella fría noche, un fuerte viento había azotado sobre las sombrías calles de Londres ;cubriendo el oscuro y estrellado cielo con una triste nube gris.

Calles y avenidas eran cubiertas de charcos, incluyendo desagües con agua completamente sucia, o eso era, hasta que decidió tomar un camino distinto.

Tan pronto como puso un pie en aquella solitaria avenida, el eufórico grito de una mujer captó su atención.

—¡Dichosos sean mis ojos!

Del otro lado de la calle, ya hacia una mujer bajo la tenue luz de un faro. Su apariencia se asemejaba a una anciana desaliñada.

—¿Que es lo que trae un ser divino a este sitio?, ¿buscaba algo? O quizás ¿alguien?— indagó curiosa.

Con leve movimiento de cabeza negó su última pregunta.

—Solo vagaba Heri.— Musito con simpleza asía la mujer.

—¿Vagar frente a la casa del creador?

Su vista fue a su costado; Justo ahí, una enorme Catedral se alzaba hacia el cielo, mostrándose imponente para cualquier ser humano.

Apenas lo había notado.

—Casualidad.

—Las casualidades no existen portador de luz.

Observó con detenimiento a la mujer; ella no era alguien simple, desde luego que no, sin embargo, su apariencia engañaba.

—Estoy de acuerdo con ella.

La intrusa voz del reciente individuo hizo que clavara su vista sobre el. En aquella húmeda banca reposaba un cuervo completamente negro como el carbón.

—¿En que te basas pequeño cuervo?— Su atención paso al individuo emplumado; provocando nervios sobre el.

Se veía tan indefenso.

—Yo. Bueno, no estoy seguro, pero he escuchado que las casualidades no existen, mejor dicho, son obra del destino. ¿Me entiende?

—Perfectamente Mathew, ¿o me equivoco?

El cuervo permanecía unos segundos en silenció, procesando el simple echó de que ella conociera su nombre.

—Como...¿ Como lo sabe?

—Es un secreto.— parloteo divertida, ante el desorientado cuervo.

—Entonces, ¿es verdad lo que a dicho esa rara mujer?—susurró cómo si no quiciese ser escuchado por alguien ajeno.

—Puedes creer lo que sientas, eres libre de ello.

Los segundos en silencio fueron interrumpidos por los constantes murmullos provenientes Heri. Parecía alterada.

—¿Se habrá vuelto loca?— Comentó el ave, obteniendo una denegación por parte de él angel.

Dio unos cuantos pasós hacia ella. Su intención por verificar lo que le sucedía fue interrumpida, por unos apresurados pasos y voces detrás de ella.

—¡Te dije Sandman y de verdad era Sandman!— grito con desdén Heri, deteniendo inmediatamente sus pasos. —Que gusto que esté de vuelta mi lord.— se dirigió esta vez al "hombre".

Un Eterno estaba en el mundo de la vigilia. Era raro,
más no inusual que ellos los visitarán con frecuencia.

Algo le decía que no debía mirar, en el mejor de los casos, sería huir de ese lugar. Un presentimiento erróneo a su parecer.

Apenas volteo a ver hacía tras, conecto con una profunda mirada azulada, observándola con detenimiento; los ojos del Eterno eran tan hipnotizantes pero intimidantes a la vez.

Irónicamente se sentía intranquila ante el.

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Comencemos con algo corto.

ANGEL; the sandman.Where stories live. Discover now