_Mi Mayor Enemiga_ (Saitama X Tu)

Mentiras

Enamorarse
No era un concepto que Saitama usara muy seguido, de hecho nunca a menos que se refiriera a la última promoción de naranjas en la tienda o alguna buena oferta. Para él eso era el amor.

- Vamos, no digas cosas raras King -

El contrario comenzaba a notarse desesperado por la actitud tan evasiva de parte de su amigo con algo que era tan obvio.

- Dí lo que quieras, pero creo que ustedes dos harían una linda pareja -

Se cruzó de brazos.

- Pero si a penas nos viste interactuar como 1 segundo antes de que se volviera loca -

King caminó hasta en frente de la TV, observando curioso la escena

- Ustedes dos estaban en una cita antes de que llegara ¿No?, vamos, es obvio -

El calvo rascó su cuello un poco confundido, porque a pesar de tener en mente intenciones mucho más superficiales y de manipulación, muy en el fondo sabía que  quizás era un poco cierto.

- No era una cita, solo quería ofertas, ella es cajera en el supermercado que está a la vuelta por si se te olvidaba -

King respiró con indignación, no se había rendido aún, tenía que hacer que Saitama confesara, por un lado por puro morbo, y por otro porque sabía que si esa chica no se contentaba, era más que seguro que acabaría matandolo.
King tomó aire, teniendo ya ensayado en su mente qué es lo que diría ante la respuesta de su amigo. Sin embargo un sonido estruendoso, seguido de un movimiento leve en el suelo se hizo presente, como si algo muy pesado hubiese impactado contra el suelo.

- ¡Sensei! -

Gritó desde la puerta una voz conocida. Saitama solo rodó los ojos y soltó un suspiro, Genos había vuelto más rápido de lo que pensó y eso le molestaba, pero por otro lado, lo había salvado de la incómoda plática con King.

- ¡No encontré las almohadas que se me fueron encomendadas buscar, lo lamento. Pero para compensarlo yo mismo fui por el avestruz más suave que encontré y luego hice una almohada con él -

Caminó hasta la puerta con una gran almohada en sus manos

- Le puedo asegurar que es extra suave -

Ante el Cyborg, ambos amigos hicieron una muñeca de horror y asco

- Eso es muy tétrico ¿Sabes? -

Soltó King mientras acomodaba los dvds en sus cajas, no sabía si quería estar más tiempo allí

- Fue una petición de Saitama sensei, no lo cuestiones o tendré que tomar medidas -

Apuntó una de sus manos-láser hacia él

- Yo no te pedí que mataras un avestruz -

Dijo sin dejar de ver a Genos, mientras con una de sus manos buscaba a ciegas en la mesa si es que habían sobrado papas aún.

- Solo le quité las plumas.
Pero tiene razón Sensei, no es lo que me pidió, le he fallado -

Bajó la mirada al suelo, casi arrodillándose, Saitama parpadeó varias veces ante lo dramático y exagerado que podía ser su discípulo.

- Neh, está bien. No existe ninguna marca de almohadas que sea de avestruces, solo te lo dije porque... -

No le gustaba esforzarse en inventar pretextos, así que no lo hacía. De cualquier forma, Genos seguramente iba a creer lo que sea que dijera

- Era una prueba para... Probar tu creatividad (?.. si... No siempre la respuesta más obvia será... La respuesta supongo -

El Cyborg quedó boquiabierto, como si le hubiesen revelado el secreto más impactante y lleno de sabiduría en su vida.
Mientras tanto King fingía toser, intentando en vano no reír ante la ridícula situación.