Siempre contigo.

Consciente.

Nunca sabría como empezar a contar una historia, supongo que este es un buen comienzo aunque lo más acertado sería por empezar por el principio.

Que yo recuerde la primera vez que besé a un chico fue en la primaria, estaba super enamorada o eso creía yo ya que no tendría ni 7 años pero ese chico, Adam, fue mi novio por mucho años.

Esta mini historia estaría guay si no fuera una tontería de niños pequeños, ¿Os imagináis que esta historia hubiera llegado hasta aquí? la verdad es que no me hubiera gustado teniendo en cuenta todo lo que me habría perdido después.

La verdad es que después de Adam no hubo nadie más el cual tenga importancia ya que yo era una chica bastante tímida a la hora de conocer chicos. Tenía millones de amigas y amigos con los que salía para arriba y para abajo y conocía bastante gente, también ayudaban las redes sociales concretamente gracias a ellas, conocí a mi siguiente amor pero antes llegó otra persona.

Le conocía de boquilla y de haberlo visto dos o tres veces en mi vida, aunque su hermana iba a mi mismo instituto, tampoco es que tuviera mucho contacto con su hermana pero se podría decir que tampoco tan poco como para no saber ni que su hermano era el, Marcos y si al final lo conocí y bueno nos gustamos y empezamos a salir juntos.

Todo era super bonito, como cuando estás tan impaciente por algo y ese algo ocurre, no sé si me explico... El caso es que esto no duró ni tres meses, el se cansó y yo... bueno yo la verdad es que tampoco me importó mucho ya que no, no me enamoré y eso que hacíamos hasta planes de futuro.

Al fin llegó la persona que os estoy deseando contar, esta persona era increíble, se podría decir que para mi era incluso mágica y cuando lo vi fue entonces que fui consciente de lo que era el amor, fui consciente de lo que era enamorarse, pero esta vez de verdad