☆Un amor eterno☆ (Sprite y tu) [✔]

Capítulo. 22

☆ Sprite ☆

—Sersi, tu ve y termina con esto, yo me quedaré con ella- digo mirando a Asra inconsciente.

Sersi corre lejos de ahí y yo busco algún indicio de alguna herida, pero no hay nada.

El cuerpo de Asra comienza a temblar, su temperatura subió a tal punto que quemaba al tacto.

—Asra despierta- ordeno sacudiendola pero nada.

Su cuerpo paró de temblar, para que unas líneas doradas, como venas, recorieran rápidamente por su rostro.

¿Que demonios está pasando?

• Asra •

—Yo te creé, te puedo destruir cuando quiera.

—Hazlo, eliminame. Soy energía y la energía no se elimina, se transforma. Buscaré alguna manera de volver y acabar contigo- el ambiente estaba tenso, uno contra uno.

No le temía en lo absoluto.

—Puedo borrar tu memoria, o defectuarla  como hice con Thena- denota con un tono de voz lleno de burla- no eres más que un simple objeto, con un fin estipulado.

—¡YA DIJE QUE NO HARÉ LO QUE TÚ DIGAS, NO MÁS!- cabeza empezó a doler, sentía pinchazos horribles en los costados.

—¿Harás lo que ordene?.

—JAMÁS.

—Tan terca eres, prefieres morir antes de que un gran y perfecto Celestial surja. Prefieres a unos simples humanos, que morirán al fin y al cabo.

—Esos "simples humanos" tienen una mejor moral que tú, virtudes que tú careces.

—¡ASRA DESPIERTA!- la voz de Sprite retumbó por todo el espacio.

—Asra, eres mi creación favorita, mi Eterno favorito. Me tomó tiempo crearte, pensé en todo. Pero hice mal en colocar sentimientos. Quizás deba quitarlos.

Su gran mano se acercó a mí. Señalando mi cabeza y apreté mis labios. ¿Me borraría la memoria?.

—Pero acabaría con una gran creación y no quiero hacerlo. Acaba con Ikaris, él no piensa en la misión. Sólo en sí mismo.

—¿Qué?- no entiendo nada ahora.

—Tu grandeza y tacto hacia los humanos, hace que crea en una buena causa después de tanto disturbio allá. Ten, tómalo como un obsequio.

Apareció una gran esfera dorada y sin previo aviso, llegó a mi pecho para introducirse en el.

En ese instante sentí tanta energía recorrer mi cuerpo. Tanto poder dentro de mi que me sentía viva.

Lo último que sentí fue como si cayera para despertar y ver a Sprite mitandome asustada.

—Tus ojos- susurra y frunzo mi ceño- están dorados.

—Necesito ir con Sersi, quédate aquí- ella niega y suspiro- no sé que pasará, pero mantente lejos de mi hasta que acabe con esto, por favor.

—Pero, no entiendo- ella estaba parada enfrente de mi y podia ver su confusión y un tanto de impotencia.

—Oye- tomo sus manos suavemente- te lo explicaré luego, pero puede que sea peligrosa para ti en estos momentos. Lo menos que quiero es hacerlo. Por favor.

Beso su frente y despego buscando a Sersi.

A lo lejos la vi pero también percibí una sombras detrás de ella. Ikaris.

—¿Que pensabas hacer, cara de caballo?- sonrío antes de crear una esfera para lanzarsela.

Volteo a ver a Sersi y asiento para que continúe. Era momento me deshacerme de Ikaris.

—¿Donde estás Ikaris?- pregunto caminando entre la niebla- no me aparece jugar a las escondidas ahora, sal de donde sea que estés.

Escucho unos pasos detrás de mi y volteo para verlo a punto de atacarme.

Creo un escudo rápidamente y el sale volando de ahí.

Salgo tras él hasta quedar a una altura considerable.

De mi mano salió una luz dorada hacia su pecho inmovilizadolo. Podía ver dolor en sus ojos. ¿Que le estaba haciendo?.

Mi cuerpo se movía como si ya supiera todo lo que pasaría. Como si estuviera ya todo ensayado.

—¡YA DETENTE!- suplica pero no podía detenerme.

—Tú te búscate esto con tus acciones, es hora de pagar y sentir el dolor que todos sentimos con la muerte de Ajak- las palabras salieron automáticamente, quizás no era yo hablando.

—Asra, no eres tú, estás fragmentada.

—¿Te disgusta que todos seamos mejor que tú en estos momentos?- hago un puchero divertida.

—Asra merezco una oportunidad.

—¡MERECES MORIR!- la luz brilló aún más- MERECES SUFRIR- sentía como todo ese poder iba rompiendo cada célula de su cuerpo destrozandolo.

Él me atacó con sus rayos láser imprevistamente. Luego me lanzó hacia unas rocas así quedando unos segundos sin aire por el impacto.

—Sabes, ahora quiero verte sufrir aún más.