𝔒𝔠𝔢𝔞𝔫 𝔈𝔶𝔢𝔰

04

Haddonfield, Illinois 1978.

Esther no podía creer lo que había sucedido, ella había llorado frente a una desconocida, ahora les diría a todos lo que había sucedido. Era realmente humillante.

Luego de haber llegado corriendo, se había instalado en el baño, las personas que la vieron llegar, la juzgaban con sus miradas o tal vez no era así.

Esther no quería estar ahí, quería regresar a la seguridad de departamento, quería alejarse, quería simplemente desaparecer.

Todo lo que había pasado no podía ser simplemente olvidado por ella, sus padres, ella no podía olvidar.
Tal vez los otros si pudieron olvidar lo que sucedió hace años atrás, todos podían olvidar lo que sucedió en el vecindario que vivía, sus vecinos, todos. A su familia nunca le importó ella, pues, nadie fue a recogerla y fue olvidada por ellos.
¿O tal vez era... Por que ella no tenía más familia? Nunca conoció a sus abuelos, desconocía si siquiera tenía tíos o tías, incluso primos y primas.

Se encerró dentro de uno de los cubículos, se estaba saltando su primera clase y no le importaba, solo quería estar allí, lamentando su existencia pues si a alguien realmente le importara alguien habría venido a ayudarla.

Pero no podría ser así, maldita vida y maldita existencia.

¿Por que eres tan cruel?

No es cruel, es la vida real, ella es quien provoca que su propia vida y existencia sea tan cruel.
Ella no quiere avanzar, no quiere mejorar, quiere estar estancada en el pasado. Con su dolor en el pecho pues no quería olvidarlo. Había algo importante que no debía olvidar pero sentía que ya lo había hecho...

Esther salgo en su lugar cuando la campana sonó, la primera clase había terminado. Salió de su escondite y vio su rostro, ya no se notaban las lágrimas. Su rostro ya no estaba hinchado, tomó sus cosas y salió lentamente del baño. Apenas abrió la puerta una ola de chicas entró mientras reían y hablaban, empujando a Esther de su camino.

Cuando finalmente pudo salir, lo primero que hizo fue ir q su siguiente clase, esperaría a que el receso terminara.

No quería estar ahí, quería irse.

Irse... Y esconderse.

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Las clases se habían sentido largas, era la mente de Esther la que jugaba con ella.

Cuanto más deseas irte el tiempo es más largo casi como si nunca avanzaras.
Aunque sientas que pasó una hora en realidad sólo pasaron cinco minutos.

Esther fue la última en salir de la clase, esperando que todos se fueran.

Carol, esa chica, no había vuelto a verla en lo que restaba del día evitando entrar en una conversación con ella y escabulléndose en los cubículos del baño hasta que tocase la campana.

—¡Esther!

Esther giro su cabeza hacia esa persona, alarmada, era Carol.

—Por favor... Déjame en paz. —Acurruco sus cosas en su pecho, asustada.

—No se que sucedió... Pero, si te hice sentir incómoda o algo. Lo siento mucho. —Carol trato de acercarse recibiendo el rechazo de Esther. — ¡S-si fue algo que hice puedo compensarlo!

—Puedes hacer algo por mi...

—Si, si, si, ¿Qué quieres que haga? —Carol sonrió ilusa.

—Quiero que me dejes en paz —salió corriendo del salón dejando a su compañera totalmente sola.

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Esther salió lo más rápido que pudo de la escuela, ella sabia que los otros estudiantes la estaban viendo muy raro, eso no le importaba, solo quería irse. Más tarde tendría tiempo para sentir vergüenza de que ellos la hayan visto.

Camino lo más rápido que pudo hasta que ya no podía escuchar a los estudiantes hablar, estaba completamente sola en la calle, notaba a alguno que otro niño saliendo de sus casas vestidos, estaban preparándose por esa noche.
Iría a comprar algunas cosas en la tienda cercana de donde ella residía, compraría agua y algo de comida.

Extrañamente se sentía incómoda, los niños ya habían desaparecido, giro disimuladamente su cabeza hacia atrás, encontrándose con un auto que iba a marcha lenta acercándose a ella, Esther se asustó y volvió su mirada hacia adelante. ¿Alguien la estaba siguiendo? O tal vez era un tipo raro queriendo asustarla era Halloween después de todo.

Escucho el sonido del auto acelerar, pasando de ella como si nada.

Esther solo suspiro aliviada ante esto, siguió caminando rápidamente hasta llegar a su pequeño departamento, luego tendría que hacer algunas cosas.

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700 palabras, si es poco, pero desde el 2022 que no subía nada y la verdad me ando aburriendo de wattpad pero no pienso dejar a la gente que espera por algún capitulo de mis otras historias, así que tratare de actualizar (ojo no dije que me canse de escribir, solo no ando activa en wattpad como antes).