Maldita sea Wang... ¿Qué era más importante que está reunión ah? — maldijo por lo bajo mientras volvía a marcar al teléfono del mayor.

Buzón de voz.

— Wang, no sé que era más importante que la firma de contrato con UBC. ¡Pero al menos contesta el maldito teléfono!

Levantó la voz de con frustración cortando la llamada y levantándose de golpe para comenzar a recoger sus cosas. Debía ir a recoger ese contrato e mejora su nueva excusa para librar a su jefe y su empresa de comentarios mal intencionados y que amenacen con la integridad de ambos.

¿Qué era más importante que esto? Hay millones de dólares y reputación en juego y tú simplemente lo desplazas a segundo plano. Pero es que claro, aquí tu secretario que siempre tiene que andar resolviendo tus problemas. Voy a volverme loco, voy a volverme loco, voy a-

— Zhan-ge.

— ¡¿QUÉ?! — gritó dándose la vuelta solo para ver cómo las personas que pasaban por ahí se lo quedaban mirando.

Miró disimuladamente hacia su costado y allí pudo ver a ShengCai mirándolo con una leve expresión de confusión. Sus dedos fueron a parar al puente de su nariz y soltó un largo suspiro.

Puso la mejor sonrisa en su rostro y miró a sus compañeros de trabajo.

— Por favor, continúen con sus trabajo, no me presten atención — estos asintieron alejándose.

— ¿Y a ti qué te picó o qué? — preguntó el menor mostrándole su entrecejo fruncido.

ShengCai, amablemente voy a pedirte, que no me hables por ahora... — susurró antes de comenzando a caminar hacia la salida.

— Uy... Amanecimos de malas — comentó y suspiró siguiéndole el paso.











ShengCai miraba atentamente al pelinegro a su lado, era tan buen mentiroso, que si no lo hubiera visto hechando humos hace unos momentos, podría decir que estaba perfectamente tranquilo. En cuanto entraron a aquella empresa la mueca de desagrado y enojo que mostraba fue cambiada automáticamente por una ligera sonrisa y un rostro calmo.

— No se preocupe secretario Xiao, entendemos perfectamente la situación del presidente, es una persona de palabra y muy honesta, si dice que se encuentra delicado de salud, entonces así es. Vaya tranquilo, pero asegúrese de que lea y firme el documento.

Zhan realizó una reverencia, agradeciendo por la comprensión.











Un par de horas después, Zhan llegaba a la casa del castaño. Estaba solo, ShengCai lo había abandonado diciendo que antes de morir por segunda vez a manos de él, preferiría ir a asustar gente. Y así era como se encontraba, frustrado, enojado y curioso. Sin permiso abrió la puerta principal de la casa y caminó hasta la sala, donde su paciencia llegó la límite.

Wang Yibo sentado en el piso, desaliñado, sirviéndose otro vaso de whisky y tomándolo como si fuera agua. ¿Así que esto fue el otro asunto importante?

Caminó hasta la mesa y sobre esta,  estrelló con furia las carpetas que sostenía en sus manos.

— ¡WANG YIBO! — gritó haciendo que el mayor se sobresaltara y derramará un poco de alcohol en el suelo.

Con su mirada caída miró lo que había hecho para luego pasar su vista al recién llegado.

— ¡Hey! ¡Yo te conozco! — señaló.

"Dios yo siempre he sido un buen hijo... ¿Pero era necesario que pongas a prueba mi paciencia desde que trabajo con este hombre? "

— ¡¿Este era tu asunto importante Wang?!

— Aaa... Sip.

— ¡¿Esto es enserio?! ¡¿Sabes la boba excusa que tuve que ponerle al presidente Dao para que justificar tu ausencia?!

— Eee... Nope.

— ¡Es que tú... AAHG!.

Se dio la vuelta agarrando su cabello frustrado, volvió a voltearse y vio como el castaño realizaba un ligero puchero.

— ¿Qui-quieres? — preguntó extendiéndole la botella de alcohol.

El pelinegro respiro profundamente. Sonrió hipócritamente tratando de calamares y tomó las carpetas y un bolígrafo. Se acercó al mayor y le arrebato la botella ganándose una queja.

— Tú y yo nos arreglaremos después, ahora firma. Necesito llevar esto al presidente Dao — dijo entregándole los documentos.

— ¿Por qué? — cuestionó mirándolo con unos ojitos de cachorro.

— ¡No preguntes solo firma! ¡Sabías perfectamente que hoy se realizarían las firmas con UBC y aún así preferiste venir a beber!

— Pero no te enojes — pidió en un tono suave y arrepentido.

Tomó el bolígrafo y abrió un poco sus párpados, intentando enfocar su vista en las hojas. Y firmó.

Zhan tomó los documentos y salió de la casa, dejando a un Wang Yibo perdido en sus recuerdos. Segundos después, se levantó del frío y duro suelo, y caminó hasta su habitación. Se sentó en el filo de la cama y estiró su mano hasta la mesita de noche, abrió el último cajón y volvió a sacar aquella foto.

Si yo hubiera estado esa noche buena contigo... Aún estuvieras aquí conmigo... ¿Verdad pequeño?

















GHOST ▪︎ [YiZhan] Where stories live. Discover now