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 Lan Wang Ji, había llegado precisamente veinticuatro minutos antes que la clase de ballet de su hijo Sizhui, comenzara. Así que su hijo decidió ir a la cafetería que la academia había asignado a sus clientes, quería comprarle unos chucaques a su maestro favorito. 

  Él tuvo que acceder a regañadientes. ¿Qué podía hacer él si su hijo lo miraba con esos ojos de sapo triste? Exacto, nada. Él era un padre demasiado débil a los encantos de su hijo. 

 No podía hacer más que esperar. Dado que si por él hubiera sido habría ido directamente al aula en el que estaba el bonito maestro de su hijo. Porque ir a la cafetería no estaba en su plan, su maravilloso, hermoso y estupendo plan.

A esta altura, podrían estar preguntándose; ¿De qué plan habla? 

Pues bien, todo comenzó cuando su hijo llegó a casa con una sonrisa más grande que su rechoncha cara y un folleto lleno de colores que decía que muy pronto comenzarían las inscripciones en la academia: "Fiori di zucchero".

Lan Wang Ji, no iba a mentir, era el nombre más ridículo que había leído en su vida; aunque, no iba a negar que era una de las academias de ballet que más prestigio ha estado ganando estos últimos años. 

En ocasiones se pueden escuchar a los estudiantes de la academia hablar sobre lo increíble y estrictos que son sus mentores. Los padres de familia tienden a salir más que encantados con las instalaciones del lugar.

—Papá, ¿puedo entrar a clases de ballet? — preguntó mirándolo fijamente. — Jin Ling también asistirá.

Oh, Jin Ling siempre era una de las razones por las que su hijo pasaba de academia en academia, todo lo que hacía el mayor, él también quería hacerlo. Lo pensó un poco, comparo lo negativo y lo positivo que podía salir de esto. Después de considerárselo un rato, dio una respuesta afirmativa, causando así una enorme sonrisa en su hijo. 

Le pidió a su asistente que enviara los papeles de suscripción junto al pago de matrícula de todo el mes. No se aventuraría a pagar la mensualidad del año completo, después de todo no era la primera vez que su hijo llegaba con un folleto en mano de alguna actividad para con el tiempo terminar aburriéndose completamente de ella.

Una semana aproximadamente recibieron el correo electrónico de bienvenida junto a algunos datos con respecto al envío del uniforme y una que otra breve explicación del reglamento que manejaba la institución, etc. Teniendo más clara de la dinámica con la academia, Lan Zhan junto con su hijo fueron al centro comercial un día antes que las clases comenzarán, ya que todavía debían comprar las zapatillas, o como le corrigió Sizhui," Zapatilla de Media Punta".

Deja escapar una pequeña sonrisa al ver a la emoción de su hijo al ver todos los diseños de vestuarios, zapatillas, tiaras, guantes con diamantes, entre muchas otras cosas más. El pequeño Sizhui se contenía de tocar esos pequeños diamantes brillosos. Después de darle un recorrido a la tienda, compraron unas zapatillas en color blanco de marca "Gaynor Minden".

Esa noche su hijo se fue más temprano a dormir porque, según su lógica, si se dormía temprano el sol salía temprano.

Y, curiosamente, él aceptó esa teoría. Después de todo, no tenía nada para contrarrestar.

A la mañana posterior del jueves, el pequeño comenzó su rutina mañanera para asistir a la escuela. Aunque era un niño de a penas ocho años, era bastante independiente en determinadas cosas. Estuvo todo el día emocionado. No dejaba de contárselo a sus compañeros. Cuando por fin su jornada educativa llego a su fin, el pequeño espero pacientemente la llegada de su tío, quien normalmente era el encargado de ir a recogerlo.

—¡Hola, tío! Hoy tengo ballet, ¿te lo ha contado papá?—. Fue su saludo.

—Hola, pequeño —. Le saludo suavemente —. Colócate el cinturón primero, ¿sí?

Lan Sizhui, asintió moviendo sus lacias hebras en el proceso. Una vez estuvo asegurado con el cinturón, volvió a platicarle a tío todo lo que quería aprender en su nueva clase.

Cuando el auto de su tío se detuvo en la vereda de la casa, salió hecho un rayo del carro para ingresar de manera apresurada a su habitación, donde procedió a despojarse de su uniforme escolar, para colocarse el uniforme de su nueva clase. Ya cambiado y peinado, tomo su mochila acomodando algunas cosas en ella; en su mayoría, barras de chocolate.

Con su mochila en sobre sus hombros cerro la puerta de su habitación y con pequeños saltos se dirigió a la sala, donde tomo asiento en el sillón negro mientras mecía sus pequeños pies de manera desesperada. Después de un rato logro percibir los tintineos de las llaves de la puerta. Se levantó un salto con su mochila sobre sus hombros y se apresuró a pararse frente a la gran puerta de entrada.

Lan Wang Ji, no tuvo tiempo ni de entrar, porque su hijo ya lo estaba arrastraba camino hacia el automóvil. Soltó un suspiro dejándose guiar.

Cuando llegaron a la academia se registraron para después ser guiados al aula correspondiente.

Grata fue su sorpresa al ver a un hombre de contextura delgada con una camisa de tallas más grandes, color rojo y un buzo mirando muy concentrado atreves del gran ventanal. Después de un rato, el joven los divisó en el gran espejo, dándose la vuelta inmediatamente con una sonrisa.

—¡Hola, bienvenidos! — Saludó mientras se acercaba con una sonrisa en su bonito rostro.

A los dos Lan se les olvidó respirar por un momento. El aire de la ventana parecía jugar con el revoltoso cabello del maestro y eso, eso solo lo hacía ver más perfecto.

— Bonito. — Susurraron los dos, aunque la voz de A-Yuan sonó un poco más alta. Era un niño, y la discreción era un concepto que todavía no dominaba del todo.

— ¡Oh! Pero si tú también eres un rábano muy bonito. — El maestro se inclinó un poco y le ofreció una suave caricia, acto que hizo sonrojar al pequeño. — ¿Serán los genes?— Bromeo mirando fijamente a Lan Zhan.

Esta vez fue turno de Wang Ji, se quedó sin palabras ante el descarado guiño del apuesto maestro. Necesitaba urgentemente una silla, sus rodillas tiritaban.

Después de esa corta y unilateral conversación. El maestro Wei Ying, como se había presentado. Le enseñaba unas pequeñas cosas a Lan Sizhui. Que después de un rato se interrumpieron con la llegada de los demás alumnos.

Se podría decir que desde ese momento. Tanto padre como hijo, estaban mínimo diez minutos antes de la clase para poder charlar con el amor de sus vidas o mejor conocido como Wei Ying, el maestro de ballet.

Así que el plan que llevaba hoy, después de un año, era pedirle una cita. Sin ponerse nervioso en el proceso.

-Fiori di zucchero (italiano):  Flores de azúcar

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-Fiori di zucchero (italiano):  Flores de azúcar.


-Gaynor Minden: Es una compañía estadounidense que fabrica zapatos, ropa, accesorios y ayudas de entrenamiento para bailarines de ballet.


Zapatilla de Media Punta:Son zapatillas de ballet y su interior está forrado con tela. Su suela es de cuero antideslizante y de tacón plano. Además, es un comienzo para mejorar la movilidad del pie.


-Confío en que esta vez las imágenes no se van a ver como píxeles horribles, es decir, como arte abstracto.(. ❛ ᴗ ❛.)

Ballet Of ThreeOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz