𝐒𝐞𝐫𝐩𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞

5.

Después de que los chicos que formaban parte de la pandilla se fueran, la serpiente de ta Kenichi se sintió más tranquila al darse cuenta que los posibles peligros que podría pasar su dueño.

El móvil de takemichi comenzo a vibrar dándole en entender que le estaba llegando una llamada.

Fue a buscar con pereza su teléfono, no era ni tan energético que digamos, cada persona puede ser muy alegre, pero a la vez algo perezosa.

- ¿hola? - pregunto.

- HAYYY! Hermano, que cuentas? - dijo una voz más aguda que la suya atra vez de la otra línea.

- oh, ¡rachell! Vaya, no recuerdo tu última llamada. - rió el chico sentándose en el sofá con la serpiente deslizándose para poder llegar al regazo del humano.

— lo lamento — comenzó a reír la fémina. — estaba algo ocupada por acá. En Miyagi —

— oh, recuerdo cuando te volviste independiente cuando mamá murió. — en su rostro se veía un poco de tristeza, pero siguió con su tono normal. — ¿como te ha ido? —

— bien, ya sabes, lo normal, te extraño, ¿cuando vienes a visitarme con Stanley, hermano? — dijo haciendo un puchero.

— tal vez pueda ir hoy o mañana. Aun no es tan tarde para ir, pero no se cuanto duraría ya que Miyagi queda un poco lejos de Tokio. —

— tal vez llegues en unas 2 o 3 horas, son las 3 de la tarde, llegarias como a las 6 o 5.— comentó pensativa y calculando — según google, Tokio queda a 337 kilómetros de Miyagi. —

— wow, es un poco mucho. —

— Jaja. Y dime, ¿has conseguido pareja? —

— no — suspira — sabes como soy en las relaciones, la última que tuve fue con hina. —

— awhh — dice decepcionada — sabes que me importa mucho tener sobrinos hermano. —

— lo se, y lo siento. Pero no tengo casi ningún interés en las relaciones. —

— bueno, puedes pensar si quieres venir o no, te espero. —

— tal vez vaya mañana, empezaré a hacer las maletas. —

— okay, te quiero hermano.

— igual rachell, gracias por la oferta — dice sonriendo.

Cerró la llamada y comenzó a pensar, si iba, podía pasar un buen tiempo con su hermana, no sería ni tan mala idea.

— crees que sea buena idea ir Stanley? — pregunto hacia el animal.

— sss — respondió la serpiente hacia su humano, aunque no le entendía muy bien, decidió asentir para poder hacer feliz a su humano.

— bueno, Stanley, vamos a prepararnos para que puedas ver a tu tia — sonrió con mucho brillo, mientras su aura se volvía floreada, Stanley jura poder ver estrellas al rededor del hanagaki.